Desarrollismo y Crisis del Franquismo en España: 1959-1975

Desarrollismo y transformaciones sociales en España (1959-1973)

El período de 1959 a 1973, conocido como los «años dorados» del franquismo o el desarrollismo, se caracterizó por un crecimiento económico vertiginoso, aunque desequilibrado. Este crecimiento tuvo dos consecuencias principales: transformó completamente la sociedad española e incrementó la oposición al régimen franquista.

El Plan de Estabilización de 1959 y los Planes de Desarrollo

Se hacía necesario un modelo liberal que terminara con la autarquía. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. En 1957, Franco permitió la entrada en el gobierno de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos diseñaron el Plan de Estabilización de 1959, siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se recortó el gasto público, disminuyó el intervencionismo del Estado y se abrió la economía al exterior.

Para encauzar el crecimiento económico, el gobierno aprobó entre 1962 y 1975 tres Planes de Desarrollo cuatrienales. Estos planes, inspirados en la planificación francesa y liderados por Laureano López Rodó, miembro del Opus Dei, buscaban el crecimiento del producto nacional, el pleno empleo, un mejor reparto de la renta y la integración de España en la economía mundial. También estimulaban la iniciativa privada con ventajas fiscales y preveían la creación de polos de desarrollo.

Los Planes de Desarrollo tuvieron un resultado inferior al previsto. La economía siguió creciendo, pero la planificación no funcionó, como lo demuestra el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país.

Consecuencias demográficas y sociales del desarrollismo

La rápida industrialización provocó una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y hacia Europa. Entre 1960 y 1970, un millón de trabajadores españoles emigraron, principalmente a Francia, Alemania, Suiza y Bélgica. La emigración redujo el paro e incrementó el ingreso de remesas.

Simultáneamente, la población aumentó debido a la reducción de la tasa de mortalidad y al mantenimiento de una alta tasa de natalidad. Sin embargo, el gobierno no aumentó el gasto público, lo que provocó que los servicios públicos, como la educación, fueran insuficientes para atender a la creciente población.

A pesar de sus limitaciones, el desarrollo económico propició la aparición de la sociedad de consumo. La extensión del uso de electrodomésticos, como la televisión (presente en dos tercios de los hogares en 1969), y del automóvil (un cuarto de las familias españolas poseía uno en 1969), junto con las nuevas modas y costumbres traídas por el turismo, fueron elementos clave de esta nueva sociedad.

Causas de la crisis final del franquismo desde 1973

Los últimos años de la dictadura estuvieron marcados por la decrepitud física de Franco y la decadencia del régimen, que se mantenía fiel a sus principios, incluso con mayor violencia, en un contexto complejo y conflictivo.

Crisis económica y conflictividad social

El «milagro económico» de los años sesenta parecía tocar a su fin. Aumentó la inflación y hubo dificultades en la balanza de pagos. A esto se sumaron las consecuencias de la crisis energética mundial de 1973: el aumento del precio de los combustibles, el retroceso del turismo y el retorno de los emigrantes. La dictadura ya no podía justificarse con su éxito económico.

En este contexto de crisis económica, la conflictividad laboral, muy intensa en 1974, y la incertidumbre política amenazaban las inversiones extranjeras que habían impulsado el desarrollo español.

Deterioro político y represión

La situación política se deterioró, con protestas internacionales como las del Consejo de Guerra de Burgos en 1970, donde se aplicaron penas de muerte a militantes de ETA. El régimen se debatía entre el aperturismo y el inmovilismo, optando finalmente por el inmovilismo. Carrero Blanco asumió las riendas del poder ante la enfermedad de Franco. En 1973, el dictador le cedió sus funciones de jefe de Gobierno. Este nuevo gobierno tenía como objetivo aplastar la oposición.

El 20 de diciembre de 1973, Carrero Blanco murió en un atentado de ETA. Arias Navarro fue nombrado su sucesor en 1974, con algunas promesas de cambio, dirigidas a la liberalización de la prensa.

En septiembre de 1975, tras un juicio militar, cinco militantes del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico) y de ETA fueron condenados a muerte y ejecutados. Hubo grandes protestas internacionales, pero ni la movilización internacional ni la presión diplomática consiguieron que Franco ejerciera el derecho de gracia. El gobierno convocó una manifestación de apoyo al candidato en la Plaza de Oriente el 1 de octubre. Ese mismo día, el GRAPO asesinó a cuatro policías en Madrid.

La Marcha Verde y el fin del régimen

El rey marroquí Hassan II organizó la Marcha Verde, reclamando el Sáhara Occidental español. Mientras Franco agonizaba, el gobierno cedió y, violando el mandato de la ONU, España entregó su antigua colonia a Marruecos y Mauritania.

Finalmente, Franco murió el 20 de noviembre de 1975. Con él moría el proyecto político e ideológico que había sustentado su régimen, a pesar de que confiaba en que su obra continuaría en la persona del rey Juan Carlos I.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *