La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): Constitución de 1929, Oposición y Caída
La Asamblea Nacional y el Proyecto de Constitución de 1929
- Asamblea Nacional: Constituida en 1927, tenía carácter consultivo y su función era elaborar y presentar proyectos de leyes al Gobierno. Estaba formada por representantes de las diferentes corporaciones del Estado (ayuntamientos, diputaciones), de los sectores económicos y de la Unión Patriótica.
En 1929, esta Asamblea Nacional presentó el proyecto de una nueva Constitución, que fue acogido con fuertes críticas, tanto por los políticos liberales como por los partidos de izquierdas, y ante la falta de apoyo fue retirado. Establecía:
- Una nueva organización territorial unitaria y centralizada.
- Una Asamblea única de composición tripartita y desigual (la mitad de los diputados elegidos por sufragio universal, otros designados por el rey, y los restantes eran de representación corporativa).
- La religión católica como la oficial del Estado.
- Un Consejo del Reino consultivo del monarca para la designación del jefe de Gobierno y para la aprobación o veto de las leyes.
La Asamblea Nacional presentó el proyecto de una nueva constitución, la de 1929, que establecía:
- Monarquía constitucional.
- El sistema constitucional del Estado español responde al doble principio de diferenciación y coordinación de Poderes.
- La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación se obliga a mantener el culto y sus ministros. Nadie será molestado en el territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana.
- No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la religión del Estado. La persona del Rey es sagrada e inviolable. Al Rey está atribuida la función moderadora, y en virtud de ella ejercerá las prerrogativas que requiera el mantenimiento de la independencia y armonía de todos los Poderes, con arreglo al texto constitucional.
- Poder legislativo: Rey y Cortes.
- Consejo del Reino, al cual corresponderá, además de las facultades gubernativas, consultivas y de intervención legislativa que la Constitución le atribuye, la de decidir, como órgano de justicia constitucional, con jurisdicción delegada del Rey, sobre los conflictos, responsabilidades y recursos especificados.
Este proyecto fue acogido con fuertes críticas, tanto por los políticos liberales como por los partidos de izquierdas, y ante la falta de apoyo fue retirado.
La Política Económica y Social
La Dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional de los años veinte, que llegó una vez que se superaron los problemas generados por la Gran Guerra. Y en ese contexto realizó una política dirigida al desarrollo de la industria nacional y de las obras públicas:
- Se avanzó de manera importante en la construcción de ferrocarriles, carreteras, centrales hidroeléctricas, etc.
- Se construyeron en varias ciudades barriadas populares para paliar el enorme déficit de viviendas dignas que existía.
- Se aprobó un Decreto de Protección de la Industria Nacional que preveía la concesión de ayudas estatales a las empresas que no podían competir con el exterior.
- Se concedieron grandes monopolios, como el de la Compañía Telefónica Nacional de España.
- Se concedió la exclusiva del petróleo (importación, refino y distribución) a la Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo (CAMPSA).
Esta política, sin embargo, provocó un fuerte endeudamiento del Estado, que en 1929 era seis veces superior al de 1924.
La Oposición a la Dictadura
La oposición a Primo de Rivera estuvo integrada por buena parte de los dirigentes de los antiguos partidos del turno, los republicanos, los anarquistas, los comunistas y la mayor parte de los intelectuales:
- Los partidos del turno, inactivos al principio, se sintieron molestos por la excesiva duración del régimen militar. Algunos de sus dirigentes participaron en complots como la «sanjuanada» de 1926 o la intentona de Sánchez Guerra en 1929.
- Los republicanos se agruparon en la llamada Alianza Republicana, que se dedicó a promover una intensa campaña propagandística en el exterior. En Galicia se fundó la ORGA (Organización Republicana Gallega Autonómica).
- El movimiento intelectual contra la dictadura estuvo protagonizado por figuras como Miguel de Unamuno (filósofo, novelista y Rector de la Universidad de Salamanca), Ortega y Gasset, Blasco Ibáñez o Menéndez Pidal. Los estudiantes, agrupados en la Federación Universitaria Española, participaron con huelgas y manifestaciones.
- La CNT mantuvo una oposición radical, aunque algunos de sus miembros -como Ángel Pestaña- se mostraran partidarios de utilizar formas pacíficas. El sector duro creó, en 1927, la Federación Anarquista Ibérica (FAI), partidaria de la insurrección popular.
- Desde 1929, el PSOE cambió su postura colaboracionista por otra de oposición, mostrándose partidario de instaurar una república.
- Los anarquistas organizaron atentados frustrados contra el rey y crearon la FUE (Federación Universitaria Escolar).
- Los nacionalismos periféricos, sobre todo el catalán, radicalizaron su oposición contra la dictadura.
- Se disolvió el cuerpo de Artillería, y muchos de sus oficiales se pasaron a las filas republicanas.
La Caída del Dictador
Si al principio la Dictadura fue bien acogida porque arreglaba problemas inmediatos y porque se pensaba que era una solución provisional, con el paso de los años comenzó a perder apoyos y a tener, como hemos visto, una oposición fuerte. En 1930, Alfonso XIII, temeroso de que el descrédito de la dictadura afectase a la propia monarquía, retiró su confianza a Primo de Rivera, que dimitió en enero de ese año.
Le sustituyó el General Berenguer, con el objetivo de iniciar una vuelta al sistema constitucional. Pero ese proceso se hizo tan lentamente que la oposición y la opinión pública comenzaron a impacientarse.