Despotismo Ilustrado, Liberalismo Económico y Revoluciones: Un Recorrido Histórico

Despotismo Ilustrado

El despotismo ilustrado fue una variante de la monarquía absoluta que se practicó desde la segunda mitad del siglo XVIII en varios países europeos. La idea de progreso podía ser muy útil para gobernar con mayor eficacia y acrecentar el poder regio. Para mejorar el funcionamiento del estado, los déspotas ilustrados pusieron en marcha una serie de reformas políticas (dejaron de convocarse parlamentos o cortes, se reorganizó la administración provincial con el objetivo de centralizar y aumentar el poder de los reyes) y económicas (se introdujeron algunas mejoras en agricultura, artesanía y comercio; se instruyó a los productores y se ampliaron las vías de comunicación). También se tomaron medidas contra la iglesia, que no aceptaba el poder incuestionable que tenían sobre ella. Los reyes comenzaron a practicar un fuerte regalismo. Sin embargo, ningún principio ilustrado del liberalismo político fue incorporado a la práctica de gobierno. Ideas como la separación de poderes o la soberanía popular habrían destruido las monarquías absolutas.

Liberalismo Económico

Muchas de las disciplinas que se vieron beneficiadas por los principios de razón y progreso y por la facilidad de difusión de los conocimientos en esta época fueron la economía, la ciencia y la técnica. El británico Adam Smith elaboró una teoría económica (liberalismo económico) que defendía la libertad de producir y comprar para lograr la riqueza de las naciones. Criticaba las limitaciones que los gremios y monopolios imponían a las relaciones económicas. Opuesta al mercantilismo se desarrolló la teoría de la fisiocracia, que defendía también el libre funcionamiento del sistema económico.

Cultura y Arte en el S. XVIII. La Difusión de las Ideas Ilustradas

Las nuevas ideas ilustradas circulaban a través de la prensa y los libros, y sobre todo, se dieron a conocer en la obra cumbre de la ilustración, la Enciclopedia. Esta obra, que organizaba los temas e ideas alfabéticamente, fue dirigida por los ilustrados franceses. Sus 28 volúmenes fueron publicados entre 1751 y 1772. Llegó a tener 25.000 suscriptores de sociedades de lectura y hogares cultos de Francia y otros países. Como alternativa a los antiguos lugares de sociabilidad (iglesia, familia y gremio) las ideas ilustradas corrían de boca en boca en las tertulias de los cafés, las tabernas y los salones de nobleza y alta burguesía. Propio de esta época fue la creación de sociedades de lectura, que fueron las primeras bibliotecas populares de préstamo. Los temas religiosos fueron reemplazados por libros de ciencias, artes, filosofía y literatura. Los científicos e intelectuales se reunían en las academias. En un principio su nacimiento fue positivo, fomentaron el saber y el conocimiento realizando estudios de todo tipo, pero con el tiempo se oficializaron en exceso, lo que es más grave es que si no entrabas en los círculos académicos tu obra era rechazada (de ahí surge el salón de los rechazados impresionista).

La Revolución Americana. El Nacimiento de los EEUU

Las Trece Colonias

Grupos de emigrantes europeos, fundamentalmente provenientes de Inglaterra, se habían establecido desde el siglo XVII en la costa este de Norteamérica. Algunos habían huido de la inestabilidad política y de las persecuciones religiosas del norte de Gran Bretaña. La monarquía británica organizó a los colonos en 13 colonias. Un gobernador, como representante del rey, ostentaba la máxima autoridad en cada una. Su poder era casi exclusivamente militar. Para todos los demás asuntos se gobernaban a través de las asambleas generales.

Independencia y Guerra

Tras la Guerra de los Siete Años los británicos establecieron un importante ejército permanente en América y obligaron a los colonos a financiarlo mediante nuevos impuestos. Los colonos se rebelaron (“ningún impuesto sin representación”) ya que no tenían representantes en el parlamento de Londres. Comenzó entonces un proceso revolucionario de delegados de las 13 colonias que se declararon independientes de Gran Bretaña en 1776. Las colonias pasaron a llamarse estados, y el nuevo país, los Estados Unidos de América. Los británicos se opusieron, lo que originó la guerra de la independencia.

Constitución y Democracia

Los delegados se reunieron de nuevo en Filadelfia y redactaron una constitución que fue aprobada en 1787. Los puntos fundamentales de la constitución americana se mantienen todavía vigentes:

La Revolución Francesa

A finales del siglo XVIII, bajo el reinado de Luis XVI, Francia continuaba siendo una monarquía absoluta. Pero amplios sectores de la población criticaban la situación y pedían un cambio de régimen. En 1789 coincidieron varias causas que desencadenaron la revolución:

  • Las ideas liberales de crítica al absolutismo y a la sociedad estamental y a favor de la división de poderes que surgieron durante la Ilustración. Incluso algunos nobles y clérigos las apoyaban.
  • El ejemplo de los Estados Unidos. Algunos franceses habían participado en la guerra de la independencia americana a favor de los colonos.
  • Desigualdad ante la ley. Los nobles estaban exentos del pago de impuestos. Un amplio sector del tercer estado, la burguesía coincidía con el pueblo en que la nobleza era un grupo social que no aportaba beneficios a la nación.
  • Crisis económica. La Guerra de los Siete Años también afectó a la economía y creó una enorme deuda pública. A pesar de ello, la corte de Versalles no disminuyó sus gastos. Por otra parte, la población había crecido mucho a lo largo del siglo XVIII y la producción agraria no podía atender la demanda de alimentos.

Revuelta Aristocrática o Nobiliaria

Los Estados Generales (1789). Ante los enormes problemas económicos, el rey Luis XVI convocó a los 3 estamentos para plantear que los nobles pagaran impuestos. El tercer estado exigió que esa medida se votara por cabeza y no por estamentos, lo que provocó la disolución de los Estados Generales. Los representantes del tercer estado se constituyeron en asamblea nacional (parlamento) y juraron no rendirse hasta que Francia tuviese una constitución.

Asamblea Constituyente (1789-1791)

El pueblo de París se sublevó y atacó la fortaleza de la Bastilla. Los soldados abrieron las puertas al pueblo. El rey no pudo disolver la asamblea y esta tomó importantes decisiones, entre ellas elaboró la constitución de 1791.

Asamblea Legislativa (1791)

Mientras las potencias absolutistas de Austria y Prusia amenazaban con invadir Francia, en la asamblea surgieron diferentes grupos políticos: los girondinos (moderados y partidarios de la monarquía parlamentaria) y los jacobinos (liberales radicales partidarios de la república).

La República (1792)

La asamblea proclamó la república y se convirtió en convención asumiendo el poder legislativo y ejecutivo. El rey fue juzgado por alta traición y ejecutado en la guillotina. Se organizaron comités para atender a los diferentes asuntos. Robespierre dirigía el comité de salud pública y ejecutó y guillotinó a todos los sospechosos de ser antirrevolucionarios. Este periodo se conoce como del Terror.

El Directorio y el Consulado (1795)

Tras la ejecución de Robespierre se produjo una reacción a favor de la creación de un gobierno, al que se denominó directorio. Francia estaba obteniendo importantes victorias militares. Su general más importante, Napoleón Bonaparte, dio un golpe de estado en 1799 y se hizo con el poder de Francia, proclamándose cónsul.

Características de la Revolución Francesa

Las características de la revolución francesa son: sucedió en el estado más poderoso y habitado de Europa. De todas las revoluciones que la precedieron y la siguieron fue la única revolución social de masas y más radical que otro levantamiento. De todas las revoluciones de la época, fue la única universal, es decir, que es un hito en todas partes.

El Imperio Napoleónico

Napoleón se autoproclamó emperador en 1804, y resucitó la idea de un imperio europeo. Sus victorias militares contra las dinastías absolutistas de las 2 potencias continentales más importantes supusieron el control de Italia, Países Bajos, Polonia y gran parte de Alemania. También invadió España, donde durante unos años reinó su hermano bajo el nombre de José I. En 1812 intentó conquistar Rusia pero fracasó. Su gran enemigo fue siempre Gran Bretaña. Napoleón tuvo que conformarse con decretar el bloqueo continental. En 1815 los británicos y sus aliados europeos derrotaron definitivamente a Napoleón. Aparte de ser un genio militar, Napoleón es un mito por varias cuestiones. Fue el primer hombre de origen humilde que llegó a emperador, será el modelo a imitar durante más de un siglo. Fijó reformas que ya habían sido ideadas antes pero él las consolidó en el mundo no anglosajón. Al final de las guerras napoleónicas Gran Bretaña se consolidará como la primera economía mundial gracias a su dominio de los mares, el comercio y de haber iniciado la revolución industrial.

Restauración y Revoluciones del S. XIX. El Congreso de Viena

Tras la derrota y el definitivo destierro de Napoleón, los países vencedores se reunieron en el congreso de Viena. Prusia, Rusia y Austria eran absolutistas, y solo Gran Bretaña era una monarquía parlamentaria. Se propusieron 3 objetivos: restaurar el absolutismo, bajo el nuevo nombre de legitimismo. Los reyes eran los únicos legitimados por la historia para gobernar. En varios países europeos se reinstalaron las antiguas dinastías. Crear una alianza de intereses entre los diferentes reyes para defenderse de los cambios revolucionarios. Se denominó la Santa Alianza, a la que no se adhirió Gran Bretaña. La intervención del ejército francés en España de los 100 mil hijos de San Luis restauró a Felipe VII acabando con el trienio liberal de Riego. Recomponer el mapa de Europa, muy alterado en la época napoleónica. Este hecho tendría importantes consecuencias en la política europea del siglo XIX.

Las Revoluciones Liberales del S. XIX

En 1820 en lugares de la Europa mediterránea se produjeron revoluciones que tomaron como modelo y programa la constitución española de Cádiz de 1812. En 1822, una asamblea democrática proclamó la independencia de Grecia en oposición al poder absolutista del imperio turco. En 1830, grupos de intelectuales, estudiantes y obreros realizaron en París la que se denominó revolución de las barricadas contra el absolutismo de Carlos X, sucesor de Luis XVIII. Tras la abdicación del rey se instauró la monarquía parlamentaria de Luis Felipe de Orleans, se suprimió la censura de prensa y se amplió el derecho a voto. Los belgas proclamaron su independencia de los Países Bajos. También hubo una sublevación en Polonia. En 1848, una nueva revolución en Francia acabó con la monarquía de Luis Felipe de Orleans, y los liberales radicales volvieron a proclamar la república, que luego evolucionó hacia el régimen moderado de Napoleón III. La revolución se extendió a ciudades de Austria, Alemania e Italia. Estos movimientos tuvieron especial importancia porque incorporaron reivindicaciones de carácter democrático y social. Además del sufragio universal, se pidió el derecho de huelga y la jornada laboral de 10 horas. Aunque estos objetivos no se consiguieron, marcaron el camino a seguir. Las causas de estas revoluciones eran por un lado las propias del antiguo régimen (crisis de subsistencias, malas cosechas…) y por otro las nuevas relacionadas con el incipiente capitalismo de reciente aparición (bajos salarios, despidos, mecanización…). Será el principal protagonista el proletariado urbano. Aparecerán nuevas ideas como el comunismo, se produce la ruptura del tercer estado; los proletariados, los trabajadores y el pueblo ya no se dan cuenta de que han cambiado un enemigo por otro. Antes era el absolutismo y ahora es la burguesía capitalista.

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