Dictadura de Primo de Rivera: Orígenes, Desarrollo y Oposición

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Antecedentes y Causas del Golpe Militar

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) constituyó el primer gobierno dictatorial de España, suspendiendo las garantías constitucionales conquistadas a lo largo de los años. El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera se pronunció contra la legalidad constitucional y exigió al Rey que el poder pasara a los militares, aceptando el monarca esta solución. Los golpistas (Primo de Rivera y los sectores que le dieron su apoyo) justificaron su acción como solución a la crisis política y la conflictividad social del país:

  • Inestabilidad del sistema político parlamentario y su desprestigio por el fraude electoral.
  • Miedo de las clases acomodadas a una revolución ante la conflictividad de los obreros y campesinos.
  • Aumento de los nacionalismos y del republicanismo.
  • El desastre de Annual: ataque por parte de los españoles al mando del general Silvestre, resultando en una enorme derrota con grandes pérdidas territoriales y humanas que desencadenó la ira de amplios sectores del ejército y la derecha.

El apoyo del Rey al golpe fue el punto final que decidió a los militares. Así, dio comienzo la dictadura como una solución inconstitucional que acabó con cualquier posibilidad de reforma democratizadora del sistema.

La Reorganización del Estado

Primeras Medidas

La Dictadura de Primo de Rivera pasó por dos fases:

  1. Directorio Militar: Hasta 1925 gobernó un directorio cuyos miembros eran militares.
  2. Directorio Civil: Desde 1925. Ese año se incluyeron como ministros a personalidades civiles, como Eduardo Aunós en el Ministerio de Trabajo. A pesar de estas incorporaciones, el régimen continuó siendo autoritario.

Las primeras medidas mostraron su carácter dictatorial: suspensión del régimen constitucional, cese de las autoridades civiles, todo acompañado de una militarización del orden público y represión del obrerismo radical. Para acabar con el caciquismo se elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial y se sustituyeron los ayuntamientos por juntas de vocales nombradas por los gobernadores civiles, pero en la práctica fue una farsa que eliminó los mecanismos electorales y se limitó a sustituir unos caciques por otros. En relación a los conflictos exteriores, el principal era el conflicto de Marruecos que se saldó con la operación conjunta con Francia en el desembarco de Alhucemas (1925), que fue un gran éxito. Tras varias derrotas, el líder Abd el-Krim se rindió, entregándose a las tropas francesas. En 1927 el ejército español había concluido la ocupación efectiva de todo el protectorado en Marruecos.

Los Cambios Políticos

Desde 1926 se fue abandonando la idea de una dictadura transitoria y se intentó institucionalizar el régimen para darle continuidad, influenciado por el fascismo italiano. El primer paso fue la creación de una Asamblea Nacional Consultiva cuyos miembros no serían elegidos por sufragio, sino designados entre los ciudadanos pertenecientes a las grandes instituciones públicas. Para promover la adhesión al nuevo sistema se creó un partido único, la Unión Patriótica. Era un partido gubernamental sin programa ideológico definido y cuya misión era proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir los dictados del poder. Se reactivó la institución del Somatén para colaborar en el mantenimiento del orden público.

Política Económica y Social

La Dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional tras la I Guerra Mundial y puso en marcha un programa de fomento del sector industrial y las infraestructuras en España a través de la nacionalización de sectores, el intervencionismo estatal y fomento de las obras públicas. Además, el gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional, para conceder ayudas estatales a las empresas que no podían competir con el exterior. También se concedieron grandes monopolios como el de telefonía a la Compañía Telefónica Nacional o el petróleo a CAMPSA, siendo todo subvencionado mediante presupuestos extraordinarios que hicieron que se acumulara una enorme deuda anualmente.

En el mundo agrario no se emprendió ninguna reforma y siguió controlado por los grandes propietarios, siendo la única novedad la promoción del regadío que buscaba sacar el máximo aprovechamiento de los recursos hidráulicos en las cuencas de los grandes ríos españoles. En el ámbito social se puso en marcha un modelo de regulación del trabajo para eliminar los conflictos laborales con la intervención del Estado, la integración de los sectores moderados del movimiento obrero y la represión de las organizaciones sindicales. Para ello se creó la Organización Corporativa Nacional que agrupaba a patronos y obreros en grandes corporaciones y pretendían reglamentar los salarios y condiciones laborales y mediar en conflictos. La UGT pudo operar, pero anarcosindicalistas y comunistas fueron perseguidos por el régimen y obligados a permanecer en la clandestinidad.

La Oposición a la Dictadura

La oposición a la Dictadura estaba integrada por algunos líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, nacionalistas, comunistas, anarquistas, ciertos sectores militares y los intelectuales. Los partidos dinásticos promovieron conspiraciones militares como la “Sanjuanada” en 1926. Respecto a los intelectuales y el mundo universitario, la Dictadura pretendió controlarlos mediante la censura y limitando su libertad hasta el punto de cerrar universidades. Ellos protagonizaron grandes protestas que derivaron en la creación de un gran sindicato, la Federación Universitaria Española, de carácter republicano. Se suscribió un manifiesto en 1924 con más de cien firmas donde destacaban figuras como Unamuno, Ortega y Gasset o Menéndez Pidal en contra de estas medidas, siendo la mayoría desterrados o perseguidos.

El conflicto más importante vino de los republicanos y nacionalistas, especialmente los nacionalistas catalanes. La oposición de los republicanos fue permanente y organizaron la llamada Alianza Republicana que logró unir a las diversas facciones del movimiento y desarrollar una amplia campaña propagandística en el exterior. En Cataluña el descontento ante medidas fue en aumento y en el republicanismo de izquierdas y republicano aún más decidida. Destaca el grupo Estat Català desde Francia en 1926.

La CNT, contraria al Régimen, fue duramente perseguida lo que provocó el enfrentamiento entre los partidarios de posturas radicales y los que defendían posiciones más posibilistas. Los primeros crearon la Federación Anarquista Ibérica (FAI). El PSOE también rechazó los intentos continuistas del Régimen y apoyó la llegada de la República.

La Caída del Dictador

La creciente oposición a Primo de Rivera se intensificó cuando el Rey y su camarilla se convencieron de que la dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía y Alfonso XIII retiró su confianza al Dictador quien dimitió el 30 de enero de 1930. Lo sustituye el general Berenguer con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran retornar a la normalidad constitucional. Su período es conocido como “Dictablanda”.

La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, catalanistas de izquierda y PSOE acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián (agosto de 1930), que planteaba el fin de la monarquía y constituir un comité revolucionario que debería convertirse en el gobierno provisional de la futura República. Berenguer no fue capaz de preparar las elecciones y en febrero de 1931 fue sustituido por un gobierno presidido por el almirante Aznar quien prefirió convocar primero las elecciones a nivel municipal por considerarlas menos peligrosas que los niveles superiores para la monarquía y se fijaron para el 12 de Abril de 1931. El pueblo español vio las elecciones como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía debido al apoyo del Rey al Dictador y dio una gran victoria a las fuerzas republicanas en la mayoría de las grandes ciudades. Ante esta situación Alfonso XIII renunció a la Corona y abandonó España mientras el 14 de Abril tras multitudinarias y espontáneas manifestaciones del pueblo desde que se conocieron los resultados, se proclamaba la II República en España.

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