Economía de la Guerra Civil Española y la Autarquía Franquista (1936-1950)

1. La Economía Durante la Guerra Civil Española (1936-1939)

La Guerra Civil Española se produjo porque el golpe de Estado liderado por Franco fracasó. El objetivo de ambos bandos era movilizar recursos para financiar la guerra.

Ventajas del Bando Franquista:

  • Control del ejército y altos rangos militares.
  • Dominio de regiones agrícolas clave.
  • Apoyo de empresarios y grandes capitales.
  • Apoyo militar de Alemania e Italia (a cambio de compensaciones económicas).
  • Neutralidad de Gran Bretaña.

Ventajas del Bando Republicano:

  • Apoyo de la población de las grandes ciudades.
  • Control de la mayor parte de la industria.
  • Control de la agricultura del Levante.
  • Apoyo financiero de Moscú (utilizado para comprar material bélico a la URSS).
  • Carencia de apoyo militar internacional significativo.

Franco implementó una estrategia de control militar total sobre la sociedad.

Tras el golpe de Estado, los sindicatos republicanos tomaron el control de las empresas.

El bando republicano estaba dividido en tres facciones principales: los que buscaban mantener el liberalismo, y los revolucionarios, divididos a su vez entre anarquistas y marxistas.

La República perdió la guerra debido a la falta de recursos y apoyo internacional, la pérdida de capital humano (incluyendo el asesinato de personas cualificadas durante y después de la guerra), y la ineficaz movilización de recursos.

2. La Era de la Autarquía (1939-1950)

El franquismo se propuso inicialmente mejorar los salarios, pero los salarios reales disminuyeron, generando efectos macroeconómicos negativos:

  • Disminución del consumo agregado.
  • Alteración de la demanda: menor demanda de manufacturas, mayor consumo de bienes esenciales y de lujo.
  • Aumento de la desigualdad: mejora para los ricos, empeoramiento para los pobres.
  • Reducción de la actividad industrial.
  • Aumento de la demanda de productos con baja productividad.
  • Falta de inversión en maquinaria debido a la mano de obra barata.
  • Crecimiento de la población rural y recesión en las ciudades.
  • Auge de tecnologías de la Primera Revolución Industrial (carbón, lignito) y dramática escasez de energía.

Franco desconfiaba de los empresarios, a quienes consideraba ineficientes, y ejerció un control y manipulación sobre ellos. Prevalecía el favoritismo personal en la asignación de recursos, lo que fracturó el crecimiento económico e impidió la reconstrucción.

La política aplicada por Franco impidió el desarrollo educativo de la población, dificultando el avance del país.

Las políticas autárquicas e intervencionistas limitaron la capacidad de exportación, la importación de materias primas y energía, y la asignación eficiente de recursos.

La política económica se caracterizó por:

  • Reducción del gasto público (priorizando al ejército y la Guardia Civil).
  • Disminución del consumo privado.
  • Estancamiento del ingreso fiscal.
  • Crecimiento del déficit público financiado con deuda pública, generando inflación y deteriorando los salarios.

Esta política perjudicó a los trabajadores y benefició a los terratenientes.

Franco pretendía finalizar el proceso de industrialización en España, pero la incapacidad de los empresarios privados, junto con las políticas autárquicas e intervencionistas, lo impidieron.

El Estado implementó políticas de control de precios y asignación de recursos a través de instituciones que determinaban la producción, los precios y el consumo. Al establecer precios por debajo del equilibrio, los productores reducían la producción y recurrían al mercado negro.

La escasez de oferta, la alta demanda y el intervencionismo llevaron a la implementación de cartillas de racionamiento para regular el consumo y paliar el hambre, pero esto generó mayor empobrecimiento y enriquecimiento de quienes controlaban el mercado negro.

El control de la distribución de materias primas y bienes de equipo, junto con los cupos y licencias de importación, limitaron la producción industrial y enriquecieron a los capitalistas que liderarían el crecimiento en la década de 1960.

Otras medidas incluyeron la regulación de la inversión privada, restringiendo la inversión en ciertas regiones, y la creación de empresas públicas como Renfe e INI, con el objetivo de sustituir la iniciativa privada.

El intervencionismo, marcado por el favoritismo personal, resultó catastrófico. En 1945, las importaciones eran un tercio de las de 1929. España se alejó de la media europea, sufriendo una regresión económica, con aumento de precios de energía, maquinaria y otros recursos esenciales. La falta de divisas para importar y la sobrevaloración de la peseta agravaron la situación.

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