Desamortizaciones en España
España era un país fundamentalmente agrario con una distribución de la propiedad de la tierra muy desigual. Los grandes propietarios desde la Edad Media eran: la Corona, la Iglesia, la Nobleza y los Municipios. Durante el Antiguo Régimen los terrenos de los estamentos privilegiados no pagaban impuestos y estaban mal explotados, por lo tanto, surgieron las desamortizaciones a finales del siglo XVIII (el Estado quita bienes de la Iglesia, de la Corona y de los municipios que eran “nacionalizados” y después los vendían en pública subasta) como vía para aumentar los ingresos de la Hacienda, primero por su venta y después a través de los impuestos. Además en el siglo XIX hay un grupo social que quiere maximizar esa riqueza y desea apoderarse de esas tierras: la burguesía liberal. De ahí que con el triunfo de los liberales triunfen las desamortizaciones.
Desamortizaciones de la primera mitad del siglo XIX
Estuvieron acompañadas de una serie de medidas encaminadas a suprimir los privilegios del Antiguo Régimen; se suprimieron los mayorazgos, abolición de los señoríos de la nobleza, los señores transformaron el señorío en propiedad privada en contra de los deseos de los campesinos. Las desamortizaciones eclesiásticas también pretendían debilitar a la Iglesia, que apoyaba la causa carlista. La primera de estas desamortizaciones liberales fue la que afectó a los bienes de la Iglesia y la llevó a cabo el liberal progresista Mendizábal. La segunda fue la que afectó fundamentalmente a las tierras de los Ayuntamientos y fue realizada por Pascual Madoz. Como consecuencia del proceso desamortizador se amplió la superficie cultivada y se acentuó el latifundismo. La gente adinerada pudo adquirir tierras, en cambio, los campesinos, sin recursos, no pudieron participar en las compras.
Se empeoraron, por tanto, las condiciones de vida de los campesinos, acostumbrados a completar sus rentas con los bienes municipales. Desde el punto de vista agrario, no se modernizó la agricultura, ni se invirtió en nueva tecnología. La agricultura siguió siendo tradicional y explotada por jornaleros sin tierra. Por lo que se refiere a las consecuencias sociales de las desamortizaciones, los campesinos sin tierra vieron empeorar su situación; explotados por los terratenientes y sin posibilidad de emigrar a las ciudades.
Evolución de la agricultura en el siglo XIX
Los cambios analizados junto con la mejora de los transportes, el aumento de la población, y la política proteccionista de los gobiernos moderados a favor de los cereales contribuyeron a incrementar la producción agrícola. El proteccionismo era básico, el rendimiento de la agricultura española estaba muy por debajo del de otras zonas, el cereal era mucho más barato en otros países por lo que sin un fuerte arancel la producción nacional se habría hundido ante la competencia exterior. A finales de siglo, la política proteccionista se acentuó para intentar frenar la crisis agraria que atravesaban los cereales del interior, para no perder el mercado de la periferia. El cultivo de la patata y el maíz, el trigo y otros cereales, el olivo y la vid fueron los cultivos predominantes. La cabaña ganadera disminuyó por la abolición de la Mesta. Por lo que respecta a la vid, ésta conoció una etapa de auge al verse arrasadas las viñas francesas por la filoxera lo que propició el incremento de las exportaciones a Francia. Sin embargo, el auge concluyó con la extensión de la filoxera por España y la caída de las exportaciones a Francia. Por último, el olivo conoció el aumento de su cultivo en Andalucía, Cataluña y Bajo Aragón.
Nacionalismos en España
El nacionalismo catalán (catalanismo)
En 1830, nació un estado liberal español cuya finalidad era la recuperación de la lengua y de las señas de identidad de la cultura catalana, pero carecía de aspiraciones y de proyectos políticos, siendo sus objetivos puramente culturales. Las primeras formulaciones catalanistas con un contenido político eran con objetivo de conseguir que la burguesía catalana rompiese con los partidos españoles. En 1885 presentaron al monarca Alfonso XII un texto en defensa de los intereses catalanes, a favor del mantenimiento del derecho civil catalán y de la industria catalana. Más adelante se funda la Unió Catalanista, de la que parten las llamadas Bases de Manresa, con las que el regionalismo catalán se transforma en nacionalismo. Considera a Cataluña como una entidad autónoma dentro de España, y separada del poder central. En 1901 se constituyó un nuevo partido político, la Lliga Regionalista de Catalunya, con un programa conservador, a favor de la autonomía para Cataluña. En las elecciones generales de 1901, la Lliga triunfaba en Barcelona.
El nacionalismo vasco
La aparición del nacionalismo vasco se vio propulsado por el fuerismo y el proceso de industrialización. Los fueros vascos, tras la guerra carlista fueron abolidos. En cuanto a la industrialización, con los cambios económicos y la llegada de inmigrantes, estaba afectando a la tradicional identidad vasca. Para romper con esta situación surge el nacionalismo vasco, creado un defensor de la cultura autóctona vasca que consideraba que la inmigración ponía en peligro el euskera, las tradiciones y la etnia vasca. Al defender la pureza racial del pueblo vasco, adquirió, sin embargo, una imagen xenófoba. En 1895 fundaba el Partido Nacionalista Vasco en Bilbao. Dio el nombre de Euzkadi a su patria vasca y se declaró independentista con respecto a España. Esta postura se suavizó tras su fallecimiento aceptándose la vía hacia la autonomía.
Principios básicos del ideario anarquista
Propiedad colectiva administrada por todos, Destrucción del estado, comunidad colectiva en la que cada comunidad tiene autonomía, rechazo de la participación política, sociedad sin clases donde cada individuo tiene plena libertad.
Principios básicos del ideario marxista
Propiedad en manos del estado, estado dictatorial previo a la instauración definitiva del comunismo donde el estado desaparecerá, economía centralizada y colectiva, creación de partidos y sindicatos obreros que promoverán la conquista del estado mediante revoluciones, sociedad sin clases sociales donde el individuo queda anulado por la colectividad.
Directorio militar
Por otro lado, para reforzar a las fuerzas de orden público e “impulsar el espíritu cívico”, Primo de Rivera quiso extender la institución catalana del Somatén a todo el país. Se trataba de crear un cuerpo armado auxiliar adicto al régimen, y protegido por la Ley de Jurisdicciones. Sin embargo, fuera de Cataluña, apenas llegó a tener implantación. El problema regionalista fue uno de los grandes fracasos de la Dictadura. Durante todo el periodo se reprimieron las manifestaciones culturales y políticas del catalanismo, lo que empujó a muchos regionalistas a apoyar a la República. Eliminada la actuación de los partidos y suspendidas las Cortes, era necesario crear un instrumento que sirviera a la vez para nutrir de cuadros locales y nacionales a la Dictadura, y para apoyar al nuevo régimen por lo que Primo de Rivera decidió unificar las distintas Uniones Patrióticas. El nuevo partido, la Unión Patriótica, bajo la dirección de un militar; se fue organizando a partir de entonces.
Directorio civil
Tras la derrota de Marruecos Primo de Rivera propuso al rey un cambio de directorio militar a uno civil donde permanecía un militar (Martínez ahido en gobernación) calvo Sotelo en Hacienda, Conde de Guadalhorce en Fomento y Eduardo aunos en trabajo. Permanecían suspendidas la Constitución y las libertades. El proceso de institucionalización se realizó mediante la creación de una asamblea Nacional consultiva formada por 400 miembros elegidos por sufragio restringido, a los que se les encargó la creación de una nueva Constitución que al final no se llevó a cabo. El gobierno aprovechó un periodo de crecimiento por el que transcurrían en el momento para realizar una política de intervención de carácter populista pero sin cambios en la propiedad ni la situación social de la producción. Otro aspecto destacado de la acción de la dictadura fue la creación del consejo Nacional de trabajo, más tarde se creó la organización corporativa del trabajador (OCT) para la regulación de los problemas laborales. Esto provocó críticas tanto de la derecha como de la izquierda, pero la OCT funcionó gracias a la estabilidad económica.