Economía, Sociedad y Cultura en la España del Siglo XVI: La Inquisición
Economía
La España del siglo XVI contaba con aproximadamente 6 millones de habitantes, de los cuales el 75% eran castellanos. La agricultura era la principal actividad económica y, aunque experimentó una expansión durante este siglo, se vio frenada por la falta de modernización y la vinculación al mayorazgo. Se desarrolló la Mesta, alcanzando su apogeo en el norte de Europa y, posteriormente, en Italia. La artesanía creció, pero la persistencia de los gremios impidió satisfacer la creciente demanda. El comercio con América fue el sector que más creció, aunque se vio obstaculizado por una red deficitaria y la presencia de aduanas interiores. La llegada masiva de oro y plata desde América no tuvo un impacto positivo, provocando inflación y devaluación de la moneda. En lugar de invertir en la mejora de la artesanía, se optó por la compra de productos extranjeros.
Sociedad
La sociedad era estamental. La alta nobleza, aunque no numerosa, vio disminuido su poder cuando Carlos I nombró a los Grandes de España. La baja nobleza e hidalgos representaban el 10% de la población. El alto y bajo clero experimentaron un crecimiento con el aumento de las órdenes religiosas. En el tercer estado, la burguesía aspiraba a obtener títulos nobiliarios.
La Inquisición
Carlos I reorganizó el mundo cristiano con el Concilio de Trento (1545-1563), que definió el dogma cristiano y la liturgia católica, dando origen a la Contrarreforma. Esto explica la importancia de la «limpieza de sangre», un requisito para acceder a cargos públicos. La Inquisición, tribunal eclesiástico establecido por los Reyes Católicos, velaba por la pureza del dogma. Era un organismo común que buscaba la homogeneidad religiosa. El Inquisidor General coordinaba y dirigía los tribunales. El proceso inquisitorial constaba de dos fases principales: denuncia y sentencia.
El Gobierno de los Validos y los Conflictos Internos en el Siglo XVII
Los Validos
El siglo XVII fue un período de decadencia en España, marcado por una profunda crisis económica y política que afectó principalmente a Castilla, y que se manifestó en la pérdida de la hegemonía española. Las riendas del gobierno fueron asumidas por un valido, figura de absoluta confianza del rey. La mayor parte de los validos eran aristócratas que gobernaban de forma autoritaria, al margen de los consejos.
Felipe III (1598-1621)
Heredó deudas y guerras contra Inglaterra y los Países Bajos. Aunque inteligente, era un rey débil. Su valido, el Duque de Lerma, vio su función mediatizada por la necesidad de conseguir la paz para mejorar la situación económica. La confianza del rey en otros hombres provocó corrupción y la caída del Duque de Lerma, quien fue sucedido por el Duque de Uceda. Felipe III sufrió varias bancarrotas. Esta situación económica determinó un reinado pacífico, aunque a finales de siglo se inició la Guerra de los Treinta Años. Destaca la expulsión de los moriscos, que generó una falta de mano de obra.
Felipe IV (1621-1665)
Su valido fue el Conde Duque de Olivares, cuya gestión estuvo mediatizada por la Guerra de los Treinta Años. En un principio, la guerra estuvo controlada por los Habsburgo, pero Francia se alió con los protestantes. Las derrotas españolas se debieron a la falta de recursos militares y humanos, exacerbadas por las revueltas internas. La Paz de Westfalia (1648) estableció el equilibrio europeo, y España perdió las Provincias Unidas y Flandes. La guerra con Francia continuó hasta 1659, con la Paz de los Pirineos. Francia recibió Jamaica y obtuvo la hegemonía continental, mientras que Inglaterra consolidó su supremacía marítima. España devolvió el Rosellón y la Cerdaña.
En el interior, el esfuerzo bélico tuvo graves consecuencias debido a la necesidad de recursos, acentuada por la crisis económica. Olivares planteó la Unión de Armas, que provocó un rechazo generalizado y desconfianza. A esto se sumó el aumento constante de impuestos, generando conflictos y sublevaciones:
- Revuelta Catalana (1640-1652): Los catalanes se negaron a participar en el esfuerzo bélico. Felipe IV envió tropas, y Cataluña pidió ayuda a Francia. Se rindieron en 1652 con la condición de que se respetaran sus fueros.
- Revuelta en Portugal (1640-1668): Las razones fueron: el descontento del tercer estado, la incapacidad castellana para defender los intereses del comercio portugués, la presión fiscal ante la guerra de los Países Bajos y la tendencia centralizadora de la Unión de Armas. La revuelta estalló cuando Olivares pidió hombres y dinero para Cataluña. Las Cortes portuguesas proclamaron rey a Juan IV, y las tropas castellanas fueron derrotadas en Villaviciosa.
La consecuencia de todo esto fue la destitución de Olivares por Luis Méndez de Haro, con quien se dieron intentos de reforma.
Carlos II (1665-1700)
Apodado «el Hechizado», era discapacitado y fácilmente manipulable. Durante su minoría de edad, su madre, Mariana de Austria, ejerció la regencia. Tras su mayoría de edad, sus validos fueron Juan José de Austria, el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa, quienes impulsaron una política regeneracionista.
La crisis económica tocó fondo, lo que se tradujo en una crisis hegemónica. Los ataques a España por parte de Francia fueron permanentes. La Paz de Nimega supuso la pérdida del Franco Condado y Luxemburgo. Se formó la Liga de Augsburgo (España, Holanda, Austria e Inglaterra) contra Francia. La Paz de Ryswick estableció un equilibrio entre París y Viena. Carlos II murió en 1700, dejando a Felipe de Anjou (un Borbón) como heredero. Viena no aceptó el mantenimiento del trono francés, lo que llevó a la formación de una alianza antifrancesa y al inicio de un conflicto internacional que derivó en una guerra civil: la Guerra de Sucesión.
Evolución Económica y Social, y la Cultura del Siglo de Oro
Economía del Siglo XVII
El siglo XVII fue un período de profunda y global crisis, especialmente grave en Castilla, cuya población se redujo en un 12% debido a las guerras y la emigración a América. Los nobles, grandes propietarios protegidos por el mayorazgo, veían la tierra como una fuente de prestigio social, pero no como una actividad capitalista. El número de campesinos disminuyó debido a las hambrunas y epidemias, lo que provocó una refeudalización del medio rural. La agricultura, sector principal, utilizaba técnicas arcaicas. Además, el mercado estaba contraído por la crisis agraria. En Cataluña y Valencia surgieron cultivos especializados que desarrollaron una agricultura comercial. Como consecuencia, Castilla perdió todo el protagonismo en la artesanía. La producción se dedicaba al comercio interior, siendo el sector textil el más destacado. El comercio estaba prácticamente paralizado, con una pequeña actividad en Inglaterra.
Cultura del Siglo de Oro
Se produjo un esplendor literario y artístico, pero un declive de la universidad y las ciencias. La razón fue el cierre de fronteras debido a la Contrarreforma. En literatura destacan Cervantes, Tirso de Molina, el teatro de Lope de Vega, Calderón de la Barca y Góngora. La segunda mitad del siglo XVII marca una cierta decadencia.
En arte se desarrolló el Barroco. En arquitectura, destacan la Plaza Mayor de Madrid y la de Salamanca. En escultura, el naturalismo y el realismo de Gregorio Fernández. En pintura, se intentó fomentar la religión y la monarquía, con un cierto sentido propagandístico. Con Felipe III trabajaron Ribalta, Ribera y Pacheco. Con Felipe IV, Velázquez fue el pintor de cámara. Como intelectuales, destacan Pedro de Valencia y Sancho de Moncada.