Etapas de la Economía Mundial Post-Segunda Guerra Mundial
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, distinguimos 4 etapas:
- Recuperación hasta el final del Plan Marshall (1951)
- Fuerte crecimiento, desde 1950-52 hasta 1973
- Crisis, desde 1973 hasta mediados de los años 80
- Recuperación y crecimiento irregulares hasta la actualidad
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
Enfrentó a los países fascistas (Alemania, Italia y Japón) contra los países aliados (principalmente Gran Bretaña, Francia, USA y la URSS). Tuvo dos escenarios: Europa y África del Norte, y el Pacífico. En el Pacífico, la guerra empezó el 7 de diciembre de 1941 con el bombardeo japonés en Pearl Harbor.
La principal causa fue la aplicación de la ideología fascista, el intento de obtener el predominio político y económico mediante el uso de la violencia. Se traducía en:
- Cambiar el tratado de Versalles
- Someter a los países Europeos
- Imponer la ideología fascista
El principal factor de la guerra fue la economía, es decir, la capacidad de disponer y/o producir material de guerra en el sentido más amplio y dañar la economía del enemigo hasta el punto de impedirle la guerra. Tuvo dos grandes fases: En un primer momento, la dedicación de las economías fascistas antes de la guerra a la preparación de las mismas permitió la guerra relámpago (blitzkrieg). La entrada de USA y la URSS en la guerra y la capacidad superior de producción de estos grandes países resultaron decisivas. La cooperación entre los aliados se estableció a través de la Carta Atlántica entre USA y Gran Bretaña que decía que a cambio de concesiones posteriores a la guerra se instauraba el programa denominado Lend-Lease (préstamo y arrendamiento).
El Horror de la Guerra
El otro gran factor de la guerra fue el terror. La guerra económica que implica hacer el máximo daño posible en los bienes, medios de transporte y capacidad de producción del enemigo.
Los Cambios Generados en la Economía
La interrupción de las relaciones comerciales entre los beligerantes como el predominio alemán sobre el comercio de los países ocupados y las ventajas que lograron obtener los países neutrales, especialmente Suecia.
La intensificación de la investigación en armamento dio lugar a algunas innovaciones tecnológicas de importancia futura. La mayor parte de las investigaciones se concentró en la energía nuclear.
El Debilitamiento de Europa
Europa salió del conflicto muy debilitada y dividida. Las causas fueron las destrucciones sufridas, la supeditación a USA y el inicio del proceso de descolonización que tras la guerra resultaría imparable. Las divisiones oriental/occidental dejaron de ser términos geográficos para designar divisiones políticas e ideológicas como consecuencia de la aceptación del liderazgo de USA por parte de Europa occidental y de la creación en el este de repúblicas populares, regímenes socialistas de planificación centralizada y fuertemente tutelados por la URSS. La división ideológica comportó la división de Europa (telón de acero) y la escisión de Alemania en dos estados antagónicos.
Tras la guerra, la recuperación europea tendría que depender en gran parte del comportamiento de USA que por suerte no repitió el error del aislamiento posterior a la Primera Guerra Mundial.
La guerra también afectó al capital humano de los países europeos: los obreros especializados y los dirigentes fueron movilizados o se vieron obligados a trabajar en trabajos diferentes a los de su especialización.
Las Pautas de Reconstrucción
La reconstrucción fue difícil, aunque se pudo llevar a cabo evitando los errores tras la Primera Guerra Mundial, especialmente en la limitación de las reparaciones (para evitar el revanchismo que había sido una de las causas del nazismo) y la creación de un orden internacional mundial que evitara los problemas de la etapa de entreguerras, que se había caracterizado por el nacionalismo económico y las restricciones al comercio y habían provocado el empobrecimiento mutuo y la crispación política.
La primera idea era desmantelar la industria pesada alemana. Los medios fueron por un lado la ocupación militar que dividió el país en cuatro zonas (USA, Francia, Gran Bretaña y URSS) y por otro lado la limitación de las reparaciones de los bienes existentes, sin prolongarlas en el tiempo ni extenderlas al conjunto de la población.
La División entre los Aliados y la Guerra Fría
El nuevo orden mundial, la denominada *pax americana* se basaba en el predominio militar y económico de USA, el capitalismo y la libertad comercial. La URSS y los países de su bloque no aceptaron tales fundamentos de modo que la segunda mitad del siglo XX se caracterizó por la Guerra Fría, es decir, la oposición entre el primer mundo liderado por EEUU e integrado por los países capitalistas más pudientes y el Segundo formado por la URSS y las democracias populares. Los enfrentamientos fueron tanto políticos como económicos. En el campo militar no fue más allá de amenazas y conflictos localizados.
El enfrentamiento entre el bloque capitalista y el comunista comenzó con el bloqueo de Berlín en 1948. Los occidentales unieron sus zonas de ocupación para crear la República Federal Alemana mientras que la zona de ocupación rusa se transformaba en la República Democrática Alemana (1949). A partir de este momento las potencias occidentales estimularon fuertemente la industrialización de la Alemania occidental. En la guerra civil coreana acabó en la división entre Corea del Norte (comunista) y Corea del Sur (prooccidental).
La noción de tercer mundo que surgió posteriormente para indicar un conjunto de países ajenos a los dos bloques principales, ha acabado designando el conjunto de países subdesarrollados. Aún más tardía es la denominación de Cuarto Mundo que hace referencia a los grupos con falta de recursos dentro de los países desarrollados.
El Nuevo Orden Económico: Bretton Woods y el GATT
El nuevo sistema monetario y de pagos internacional
El gran pilar de la *pax americana* tenía que ser la libertad de comercio ya que esta no se podía desvincular de los problemas de las balanzas de pagos. Antes de finalizar el conflicto, USA intentó poner en marcha un nuevo sistema monetario y un nuevo sistema internacional de pagos. Con este objetivo se celebró una reunión en Bretton Woods.
En la conferencia participaron 45 países, incluida la URSS, aunque esta no se adhirió a los organismos que allí se crearon. Los acuerdos obtenidos en Bretton Woods representan una mezcla de ideas liberales y keynesianas y responden a tres principios básicos:
- La consagración del dólar americano como única moneda convertible en oro y por tanto la única divisa internacional.
- La adopción de tasas de cambio fijas entre las diferentes monedas.
- El establecimiento de mecanismos de cooperación monetaria.
Los dos primeros suponen la adopción del *Gold Exchange Standard* reducido a la mínima expresión. El *Gold Exchange Standard* permitía que el sistema monetario de un país pudiera tener reservas de oro o divisas convertibles en oro. Con el nuevo sistema las monedas cotizaban respecto al dólar y no respecto al oro.
El objetivo era restablecer la confianza en cada una de las monedas. En el mercado libre, la cotización de cada moneda podía variar, aunque si se alejaba demasiado durante mucho tiempo de la tasa de cambio oficial, el gobierno estaba obligado a revisarla.
El sistema Bretton Woods tuvo tres características: liderado por USA, afrontaba la reconstrucción en su conjunto y era un sistema institucionalizado.
Las nuevas instituciones monetarias
Para asegurar el buen funcionamiento del sistema diseñado en Bretton Woods, en un mundo en el que muchos países apenas disponían de divisas, era necesario poner en marcha sistemas de cooperación eficaces. Así se crearon el FMI y el Banco Internacional para la Reconstrucción y Desarrollo (BIRD) conocido como Banco Mundial.
Los objetivos del FMI eran velar por el mantenimiento del sistema de cambios fijos y facilitar los pagos internacionales mediante préstamos a estados sin las suficientes divisas para equilibrar sus balanzas de pagos.
El BM concedía préstamos a muy largo plazo a los países pobres, generalmente para la reconstrucción de infraestructuras u otros proyectos de desarrollo.
La reducción de las barreras comerciales
El sistema de Bretton Woods se tenía que completar con la Organización de Comercio Internacional, cuyo objetivo debía ser eliminar los obstáculos del comercio, no fue efectiva por la oposición de EEUU que consideraba demasiado vinculante. Por esa razón solo ha funcionado aquella parte que debía ser el instrumento preparatorio: Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) un acuerdo sin institución que quedó como una especie de código de buena conducta en materia de comercio internacional. Sus bases teóricas eran los principios de no discriminación, la no-contingentación, la reducción de aranceles y la prohibición de dumpings y carteles.
El GATT impulsó cierta liberalización de los intercambios a través de diferentes rondas de rebajas generales de tarifas para determinados productos aunque tuvo que admitir excepciones al no poder evitar las uniones aduaneras; ni la contingentación, aceptada para determinados productos agrarios; ni el mantenimiento de aranceles para determinados productos; ni el dumping que los países practicaban a través de las subvenciones a las exportaciones; ni los carteles intergubernamentales como la OPEP.
La Implicación de EEUU en la Recuperación
En Europa los primeros años de posguerra, el principal problema no era monetario ni comercial sino de simple supervivencia. La primera ayuda internacional que procedía de Norteamérica a través de la Administración de EEUU para la Ayuda y la Rehabilitación (UNRRA) sirvió para aportar alimentos y otras ayudas indispensables aunque no podía impulsar la reactivación económica.
El Plan Marshall
La situación de las economías europeas en 1947 rozaba el colapso. Los expertos estadounidenses consideraban que la mayoría de países no podrían continuar pagando las compras a EEUU. De modo inverso, EEUU disponía de exceso de capitales y productos que podían hacer temer la aparición de una nueva recesión.
Fue en este momento cuando el general Marshall diagnosticó que Europa solo podría salir de la crisis con un esfuerzo coordinado entre los diferentes estados y con la ayuda de EEUU. El Plan Marshall formó parte de una estrategia global de EEUU para reconstruir la economía del mundo capitalista tras la Segunda Guerra Mundial y para asegurarse su liderazgo. Se trataba de un programa económico con 3 finalidades: evitar el peligro de una nueva depresión, asegurar la reconstrucción del comercio internacional sobre la base del multilateralismo y la no-discriminación, y lograr la estabilización de Europa occidental como baluarte contra el comunismo.
El Plan Marshall tenía la finalidad de aportar productos necesarios a las economías europeas sin provocar dificultades en sus balanzas de pagos. El objetivo era ayudar a la recuperación de la producción, evitando la inflación y el malestar político. Era una ayuda interferida y condicionada: los países europeos beneficiarios del plan se comprometían a crear organizaciones conjuntas con dos objetivos: evitar iniciativas concurrentes que pudieran dar lugar a una competencia excesiva y facilitar los pagos multilaterales. Esto llevó a la URSS rechazar el Plan Marshall. Los estados europeos formaron en 1948 la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) y posteriormente la Unión Europea de Pagos (UEP).
A pesar de su nombre, el Plan Marshall no era un plan conjunto sino una serie de acuerdos bilaterales entre EEUU y cada uno de los países de la OECE. Estos acuerdos comprometían a los países europeos:
- Desarrollar la producción
- Expandir el comercio exterior
- Equilibrar el presupuesto
- Estabilizar la moneda
- Desarrollar la cooperación económica
- Vender preferentemente a EEUU las materias primas que les pudiese interesar
La Unión de Pagos fue un organismo temporal que permitía compensar las balanzas de pagos y financiar sus déficits.
Al mismo tiempo Francia y Alemania crearon un organismo supranacional, la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA) para la gestión conjunta de estos productos básicos. Con ello, lo que antes eran rivalidades y disputas por el predominio se convertía ahora en una colaboración. La CECA rápidamente incorporó a Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia. Este conjunto de países formarían el núcleo inicial de la Comunidad Económica Europea, llamada generalmente como Mercado Común Europeo.
La normalización monetaria de Europa
El principal factor de recuperación de las monedas europeas fue el comportamiento de la economía estadounidense que empezó a experimentar déficits en su balanza de pagos a causa de la escasa capacidad de compra de muchos países y de la inversión exterior de capitales, tanto pública como privada.
El Papel del Estado y la Nueva Política Keynesiana
Los gobiernos de los países más avanzados se convencieron de que asegurar la estabilidad y el empleo era una de sus funciones. Se entendía que el estado estaba legitimado e incluso obligado a intervenir en la economía con el fin de asegurar tales objetivos. La obra de referencia de esta nueva visión fue la «teoría general de la ocupación, el interés y el dinero» publicada en 1936 por Keynes.
Se trataba básicamente de la sustitución de la ortodoxia presupuestaria por la utilización anticíclica del gasto estatal con el objetivo de mantener la ocupación y por tanto la estabilidad económica y social en momentos de disminución de la demanda privada. La intervención del estado debía atenuar así los ciclos económicos. Muchos países mantuvieron y ampliaron iniciativas estatales y también se produjo una imitación temperada de las propuestas de política social de los países de planificación centralizada. Este conjunto de políticas de regulación se agrupaban en: el llamado estado de bienestar y en las economías mixtas.
Las políticas favorables al mantenimiento de la ocupación frenan la caída de la demanda en los momentos de crisis.
El estado de bienestar tiene como finalidad cubrir las necesidades mínimas y favorecer la igualdad de oportunidades en toda la población.
Las prestaciones del estado de bienestar se financiaron incrementando los impuestos e intentado que su reparto fuese más equitativo.
Las economías mixtas
Las economías de la segunda mitad del siglo XX se caracterizaban por la intervención decidida del estado en los mercados, regulándolos o estimulándolos. Esta dualidad, funcionamiento libre e intervención del estado es la denominada economía mixta.
La intervención del estado también fue importante como proveedor de infraestructuras. El estado de bienestar requiere un fuerte gasto en la construcción de infraestructuras de todo tipo incluidas las destinadas a facilitar el crecimiento económico.
Por otro lado el estado también interviene activamente en la economía mediante la fijación de precios o la concesión de subvenciones por razones de muy diversa índole. El resultado es que, en el capitalismo posterior a la Segunda Guerra Mundial, el mercado deja de ser el regulador principal de la economía dado que una parte importante de la contratación se realiza en centros administrativos en los que las empresas luchan por los privilegios y los subsidios, los trabajadores por la reglamentación en el trabajo, todos ellos por un trato fiscal favorable y los gobiernos por la influencia en las instituciones y programas internacionales y las subvenciones resultantes.