El Descubrimiento de América
A finales del siglo XV, en Europa se dieron las condiciones para iniciar una época de exploraciones y expansión por el océano Atlántico. La demanda de productos de oriente, como especias, seda, metales y piedras preciosas, animó a los comerciantes europeos a buscar rutas alternativas a las tradicionales que se realizaban por el Mediterráneo y la ciudad de Constantinopla. Los reinos de Portugal y de Castilla, estratégicamente posicionados, fueron pioneros en la expansión ultramarina, abriendo un periodo de la historia que sería conocido como la Era de los Descubrimientos Geográficos.
Cristóbal Colón convenció a los Reyes Católicos de que era posible llegar a la tierra de las Especias (India y el Lejano Oriente) navegando hacia el oeste a través del Atlántico. En enero de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, un acuerdo por el que se le autorizaba a llevar a cabo una expedición que partió del puerto de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492. El primer viaje de Colón estuvo compuesto por tres naves (las carabelas La Pinta, La Niña y la nao Santa María) y una tripulación de unos 90 hombres. Tras diversas vicisitudes, alcanzaron tierra el 12 de octubre de 1492, desembarcando en la actual isla de San Salvador, Bahamas. Colón creyó haber alcanzado las costas asiáticas (India). Había descubierto América.
Colón realizó tres viajes más, entre 1493 y 1502, en los que recorrió las islas del mar Caribe y tomó contacto con la costa sudamericana, sin llegar a ser consciente de su descubrimiento.
Los Reyes Católicos consiguieron del Papa Alejandro VI derechos de conquista y evangelización sobre las nuevas tierras (bula Inter Caetera). Sin embargo, las demandas portuguesas obligaron a firmar el Tratado de Tordesillas (1494) entre Castilla y Portugal, por el que se establecía una línea imaginaria de demarcación situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Esta división permitió a Portugal controlar la costa africana y la de Brasil, mientras que Castilla se aseguraba el dominio del Caribe y el resto de las tierras por descubrir (América y el Pacífico).
Conquista y Colonización de América
El descubrimiento del continente americano fue seguido por un proceso de conquista y colonización. El primer asentamiento español se estableció en la isla de La Española (en la actual República Dominicana), desde donde se fueron explorando y conquistando, entre 1493 y 1494, algunas islas del mar Caribe: Puerto Rico, Guadalupe y Cuba, que sirvieron como plataforma para la conquista de los territorios continentales de Centroamérica, Florida y México.
A partir de 1499, la corona española cedió la iniciativa de la conquista a particulares (nobles, hidalgos o soldados), que financiaban la expedición, reclutaban sus propias tropas y se comprometían a colonizar las tierras conquistadas y a evangelizar a los indígenas, poniéndolos bajo la soberanía de la monarquía española. Se estableció un sistema de capitulaciones y repartimientos por el que los conquistadores eran recompensados con cargos, tierras y una parte del botín, entre el que se incluía el reparto de indios para que realizasen trabajos forzados. Para evitar abusos, la corona española aprobó las Leyes de Burgos (1512), que pretendían proteger a los nativos americanos estableciendo el sistema de encomienda. Los encomenderos recibían una asignación de indios para que trabajasen las explotaciones agrícolas a cambio de protegerlos y evangelizarlos; sin embargo, el sistema no acabó ni con los abusos ni con la explotación.
Gobierno y Administración
Los territorios americanos (Las Indias) fueron integrados desde su descubrimiento en el reino de Castilla. No eran considerados colonias, sino una parte más de la monarquía, y sus habitantes, tanto españoles como indígenas, eran considerados súbditos de la corona de Castilla.
Para controlar la administración de los territorios americanos se crearon:
- La Casa de Contratación: creada en 1503 y con sede en Sevilla, controlaba todo lo relativo a la navegación y al comercio con América en un régimen de monopolio. Toda persona y toda mercancía que deseaba viajar al Nuevo Mundo debía ser autorizada por la Casa de Contratación, que también se convirtió en escuela de navegantes y cartógrafos. A América se enviaban productos manufacturados y se traían materias primas, especialmente metales preciosos, que eran controladas por la corona (Caudales de Indias). Para defenderse de la piratería, se creó un sistema de flotas anuales (Flotas de Indias) en el que los barcos iban agrupados y defendidos por galeones. En el siglo XVIII, Cádiz sustituyó a Sevilla como sede del comercio con América.
- El Consejo de Indias: se creó en 1524. Tenía su sede en la corte y asesoraba al rey en los asuntos relativos a los territorios americanos como parte del complejo sistema de consejos de los Habsburgo. Eran asesores técnicos, formados en universidades.
En cuanto a la administración territorial, se implantó el sistema de virreinatos para los territorios más importantes (Nueva España, Perú, Nueva Granada), dirigidos por un virrey, representante personal del rey, con amplios poderes. También había demarcaciones territoriales menores, como gobernaciones y capitanías generales.
La administración local era similar a la castellana, aunque allí los ayuntamientos eran denominados cabildos. Con respecto a la administración de justicia, también se desarrolló el sistema castellano de Audiencias y oidores.
El Impacto de América en España
Los descubrimientos geográficos tuvieron una profunda repercusión tanto para España como para Europa. Sus efectos transformaron la economía y el comercio mundiales y trajeron cambios políticos, demográficos y culturales que situaron a España como potencia hegemónica durante más de un siglo.
Consecuencias Económicas
El comercio con América se convirtió en el motor de la economía española. Una de las prioridades era encontrar metales preciosos, lo que acabó siendo una obsesión. La explotación de minas de oro y plata se utilizó para financiar a la monarquía española y para pagar sus ejércitos e intereses en Europa. Tuvo también efectos nocivos, como el aumento de la inflación, que se conoce como la revolución de los precios. El comercio internacional se incrementó. Los puertos atlánticos, como Sevilla, Lisboa o Cádiz, pasaron a ser los grandes centros de la actividad comercial.
Consecuencias Demográficas
Se calcula en más de 150,000 los súbditos de la corona de Castilla que emigraron a América entre los siglos XVI y XVIII. Pocos amerindios hicieron el camino inverso, pero el impacto de la conquista para las poblaciones indígenas fue terrible, provocando un notable descenso demográfico por las enfermedades que se transmitieron y las duras condiciones de vida que les fueron impuestas. Se produjo un complejo mestizaje racial entre europeos y amerindios.
Consecuencias Culturales
El descubrimiento de América cambió la concepción del mundo y supuso un estímulo para la actividad intelectual. También produjo avances en el derecho internacional y en los derechos de los indios, en cuya defensa destacó Bartolomé de las Casas con su obra Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Los españoles impusieron su cultura, su religión, sus leyes, y el castellano se convirtió en la lengua universal.