La División de España en Dos Zonas (Julio 1936)
El 20 de julio de 1936, España quedó fracturada en dos zonas antagónicas:
- Zona Republicana: Controlaba las principales ciudades y zonas industriales, bajo el gobierno del Frente Popular.
- Zona Nacional (Sublevados): Predominantemente agraria, conservadora y católica, liderada por los militares sublevados.
La lealtad de las fuerzas armadas se dividió:
- Aproximadamente la mitad del ejército, gran parte de la marina y la aviación, y dos tercios de las fuerzas de seguridad permanecieron fieles a la República.
- Sin embargo, las tropas mejor equipadas (como las de Marruecos) y los oficiales más jóvenes se unieron a la sublevación.
- La superioridad inicial republicana en mar y aire fue rápidamente contrarrestada por la llegada de aviones italianos y alemanes modernos.
Medidas del Gobierno de José Giral y sus Consecuencias
Las decisiones del presidente del gobierno, José Giral, especialmente la desmovilización de soldados y la distribución de armas a milicias populares, tuvieron efectos contraproducentes:
- Desarticulación del ejército republicano.
- El poder en la zona republicana quedó fragmentado en manos de milicias y comités locales.
- Se generó una situación revolucionaria y caótica en muchos territorios.
- La República careció de unidad en la dirección política y militar durante meses.
La Guerra Civil: Dos Bandos Enfrentados
A finales de julio de 1936, la sublevación se había transformado en una guerra civil que dividió al país:
- Bando Nacional (Sublevados): Se autodenominaban «nacionales». Contaban con el apoyo de oligarquías tradicionales, pequeños propietarios agrarios, clases medias católicas (CEDA), organizaciones de extrema derecha (falangistas y carlistas) y la Iglesia Católica (que la consideró una «cruzada de liberación»).
- Bando Republicano: Defendían la República democrática y sus logros frente al fascismo. Dentro de este bando, los sectores radicales, anarquistas y comunistas ganaron influencia.
El Desarrollo de la Guerra Civil: Primeras Fases (1936-1937)
La sublevación militar llevó a la desintegración del ejército regular republicano. La defensa de la República quedó, en gran medida, en manos de las milicias armadas de partidos y sindicatos obreros.
La Batalla de Madrid (Agosto 1936 – Marzo 1937)
El objetivo inicial de los rebeldes era la rápida conquista de Madrid:
- Columnas partieron desde Burgos y Valladolid, pero fueron detenidas en la Sierra de Guadarrama.
- El ejército de África, liderado por Franco, trasladó tropas desde Marruecos a la Península en agosto de 1936.
- Franco decidió aplazar la toma de Madrid para liberar el Alcázar de Toledo (defendido por el General Moscardó). Esta victoria le valió a Franco el nombramiento de Generalísimo de las fuerzas sublevadas.
- A finales de octubre, las tropas de Franco estaban a las puertas de Madrid.
- El 6 de noviembre, el gobierno republicano se trasladó a Valencia, dejando una Junta de Defensa de Madrid dirigida por el general José Miaja.
La resistencia de Madrid se fortaleció a pesar de la superioridad militar rebelde:
- La llegada de carros de combate soviéticos elevó la moral de la población.
- Se libraron intensos combates en la Casa de Campo, la Ciudad Universitaria y el Puente de los Franceses, mientras la ciudad era bombardeada.
- En diciembre, Franco renunció al asalto frontal y cambió de estrategia, buscando cercar la ciudad con ofensivas por los flancos (Norte, Noreste y Este).
- La batalla se prolongó con la Batalla del Jarama (febrero 1937) y la Batalla de Guadalajara (marzo 1937), donde el Ejército Popular derrotó a las tropas italianas.
- Ante estos reveses, Franco abandonó temporalmente la conquista de Madrid.