Aumento de la Influencia Soviética y la Desconfianza Occidental
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la influencia de la URSS en Europa había aumentado notablemente. Sus antiguos aliados, Estados Unidos y Reino Unido, desconfiaban de las intenciones expansionistas de la URSS y se mostraban recelosos ante el crecimiento del comunismo en el mundo. La mayoría de los países que habían sido liberados del nazismo por el Ejército Rojo habían caído bajo la influencia soviética: el Partido Comunista se había hecho con el poder y se había implantado el comunismo. En Grecia, una guerra civil enfrentaba a los resistentes comunistas con los no comunistas, que contaban con el apoyo angloamericano. En Italia, en Francia y en Bélgica, los partidos comunistas formaban parte de los nuevos gobiernos de coalición.
Rivalidad entre Sistemas Económicos y Políticos
Del mismo modo, los soviéticos acusaban a sus antiguos aliados de querer mantener su dominio imperialista sobre toda Europa, imponiéndose sobre la voluntad de los pueblos. Además, el papel hegemónico de Estados Unidos en la nueva ONU y su indiscutible liderazgo económico tras los acuerdos monetarios de Bretton Woods (1944) acrecentaron los temores soviéticos. La rivalidad entre las dos grandes potencias reflejaba la oposición entre dos sistemas económicos y políticos: Estados Unidos se erigió en defensor del «mundo libre». Representaba un sistema de democracia liberal basado en la pluralidad de partidos, en el respeto a los derechos individuales y en el predominio de una economía capitalista de mercado. La URSS se presentaba como una garantía contra la expansión del imperialismo capitalista representado por Estados Unidos. Su sistema político se fundamentaba en el poder de un único partido, el Partido Comunista, y negaba el sufragio libre y las libertades individuales. Presentaba una economía planificada por el Estado que negaba la propiedad privada y se basaba en la propiedad estatal de los medios de producción.
La Ruptura entre los Aliados y el Inicio de la Guerra Fría
La ruptura entre los aliados se desencadenó en 1947, cuando el presidente estadounidense Truman fijó como objetivo prioritario la contención del comunismo en el mundo (doctrina Truman). Su secretario de Estado, George Marshall, creyó que una ayuda económica para la reconstrucción posbélica constituiría la mejor arma para frenar la expansión comunista y, para ello presentó el Plan Marshall. La propuesta americana fue criticada por los soviéticos (doctrina Jdanov) como una forma de imperialismo para mantener bajo su dominio a los países europeos. La URSS se opuso a la ayuda económica y obligó a rechazarla a los países del Este bajo su control. Europa se hallaba dividida en dos bloques antagónicos y hostiles, y las dos superpotencias iniciaron una verdadera guerra de propaganda para defender su causa. En Estados Unidos se detuvo a muchos sospechosos de comunismo (macarthismo) y en la URSS se sometía a duras purgas a los acusados de traición. La Guerra Fría había comenzado.
Formación de Bloques y Alianzas
Los dos grandes organizaron sus respectivos bloques mediante sistemas de alianzas económicas y militares:
- En 1949 se firmó el Pacto Atlántico, que integraba a Estados Unidos, Canadá y diez países de la Europa Occidental. Fue el origen de la OTAN, organismo de cooperación militar para defenderse de cualquier agresión extranjera y bajo la dirección de Washington.
- En 1961, veinte países de Europa y América del Norte transformaron la OECE en la OCDE para fomentar el desarrollo económico de los países de libre mercado.
- La URSS y los países del Este europeo también estrecharon sus vínculos. En 1949 se fundó el COMECON, una organización que ofrecía ayuda económica al bloque socialista.
- En 1955 se creó una alianza militar, el Pacto de Varsovia, que unía a la URSS y a los países del Este para garantizar militarmente la seguridad e integridad del territorio comunista.
La División de Alemania y el Bloqueo de Berlín
Alemania había quedado dividida por los vencedores en cuatro zonas de ocupación militar. Las regiones orientales, un 30% del territorio, fueron otorgadas a soviéticos y polacos, mientras que el resto del país quedó bajo el control de estadounidenses, británicos y franceses. Los soviéticos comenzaron a introducir el sistema comunista en el área bajo su control. Como respuesta, en 1948, los aliados occidentales decidieron unificar sus territorios y anunciaron su intención de crear un Estado federal alemán y de establecer una moneda única.
La capital, Berlín, repartida también en cuatro zonas de ocupación, se encontraba en pleno territorio controlado por los soviéticos, los cuales, como respuesta, decidieron cerrar todas las fronteras y aislar el sector occidental de la ciudad (bloqueo de Berlín). Estados Unidos respondió estableciendo un puente aéreo para abastecer la capital, que se mantuvo ininterrumpidamente hasta que en 1949, tras once meses de bloqueo, Stalin decidió poner fin al cerco.
La Construcción del Muro de Berlín
Igual que el resto de Alemania, Berlín quedó dividida en dos zonas de influencia. Entre ambas existía una frontera, pero muchos ciudadanos de la RDA escapaban hacia Berlín-Oeste. Entre 1949 y 1961, dos millones de alemanes del Este huyeron hacia Occidente. Entre estos disidentes muchos eran intelectuales y científicos. El problema surgió en 1958, cuando los dirigentes soviéticos quisieron poner fin a esta huida. La URSS exigió que Berlín-Oeste se integrase en la RDA o se convirtiese en una zona neutral bajo control de la ONU. Estados Unidos se opuso y, en 1961, por iniciativa de las autoridades de Berlín-Este, se levantó un muro que dividió la ciudad en dos. El telón de acero simbólico se convirtió en Berlín en una realidad palpable.