1. Introducción
El apoyo del clero a la causa carlista y la necesidad estatal de recursos financieros impulsaron la obra desamortizadora, enmarcada dentro del amplio programa de reformas del proyecto liberal. Con el término Desamortización: se entiende “ liberar las tierras de sus ataduras jurídicas que impiden su libre circulación y transformarlas en mercancías, deshaciendo las normas feudales que impedían comerciar con la riqueza patrimonial perteneciente a instituciones estamentales como la Iglesia, aristocracia, corona y municipios.” El tipo de propiedad señorial de la tierra hacía que desde los repartimientos cristianos las tierras estuvieran en manos del Estado, la Iglesia, la nobleza y los Ayuntamientos (manos muertas) Estas tierras no podrían venderse ni ser repartidas eran «bienes vinculados o amortizados”. Además, seguían existiendo instituciones como los señoríos territoriales (solariegos) y el mayorazgo. A lo largo del siglo XIX comenzó el lento despegue industrial de España. Pero a diferencia de otros países europeos como Inglaterra, en España no se dio una revolución agrícola cuyos beneficios en buena parte se invirtieran en la industria. A pesar de ello, durante el periodo de implantación del régimen liberal se pusieron en marcha mecanismos legales encaminados al mejor el aprovechamiento de los bienes denominados de “manos muertas” para acabar con su amortización, dando lugar a las grandes “Desamortizaciones” del S.XIX.
HISTORIA DE ESPAÑA 2ºBCH CURRO SERRANO P.
2. Antecedentes
El proceso de desamortización fue llevado a cabo en toda su intensidad por los gobiernos progresistas durante las Regencias de M.ª Cristina (1833-1840) y de Espartero (1840-1843), y posteriormente durante el Bienio Progresista, también con Madoz (1855- 1856), ya durante la mayoría de edad de Isabel II. Pero anteriormente, hubo una serie de precedentes:
- Durante el reinado de Carlos III, los reformistas ilustrados del siglo XVIII, como Jovellanos y su Informe sobre la Reforma Agraria, habían planteado la necesidad de cambiar el sistema señorial de propiedad de la tierra, causa del estancamiento de la agricultura.
- Posteriormente Godoy (1798) inició una tímida desamortización de bienes eclesiásticos, para expropiar y vender los bienes de los jesuitas, obras pías, parte de los realengos y baldíos, para solventar el problema de la deuda pública.
- También hubo algún intento durante el reinado de José Bonaparte.
- Durante las Cortes de Cádiz se adoptaron diversas medidas legales, como el decreto de 1813 que nacionalizó los bienes raíces de los afrancesados, las órdenes militares, los conventos y monasterios suprimidos o destruidos durante la guerra. Sin embargo, la vuelta del absolutismo de Fernando VII anuló lo dispuesto.
- Por último, durante el Trienio Liberal (1820-1823) volvieron a entrar en vigor las decisiones de las Cortes de Cádiz. Podemos distinguir dos fases:
- La primera será la Ley de reforma de comunidades religiosas, por la que se suprimieron los conventos y colegios de las órdenes militares.
- Durante el gobierno de los exaltados: nueva expulsión de los jesuitas y la venta de las tierras de los conventos de menos de 24 frailes.
- Pero de nuevo, durante la Década Absolutista u Ominosa (1823-1833), Fernando VII anuló toda la legislación del Trienio Liberal y obligó a restituir los bienes vendidos.
3. La Desamortización de Mendizábal (1836-1837)
Durante la Regencia de M.ª Cristina (1833-1840) se comenzaron a asentar los cimientos de la España liberal. Fue Juan Álvarez de Mendizábal, ministro de Hacienda y presidente del Gobierno, el responsable de la ley de desamortización más importante. Con la desamortización eclesiástica se aspiraba a alcanzar tres grandes objetivos: Objetivo financiero: recaudar ingresos para pagar la deuda pública del Estado y obtener recursos económicos para financiar la guerra contra los carlistas.Objetivo político: ampliar la base social del liberalismo, creando un sector de propietarios que apoyaran al bando isabelino en la 1ª Guerra Carlista. Objetivo social: crear una clase media de campesinos propietarios que incrementaran la productividad de la tierra y posibilitar el acceso a la propiedad de campesinos sin tierras.El 11 de octubre de 1835 Mendizábal promulgó un Decreto por el que se suprimían las órdenes religiosas, excepto las dedicadas a enseñanza y asistencia de enfermos. Otro Decreto, promulgado el 21 de febrero de 1836, declaraba en venta todos los bienes de las Comunidades y corporaciones religiosas extinguidas.Las fincas fueron subastadas principalmente entre inversores burgueses, ya que eran los únicos que tenían liquidez. En total, entre 1836 y 1844 fueron desamortizadas el 62 % de las propiedades de la Iglesia, primero del clero regular y después del clero secular.En cuanto a las provincias más afectadas éstas fueron Sevilla, Córdoba, el resto del valle del Guadalquivir, Salamanca, Zaragoza, Toledo… Tuvo menos repercusión en toda la franja norte.El proceso desamortizador quedó interrumpido en 1844, con el acceso de los moderados al poder en la Década Moderada (1844-1854), que incluso devolvieron a la Iglesia los bienes que aún no habían sido vendidos. Aquellos que adquiriesen las propiedades en subasta pública podrían pagar al Estado de dos maneras:En metálico, pagando inmediatamente el 20% del total y el resto en 16 años con un interés del 5%.Entregando títulos de deuda, un 20% inicial y el resto en 8 años con un interés del 8%.
4. La Desamortización de Madoz (1855)
La segunda gran desamortización fue iniciada en el Bienio Progresista (1854-1856), con la Ley Madoz o de “desamortización general” de 1 de mayo de 1855. Ahora se desamortizaron los bienes del clero secular y regular que no habían sido aún desamortizados, los bienes del Estado, los bienes de propios y baldíos de los municipios. Por ello es conocida como desamortización civil. En este caso, las provincias más afectadas fueron Sevilla, Madrid, Toledo, Cádiz…. y las que menos la zona norte de la península.Se utilizó también el procedimiento de la subasta pública para su venta, aunque solo podría hacerse en metálico y en un plazo de quince años.Los objetivos perseguidos fueron:
- Político-sociales: crear propietarios nuevos;
- Económicos: financiar obras públicas, sobre todo la expansión del ferrocarril por la Ley General de Ferrocarriles 1855
- Financieros: reducir la deuda pública.
5. Las Consecuencias de las Desamortizaciones
Los resultados de la desamortización no fueron exactamente los esperados.Consecuencias socioeconómicas:
- Supuso el desmantelamiento casi completo de las fuentes de riqueza de la Iglesia. Esta dejaba de ser un estamento privilegiado, aunque con la firma del Concordato en 1851, el Estado se comprometía a mantener el culto y el clero, a cambio de mantener esta su influencia moral, social y de la enseñanza. Se eliminó la propiedad comunal, lo que agravó considerablemente la situación económica de los campesinos, donde se recogía leña o se llevaba a pastar el ganado, lo que hizo que parte de la población rural emigrara a las ciudades.No resolvió el problema de la deuda, pero sí lo aminoró, pues no se recaudó tanto capital como se esperaba. Además, comenzaron a tributar muchas propiedades que hasta entonces habían permanecido exentas, aumentando los ingresos de la Hacienda. No produjo un aumento sensible de la producción agraria. Los nuevos propietarios,,en general, no invirtieron en mejoras, sino que se limitaron a seguir cobrando las rentas y las incrementaron. La compra de tierras inutilizó un dinero líquido que hubiera sido necesario para impulsar la incipiente industrialización de España con inversiones en ferrocarriles,industrias, infraestructuras, etc. Provocó un reforzamiento de la estructura de la propiedad de la tierra. La nobleza no perdió su base económica en la que apoyaba su influencia social sino que aumentó.Se acentuó el latifundismo en Andalucía, Castilla y Extremadura. Las tierras y las fincas urbanas fueron a parar a los antiguos terratenientes locales, a nuevos inversores de la burguesía ahora terrateniente y aristocratizada, a especuladores e intermediarios.Estos grupos constituirán la nueva clase que apoyará a Isabel II. Quienes no pudieron beneficiarse fueron los campesinos, lo que generará conflictividad y lucha social de estos en las zonas rurales por acceder a la propiedad de la tierra.
- La desamortización ayudó a la consolidación del Estado liberal ya que se acabó con el poder económico de una Iglesia conservadora.
- Se terminó con el sistema feudal como modo de tenencia de propiedad de la tierra transformándola en una mercancía de compraventa afín al nuevo sistema capitalista.
- La nobleza comenzó a ser menos contraria al régimen liberal gracias a que se habían enriquecido.
- Ruptura entre el Estado español y la Iglesia desde 1836 hasta el Concordato de 1851.
- Por último, la desamortización produjo una gran pérdida y expolio de bienes culturales. Muchas obras arquitectónicas se arruinarían y bienes muebles fueron vendidos a precios irrisorios, saliendo muchos de ellos de España.
6. Los Cambios Agrarios
La consecuencia mas importante de la reforma agraria liberal fue el aumento de la roturacion de las tierras. La mayor expasion de cultivos se dio en los cereales, que representaban el 80% del suelo agricola. el segundo gran protagonista fue la vid que se convirtio en un producto de exportacion. el cultivo del olivar se consolido en andalucia, mientras la ganaderia ovina y la lanar sufrieron un notable retroceso. Las unicas innnovaciones de corte de moderno se realixaron en el litoral valenciano donde se desarrolaron los cultivos especializados.
7. Valoración de la Frustrada Reforma Agraria
La Desamortización fue la medida económica más novedosa de los gobiernos liberales pero no suficiente para cambiar el panorama del país. Al atraso de la agricultura española, se unió el aumento de las diferencias sociales, entre una burguesía enriquecida y un campesinado pobre al no haberse creado una clase media agraria. La desamortización y las diferentes medidas jurídicas se convirtieron en una frustrada reforma agraria que hizo más mísera la condición del campesino, creando una oligarquía rural agraria que desempeñará un importante papel en el plano político y económico de la época, manifestado en la práctica del caciquismo. Por otro lado, a pesar de los cambios agrarios de la primera mitad del siglo XIX, la agricultura española siguió estancada. No suministró mano de obra a la industria, ni mercado suficiente para la producción industrial (escasa capacidad de consumo), ni capitales para invertir en ella. En conjunto, durante buena parte del S.XIX y parte del XX la agricultura supondrá un lastre importante para el desarrollo de los demás sectores productivos en España. La actividad agraria también será origen de conflictividad social , desestabilización política por no llevarse a cabo una verdadera Reforma Agraria, ni entonces ni en la primera mitad del S.XX, por la oposición de la burguesía terrateniente principalmente, dando lugar a un problema endémico para la historia contemporánea de España como fue el de no resolver el problema y la necesidad “del acceso a la propiedad de la tierra de una gran masa de campesinos” que fueron expulsados tras las diferentes desamortizaciones, pasando de ser poseedores de la tierra a jornaleros (asalariados) de la misma. Conclusión. De forma general podemos decir que la desamortización fue una medida que tomó el Estado liberal para romper el monopolio de la riqueza ligada al estamento eclesiástico y la salida al mercado de su patrimonio. Tal proceso constituyó un elemento esencial para comprender el tránsito de la sociedad del Antiguo Régimen al Liberalismo, donde la propiedad se concibe como individual y absoluta en su gestión, acabando con el régimen de manos muertas. Este paso era imprescindible en la organización económica para el despliegue del sistema capitalista, ampliamente ligado al sistema liberal (el liberalismo económico).