El Descubrimiento de América
Tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1453, quedaron cerradas las vías comerciales que unían Asia y Europa a través de Oriente Próximo. Esto obligó a los Estados europeos a buscar nuevas rutas para conseguir los productos de Oriente (especias, sedas, piedras preciosas…), iniciándose así la exploración del Atlántico por parte, sobre todo, de Portugal y Castilla.
En este contexto, en el que también se estaba difundiendo la teoría de la esfericidad de la Tierra, Cristóbal Colón desarrolló la idea de alcanzar Asia navegando hacia el oeste. Convencido de su proyecto, se lo presentó en 1486 a los Reyes Católicos, con quienes firmó las Capitulaciones de Santa Fe el 17 de abril de 1492. Por estas capitulaciones, se le reconocía a Colón los títulos de Almirante de la Mar Océana, Virrey y Gobernador de las tierras que se descubrieran, un décimo de las ganancias que se obtuvieran y un octavo de lo necesario para armar la flota.
La primera expedición zarpó con dos carabelas (La Niña y La Pinta) y una nao (la Santa María) del puerto de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492 y, tras hacer escala en las Canarias, reinició el viaje el 3 de septiembre. El 12 de octubre de 1492 llegó a la isla de Guanahani, llamada por Colón San Salvador. En sus cuatro viajes (1492, 1493, 1498 y 1502), Colón descubrió las pequeñas y las grandes Antillas (Juana, La Isabela, La Española…) y exploró parte del litoral continental.
El convencimiento que tenía Colón de haber alcanzado las costas de Asia hizo que las nuevas tierras fueran bautizadas con el nombre de Indias. Poco más tarde, las tierras recién descubiertas por los europeos recibirían el nombre de América en memoria del italiano Américo Vespucio, quien supo advertir que pisaba un nuevo mundo. No obstante, en España se seguiría nombrando al continente como las Indias hasta la llegada de los Borbones.
Conquista y Colonización de América
Tras el regreso de Cristóbal Colón con las noticias de su llegada a las Indias, Castilla consiguió que el papa Alejandro VI le concediera, en la Bula Inter Caetera, la propiedad de los nuevos territorios que se descubrieran. Esto originó un conflicto con Portugal, que denunció el incumplimiento del Tratado de Alcaçovas (1479). Para solucionar este conflicto, se firmó el Tratado de Tordesillas (1494), que establecía una línea divisoria, de polo a polo, a 370 leguas al occidente de Cabo Verde. Las tierras situadas al oeste de dicha línea serían para Castilla, y las situadas al este para Portugal.
La conquista e incorporación de la mayor parte de los territorios de la América hispana a la Corona de Castilla se llevó a cabo durante los reinados de los Reyes Católicos y de Carlos I. Durante los primeros veinte años se conquistaron las distintas islas antillanas, culminándose este proceso con la ocupación de la isla de Juana (Cuba). A partir de ahí se iniciaron una serie de expediciones a tierra firme.
- Entre 1519 y 1521, Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca, cuyo territorio pasó a ser el Virreinato de Nueva España.
- El Imperio Inca fue conquistado por Francisco Pizarro entre 1527 y 1533, constituyéndose el Virreinato del Perú.
Al margen de estas conquistas, los castellanos exploraron en apenas medio siglo toda la costa y partes del interior que les correspondían por el Tratado de Tordesillas.
De forma paralela a la conquista se produjo el proceso de colonización de los territorios, creándose una sociedad heterogénea formada por una minoría de blancos, que formaban la élite social, y una mayoría de indios, mestizos y negros. Aunque los indios fueron reconocidos por la reina Isabel como súbditos de la Corona y tenían derecho a trabajar libremente a cambio de un salario, los colonos empezaron a utilizar el trabajo forzado de los indios mediante los repartimientos, sistema por el que se repartían indios entre los colonizadores.
Los abusos y protestas que originó este sistema obligaron a una primera reglamentación (Leyes de Burgos, 1512), que establecía el sistema de encomienda, por el que se le asignaba a un colono un grupo de indios que trabajaban para él a cambio de evangelización y protección. Pero los encomenderos no respetaron las garantías establecidas para el indígena, motivando numerosas protestas eclesiásticas (fray Bartolomé de las Casas), lo que hizo que el sistema de encomiendas fuera abolido en las Leyes Nuevas (1542). Otras formas de trabajo obligatorio, pero remunerado, se emplearon en las minas (mita) y en la artesanía (obrajes).