El proceso de desamortización y cambios agrarios:
Las tierras de la nobleza estaban vinculadas al mayorazgo por lo que no podían ser enajenadas ni divididas, sono que debían ser transmitidas integras al primogénito. La iglesia, era propietaria de grandes extensiones de tierra, estas podían ser o no puestas en cultivo o ser arrendadas a los campesinos según las necesidades. Los municipios también eran propietarios de tierras. Estas solían ser de dos formas; tierras de aprovechamiento común, las llamadas tierras del común y tierras de propios que eran aquellas arrendadas por los ayuntamientos a particulares y con cuyos ingresos se cubrían las necesidades de la corporación. Las tierras de la iglesia y de los ayuntamientos se les consideraban como amortizadas.
Los gobiernos liberales llevaron a cabo reformas para transformar las estructuras de la propiedad y las formas de explotación de la tierra. Las primeras tareas fueron las de desvincular los bienes de la nobleza y desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales. 1) La desvinculación supuso una doble acción: la primera fue la abolición de los señoríos y la segunda era la supresión de los mayorazgos. 2) la desamortización, que primero afectó a los bienes eclesiásticos y luego a los de los ayuntamientos, se realizaba siguiendo dos pasos; primero, la incautación por parte del estado de esos bienes, y segundo, la puesta en venta mediante subasta.
La desamortización debe ser entendida como un proceso histórico que cubre una amplia etapa, desde que se pusieron en venta los primeros bienes de los jesuitas, hasta 1924, durante la dictadura del general primo de rivera. Este dilatado proceso de ventas no fue continuo, sino resultado de varias desamortizaciones: Durante el reinado de carlos IV (1788-(08), las cortes de cádiz (1811-1813) y durante la regencia de Mª Cristina. Sin embargo hay que atribuir una especial importancia en el proceso desamortizador a la etapa de Mendizábal, por su volumen y porque a partir de ese momento la desamortización fue un proceso irreversible. En la desamortización de Mendizábal, durante la regencia de Mª Cristina, Mendizábal, asumió la presidencia del consejo de Ministros iniciando importantes reformas.
Primero amplió el número de instituciones religiosas suprimidas y por el real decreto del 19 de febrero de 1836 declara en venta los bienes de estas comunidades extinguidas. Mendizábal continuará su labor desamortizadora bajo el gobierno de josé Mª Calatrava (1836-1837) al ser nombrado ministro de hacienda. Si hasta ahora las desamortizaciones se habían centrado en los bienes del clero secular, un nuevo decreto(julio de 1837), que además de suprimir el diezmo y declarar bienes nacionales sujetos a enajenación los pertenecientes a las órdenes religiosas femeninas, incluía la desamortización de los bienes del clero regular. Sin embargo este decreto no se ejecutó hasta unos años más tarde, durante la regencia de Espartero (1840-1843). Con la desamortización de Mendizábal se pretendían logran varios objetivos: obtener dinero para financiar la guerra carlista; disminuir la deuda pública;
Cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica y atraer a las filas liberales a los principales beneficiarios de la desamortización.
En 1855, durante la etapa del bienio progresista, se reanudó el proceso desamortizador, esta vez de la mano de Pascual Madoz.
Por la ley general de desamortización de 1855 se ponían en venta los bienes propios y comunes de los municipios.
Los efectos de la desamortización fueron, en general, los siguientes: no se obtuvieron los resultados financieros y la deuda pública del estado no desapareció; No consiguió crear una amplia clase media agraria;
Se sacrificaron los intereses de un sector importante de campesinos; Modificó las relaciones laborales en el medio rural; La enajenación de propiedades municipales trajo consigo el empeoramiento de las condiciones de vida del pequeño campesinado; Favoreció la expansión de la superficie cultivada y de la producción agraria. Desde un punto de vista político la desamortización tendría como consecuencia la consolidacion del regimen liberal. También tuvo consecuencias en el terreno urbanístico,cultural y religioso.
El mismo proceso desamortizador, no puede ser valorado como un intento fallido de reforma agraria porque no repartió tierras entre los que carecían de ellas ya que nunca tuvo ese objetivo. Su finalidad era la de conseguir fondos necesarios para financiar las guerras carlistas, disminuir el endeudamiento de la hacienda pública y financiar grandes obras públicas. Durante el sigloXIX, la agricultura fue la base de la economía y la principas actividad económica. esta agricultura se caracterizó por su estancamiento secular. A mediados del siglo XIX se comenzó a experimentar un aumento en la producción agrícola debido al aumento de la superficie cultivada y a la intensificación y especialización regional de cultivos. El sector más atrasado era el dedicado al cultivo extensivo del cereal. A finales del siglo XIX el sector agrícola entró en crisis debido a la escasa competitividad del cereal y debido a la plaga de la filoxera. Otra dificultad se puede apreciar en las tensiones sociales.