RUSIA

La evolución de la economía soviética estuvo marcada por el proceso de planificación central establecido a finales de los años 20. En la segunda mitad de 1991, se produjo un golpe de Estado fallido que disolvió el PCUS y la URSS desapareció. La república más importante, la Federación Rusa, heredera de la URSS, surgió de las 14 repúblicas en las que se disgregó la URSS.

La transición hacia la economía de mercado de Rusia comenzó antes de la desintegración de la URSS. Con el apoyo del FMI y de economistas occidentales, Rusia optó por una transición rápida, siguiendo el programa de los 500 días de Shatalin. Los puestos influyentes fueron ocupados por economistas liberales que defendían terapias de choque y el «big bang».

Medidas Aplicadas desde Finales de 1991

• Liberalización de precios: Se liberalizaron la mayoría de los precios, manteniendo control solo en algunos bienes básicos (pan, gasolina, leche) y sectores estratégicos (energía y comunicaciones).
• Privatización masiva: Se inició un proceso de privatización masiva de empresas estatales.
• Política fiscal restrictiva: Se buscó reducir el déficit público reduciendo gastos militares y subsidios, y aumentando los ingresos del Estado mediante privatizaciones.
• Política monetaria restrictiva: Se aumentaron los tipos de interés y se redujo la masa monetaria para controlar la inflación.
• Apertura al exterior: Se promovió la apertura al exterior con una fuerte devaluación inicial de la moneda para incentivar las exportaciones.

Fracaso Inicial y Consecuencias

Estas medidas fracasaron estrepitosamente. 1992 fue un año catastrófico, con una inflación superior al 1000%, una disminución del PIB del 20%, un descenso de los salarios reales en un 40%, depreciación del rublo, disminución de las exportaciones y una fuga masiva de capital.

Los partidarios de la transición rápida atribuyeron el fracaso a la no aplicación completa de la terapia de choque. Otros economistas lo achacaron a las características de las políticas aplicadas y a sus efectos recesivos: la liberalización repentina de precios y la devaluación provocaron hiperinflación, contrayendo la demanda. El aumento de los tipos de interés y la caída del gasto público colapsaron la inversión. La situación se agravó por el impacto negativo del sector exterior.

Cambio de Rumbo y Recuperación

El fracaso llevó al presidente de la Federación Rusa a sustituir a su primer ministro por V. Chernomydin, quien prometió una política económica restrictiva y gradual. Sin embargo, la presión del FMI, que exigía una política monetaria y fiscal rigurosa a cambio de préstamos, impidió esta gradualidad. En los años siguientes, se combinaron políticas monetarias restrictivas y fiscales expansivas, buscando un equilibrio entre las exigencias de la población y del FMI.

Entre 1995 y 1997, la economía mostró signos de recuperación, pero esta se interrumpió en agosto de 1998 cuando la crisis financiera del sudeste asiático alcanzó a Rusia. El rublo cayó, la inflación se aceleró y el PIB volvió a reducirse. La economía comenzó a mejorar a partir del año 2000, aunque la solidez de esta tendencia a largo plazo es incierta.

Balance de Resultados del Proceso de Transición

Desde el punto de vista económico, la transición rusa ha sido muy negativa. El PNB y la renta per cápita disminuyeron notablemente, alcanzando valores de los años setenta. Rusia descendió al puesto 13 del mundo en términos económicos.

La economía rusa experimentó niveles de inflación insoportables, una fuerte depreciación del rublo y un aumento de la deuda externa, convirtiéndose en una de las economías más endeudadas del planeta.

El sistema productivo envejeció debido al colapso de la inversión y a las dificultades para importar bienes de equipo. La frenética exportación de energía y materias primas provocó desabastecimiento en la industria y la población.

Desde el punto de vista social, la caída de los salarios reales redujo el poder adquisitivo de la mayoría de la población, mientras una minoría se enriquecía rápidamente. Aumentaron las desigualdades, la pobreza, las tasas de mortalidad y disminuyó la esperanza de vida.

Causas del Fracaso y Problemas Revelados

Los resultados negativos de la transición rusa se deben a varios factores:

• Desaparición de la planificación central sin instituciones de mercado funcionales, creando un vacío aprovechado por las mafias.
• Proceso de privatización mal gestionado, como en el caso del sistema bancario, que llevó al desplome del rublo.
• Estado al borde de la quiebra en varias ocasiones.
• Falta de liquidez y confianza, que en ocasiones llevó al trueque debido a los impagos.

CHINA

La Reforma Económica China desde 1978

La situación económica en China en 1978 era muy diferente a la de otros países de Europa Central, Oriental y la URSS. China no abordó simultáneamente el cambio económico y político, y no presentaba desequilibrios económicos graves: no existía deuda externa, las cuentas estaban saneadas, etc. Tenía una estructura productiva menos sesgada, con predominio de empresas medianas y pequeñas, a diferencia de la URSS. Además, dependía poco de otros países de planificación central.

Sobre esta base, se inició una reforma gradual a partir de 1978, sin declarar abiertamente que el objetivo era la transición a una economía de mercado. Esta transición se basó en las «cuatro modernidades»: agricultura, industria, ejército, y ciencia y tecnología. Se implementó una política de «puertas abiertas», un proceso de apertura comercial y financiera al exterior.

Reforma Agraria

El sector agrícola fue el primero en reformarse:

1. Se desmanteló el sistema de comunas, volviendo a la explotación familiar, aunque el Estado seguía siendo propietario de la tierra. Las familias se convirtieron en arrendatarios.
2. Se introdujo un sistema de responsabilidad familiar, otorgando a cada familia poder de decisión y economía sobre su terreno, similar a la plena propiedad.

Una proporción creciente de la producción podía venderse en mercados libres no regulados, creando gradualmente un mercado libre regulado por el Estado. Esto generó un alto crecimiento inicial, que luego se moderó, pero siguió siendo positivo. La reforma agraria fue, en general, muy positiva, con un enfoque gradual y experimental.

Reforma Industrial

La reforma industrial tuvo como objetivo iniciar un proceso desregulador, fomentando:

• Creación de empresas no estatales, pero con mayoría de capital chino (51%).
• Reforma de las empresas estatales: mayor capacidad de decisión y responsabilidad a los trabajadores para mejorar su gestión.

Estas medidas tuvieron resultados satisfactorios, con un crecimiento del 10% en el sector industrial.

Apertura Comercial y Financiera

Simultáneamente, se inició un proceso controlado de apertura comercial y financiera al exterior, algo sin precedentes dado el tradicional aislacionismo de China. Los objetivos fueron:

1. Atraer capital y tecnología del extranjero para mejorar el país.
2. Fomentar la exportación de manufacturas, aprovechando la demanda mundial.

China se convirtió en un país atractivo para la inversión extranjera debido a su crecimiento económico, mano de obra, proceso de reforma y expectativas de futuro. El gobierno implementó una política para lograr estos objetivos, creando gradualmente Zonas Económicas Especiales (ZEE): otorgar a zonas costeras ventajas en política económica para potenciar el desarrollo de provincias costeras, promover una industrialización orientada a la exportación y esperar que esto repercutiera en las provincias interiores. Las ZEE han tenido un éxito notable.

Otras medidas incluyeron acabar con el monopolio estatal en el comercio internacional y otorgar incentivos a empresas exportadoras de manufacturas, tanto locales como extranjeras. Esta fue la primera oleada de reformas.

Segunda Oleada de Reformas (desde 1994)

Alrededor de 1994, se inició una segunda oleada de reformas, que continúa hasta la actualidad, con nuevos objetivos:

• Desmantelar la planificación central.
• Crear un marco institucional (leyes, normas, supervisión, administración) propio de una economía de mercado.

Estas reformas se centraron en cuatro ámbitos:

1. Sistema impositivo: Se reformó el sistema impositivo, que era caótico y no unificado, con pocos impuestos estatales.
2. Sistema de gestión de empresas estatales: Se buscó mejorar la gestión de las empresas estatales, que eran rígidas y se basaban en las necesidades del Estado.
3. Sistema financiero: Se pasó de un sistema bancario estatal a uno que permitiera la entrada de otros bancos para privatizar el sistema financiero.
4. Sector exterior: Se introdujeron cambios ligados a la entrada de China en la OMC, incluyendo una mayor liberalización comercial y apertura a las inversiones.