01. La Crisis de las Democracias
Los Estados occidentales europeos habían consolidado sus democracias, con la ampliación de derechos y del sufragio que se extendió a la población femenina. Los viejos imperios autoritarios desaparecieron para dar lugar a nuevas reformas y adoptaron sistemas políticos liberal-parlamentarios.
La grave crisis económica y social del periodo no tardó en revelar la fragilidad de las nuevas democracias. Los partidos obreros y los sindicatos apelaron al referente de la revolución y la conquista del poder por el proletariado. La burguesía y los grupos conservadores se enfrentaron a las protestas.
1.1 Desequilibrio de Poderes y Radicalización Política
Los Estados europeos, a pesar de gozar de sistemas políticos democráticos, se vieron debilitados por varios factores:
- La aparición, tanto en la izquierda como en la derecha, de grupos afines a sistemas de gobierno autoritarios.
- La crisis interna del sistema democrático: el mal funcionamiento de las instituciones, la corrupción política, las malas prácticas electorales o la falta de una separación real de poderes.
- El gran peso de las organizaciones sindicales y patronales. La grave crisis económica, el incremento del paro y el empeoramiento de las condiciones de vida estimularon la conflictividad social.
- El recelo de las clases acomodadas ante el aumento de la representación parlamentaria de partidos obreros y la creación de masas, que vieron en los sistemas autoritarios de gobierno una vía para preservar sus privilegios.
1.2 Las Democracias Occidentales
Estados Unidos
Los republicanos ocuparon la presidencia del país. Sus gobiernos se caracterizaron por el rechazo hacia la ideología socialista, la discriminación hacia la población negra, la restricción de la inmigración y el aislacionismo.
Llegó al mandato Roosevelt y su programa de reformas del New Deal.
Reino Unido
La grave situación económica, agravada por el conflicto de Irlanda, llevó a la creación del Estado Libre de Irlanda en 1922.
Huelgas y protestas sociales fueron canalizadas por el Partido Laborista. El país mantuvo la estabilidad política e institucional gracias a la debilidad de los grupos comunistas y a la popularidad de la Corona.
Francia
Los grupos de izquierdas formaron una coalición, el Frente Popular, para participar en las elecciones de 1936. Léon Blum fue nombrado primer ministro y formó un gabinete sin comunistas. Su victoria frenó el crecimiento del fascismo en Francia.
La República Alemana de Weimar
El Reich alemán dio un paso hacia un régimen republicano federal, la República Democrática de Weimar, llamada así por la ciudad alemana donde se aprobó su constitución. No consiguió estabilizar el panorama político y económico, que se enfrentaba a una gran deuda y a las reparaciones de guerra. Los grupos nacionalistas radicales se opusieron al gobierno por haber aceptado las condiciones del Tratado de Versalles.
1.3 El Auge de los Regímenes Autoritarios
Italia vio el ascenso del Partido Nacional Fascista de Mussolini. Hungría, Polonia y Austria se convirtieron en dictaduras. En Yugoslavia, Rumanía y Bulgaria se establecieron monarquías autoritarias. En Grecia, Portugal y España se impusieron dictaduras militares. En Alemania, el Partido Nazi tomó el poder.
02. Fascismo
2.1 Fundamentos Teóricos
Características comunes en los regímenes autoritarios de tipo fascista:
- Desprecio al liberalismo y a la democracia. Negaba el principio de igualdad entre las personas y rechazaba el sistema representativo, la soberanía popular y el sufragio. Cuestionaba el liberalismo económico.
- La total subordinación de la persona al Estado y al partido único. Prohibieron los partidos políticos excepto el fascista, que se organizaban según los principios de jerarquía, disciplina y obediencia propios del ejército.
- La existencia de una élite de escogidos y de un líder carismático. El líder concentraba todos los poderes y era el dirigente del partido único y del Estado.
- Rechazo de la tradición racionalista de la cultura occidental.
- La justificación de una política expansionista como respuesta a un nacionalismo radical.
- Reivindicación de la revolución y la juventud. Consideraban la revolución como un ejemplo de modernidad y entendían la juventud como un activo en su programa político.
03. La Toma del Poder de Mussolini
Mussolini fundó un movimiento que agrupaba a excombatientes. Se identificaban con el saludo del brazo en alto y practicaban una violencia selectiva contra socialistas y comunistas. Mussolini convirtió este movimiento en el Partido Nacional Fascista.
Se presentó como solución ante la amenaza comunista y como garante del orden social. Organizó los»camisas negra» como fuerza de choque contra la oposición. Los fascistas se presentaron a las elecciones, primero con un apoyo marginal de los votantes, pero pronto aumentaron sus seguidores. Una huelga promovida por los grupos de izquierda sirvió para que Mussolini subiese al poder.
3.2 Mussolini y el Estado Fascista
Mussolini inició la organización de un Estado totalitario. Los órganos del Partido Fascista se convirtieron en los órganos del Estado. Se suprimieron las libertades y derechos, y se ilegalizaron los partidos políticos y sindicatos. Los representantes sindicales y patronales fueron encuadrados en corporaciones, controladas por el Estado, para controlar las reivindicaciones sociales.
En política exterior, desarrolló una política de entendimiento y de acuerdos con la Iglesia. Promovió la expansión territorial en Europa y África. Apoyó a Franco en la Guerra Civil Española.
En el terreno económico, puso en práctica una política autárquica. Intervenía en la economía para que el país pudiera autoabastecerse sin depender del exterior.
04. El Ascenso del Nazismo en Alemania
4.1 Llegada al Poder del Partido Nazi
En 1920 se había creado el Partido Nazi, abiertamente racista y antiliberal. Hitler consiguió el liderazgo del partido y asumió sin complejos el uso de la violencia contra sus opositores.
Hitler protagonizó en Múnich un intento de golpe de Estado (el Putsch de la Cervecería) y fue arrestado y condenado a cinco años de cárcel. Al recuperar la libertad, se propuso asumir el liderazgo del partido y de la sociedad alemana. Elaboró una estrategia que contemplaba la participación en las elecciones parlamentarias, aunque con poco éxito inicial. Creó su brigada de protección personal (SS) y las Juventudes Hitlerianas (HJ), un movimiento pensado para adoctrinar y entrenar de manera militar a la juventud alemana.
El Partido Nazi fue aumentando sus apoyos: por un lado, el de las clases medias y de los obreros y campesinos en paro, que culpaban de la crisis a los marxistas y judíos; y por otro lado, el de los sectores financieros y altos cargos militares, que veían a Hitler capaz de restaurar la estabilidad política.
Hitler accedió al gobierno por vía democrática, pero rápidamente instauró un régimen totalitario. El incendio del Reichstag (Parlamento), atribuido a los comunistas, le sirvió como excusa para eliminar a la oposición. Necesitó el apoyo de otro grupo parlamentario para que se aprobara la Ley Habilitante, que concedía a Hitler plenos poderes para aprobar leyes sin pasar por el Parlamento.
4.2 Hitler y el Estado Nazi
La concesión de plenos poderes a Hitler supuso el fin de la República de Weimar y la implantación de una dictadura totalitaria donde el ámbito público y privado quedó bajo el control del Estado.
Se suprimieron todos los derechos y libertades, así como los partidos y sindicatos. La estructura del Partido Nazi se fusionó con la del Estado. Se creó la Gestapo, la policía secreta del Estado. Los nazis asesinaron a miembros del partido nazi desafectos en la llamada Noche de los Cuchillos Largos. Se crearon campos de concentración para internar a opositores y grupos considerados peligrosos. Hitler asumió todo el poder y se proclamó el inicio del Tercer Reich.
El responsable de economía, Hjalmar Schacht, aplicó una política económica autárquica. Un programa de obras públicas y la potenciación de la industria pesada, química y armamentística redujeron el número de parados y facilitaron la recuperación económica.
Se llevó a cabo una intensa política propagandística dirigida por Joseph Goebbels a través de la censura y del control de la cultura y los medios de comunicación. Se mezcló el discurso nacionalista con un lenguaje sencillo y emotivo para llegar a las masas.
La educación tuvo un papel importante en la inculcación de la ideología nazi. Las Juventudes Hitlerianas fueron vitales en este proceso.
El racismo tuvo un peso fundamental en la ideología nazi: se proclamaba la superioridad de la raza aria y se llevó a cabo una violenta persecución contra todo lo que se consideraba enemigo del pueblo alemán.
La mayor manifestación de este racismo fue el antisemitismo, que culpabilizaba a los judíos de los males internos de Alemania. Se aprobaron las Leyes de Núremberg (1935), que supusieron la prohibición de la ciudadanía alemana a los judíos y de los matrimonios mixtos. Esta política desembocó en detenciones masivas, expropiaciones y asesinatos. Las minorías étnicas y los opositores políticos fueron recluidos en campos de concentración, que durante la Segunda Guerra Mundial se convirtieron en campos de exterminio.