El Auge de los Fascismos: Nacionalismo, Guerra y Totalitarismo

La Base de los Fascismos

El fascismo, movimiento político que nació en el periodo de entreguerras, se caracterizaba por la exaltación nacional, el militarismo, el elitismo, el corporativismo y el totalitarismo. El principal aspecto fue un nacionalismo exacerbado, agresivo y militarista. Otro rasgo es el rechazo del parlamentarismo y democracia liberal, sustituidas por un modelo del partido único cuyo destino se identifica y liga indisociablemente con el de la nación. Del mismo modo, el fascismo fue antimarxista. El nacionalismo extremo deriva en la supremacía del Estado. Sigue concepciones ultranacionalistas:

  • Control estatal: Con la autarquía busca la autosuficiencia y eliminar la dependencia exterior. Además, la necesidad de reducir el desempleo inspiró la creación de obras públicas que otorgaban prestigio monumental.
  • Políticas económicas agresivas: Practicó una economía imperialista basada en la expansión territorial, lo que deriva en la fabricación de armamentos y en una fuerte militarización de la sociedad.

El Fascismo Italiano

Una vez en el poder, Mussolini implantó un régimen totalitario dominado por una política basada en los principios del fascismo.

Política

En 1925 se decretó el cierre del Parlamento. Italia se convirtió en un partido único. Para perseguir a la oposición se creó la OVRA. En 1924 fue asesinado el diputado socialista Giacomo Matteotti. Para legitimar su poder, Mussolini firmó con la Santa Sede los Pactos de Letrán.

Organización Social y Económica

El Estado totalitario se basó en el corporativismo. En el plano económico se implantó una política proteccionista y autárquica, centrada en el sector industrial y en las grandes explotaciones agrícolas.

Política Exterior

Estuvo guiada por dos ejes: el Mediterráneo y ampliar el imperio en África. En el Mediterráneo se anexionó la ciudad de Fiume e intensificó su presencia en Albania. En África reafirmó su presencia en Libia y en 1936 conquistó Etiopía. Por este hecho, Italia fue sancionada por la Sociedad de las Naciones.

El Nacionalismo en el Poder (Alemania Nazi)

Los nazis adoptaron un conjunto de medidas que respondían a su programa político.

Economía

Para el nazismo, toda nación era enemiga potencial, de manera que la autarquía era la forma de garantizar la independencia nacional. La política de rearme sirvió para reactivar la economía y disminuir el paro, por lo que Hitler se ganó el apoyo de los industriales alemanes y buena parte de la sociedad.

Expansión Territorial

Los nazis percibían a Alemania como un pueblo elegido que precisaba un espacio vital para sobrevivir. Así, su objetivo era doble: por una parte, el pangermanismo aspiraba a agrupar todos los territorios de población germánica en el Gran Estado alemán.

Racismo

Hitler creía en la existencia de una raza aria superior que debía mantener la pureza racial. De ahí que todo aquel que no encajase en el ideal ario sería perseguido, y en el extremo, exterminado. El elemento esencial del nazismo era el antisemitismo. Hitler responsabilizaba a los judíos de los males de Alemania y hasta de su derrota en la Primera Guerra Mundial.

Segunda Guerra Mundial

La Ofensiva del Eje

Tras la invasión de Polonia, Alemania prosiguió su ofensiva. La rapidez de sus conquistas se debió a la eficacia de la guerra relámpago, táctica militar consistente en debilitar la retaguardia mediante bombardeos aéreos y de artillería antes de emprender un avance mecanizado que rompa las líneas enemigas. En 1940 ocuparon Dinamarca y Noruega, lo que puso a su disposición recursos minerales y una amplia fachada al Atlántico, como paso previo a la ofensiva contra Países Bajos, Bélgica y Francia. El ejército francés confiaba en la Línea Maginot, red fortificada en la frontera, pero no pudo frenar el avance alemán desde Bélgica, que se produjo a través de las Ardenas. La invasión dejó aislados a 3.500.000 soldados aliados, evacuados al Reino Unido desde Dunkerque. Francia fue obligada a firmar el Armisticio de Compiègne, que dejaba el país dividido en dos zonas: el norte y el oeste, bajo control alemán, y el sur con un gobierno colaboracionista con sede en Vichy. Tras la ocupación de Francia, Hitler comenzó la Batalla de Inglaterra, el bombardeo aéreo sistemático, previo a la invasión del Reino Unido. Los ataques, que duraron meses, fueron repelidos por la RAF.

La Contraofensiva Aliada

Para desbloquear la situación en el frente soviético, Hitler decidió, en contra de las recomendaciones de sus generales, dirigirse hacia el río Volga y la región del Cáucaso con el fin de apoderarse de las reservas de petróleo del mar Caspio. Esta segunda fase de la invasión tuvo su momento decisivo entre agosto de 1942 y febrero de 1943, cuando las tropas del Eje y las soviéticas lucharon por la posición de Stalingrado.

La lucha por la ciudad agotó la capacidad ofensiva de los alemanes, que se vieron sorprendidos por la contraofensiva soviética que cercó y aniquiló al Sexto Ejército al completo. La posterior derrota alemana en la Batalla de Kursk ratificó la superioridad del Ejército Rojo, que en 1944 lanzó una ofensiva imparable: la Operación Bagration. En abril de 1945, los soviéticos llegaron a las puertas de un Berlín medio destruido por los bombardeos aéreos de los aliados. Hitler se negó a firmar la rendición. En la cruenta y decisiva batalla que siguió, los nazis enviaron incluso a niños y ancianos a combatir, encuadrados en la Volkssturm. Los aliados desembarcaron en Sicilia y comenzaron la invasión de Italia. Mussolini cayó y el nuevo gobierno firmó el armisticio. Las tropas alemanas invadieron el país y rescataron a Mussolini, que fundó en el norte la República de Saló, un Estado títere de los alemanes.

El 6 de junio de 1944, conocido como el Día D, comenzó el desembarco de Normandía, una gran operación aliada destinada a liberar Europa Occidental. Protegidos por su superioridad aérea, miles de soldados y paracaidistas cruzaron el Canal de la Mancha y llegaron a la costa francesa. En agosto, París fue liberada. Los aliados frenaron la última contraofensiva alemana en las Ardenas y a continuación se lanzaron sobre Alemania. El 25 de abril de 1945, las tropas estadounidenses se encontraron con las soviéticas en Berlín. Con el Ejército Rojo a las puertas de su bunker, Hitler se suicidó. El 7 de mayo de 1945, los alemanes capitularon. La guerra en Europa había terminado. En agosto de 1945, el presidente Harry Truman ordenó el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre Japón. El 2 de septiembre, el gobierno nipón capituló. La guerra había terminado.

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