Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
Tras la victoria de los Estados democráticos en la Primera Guerra Mundial, surgieron nuevos países que se convirtieron en repúblicas y adoptaron sistemas políticos de carácter liberal parlamentario (Alemania, Austria, Checoslovaquia, Polonia). En los países de Europa occidental, la democracia se consolidó.
En la Europa de 1920 se vivieron difíciles circunstancias económicas, con una alta inflación. En 1919 y 1920 se produjeron huelgas en Gran Bretaña. Las movilizaciones fueron sofocadas por la policía y el ejército, lo que llevó a la limitación de los derechos sindicales. Esto generó una fuerte oposición hacia las democracias, tanto por parte de los trabajadores como de la burguesía.
Las Democracias ante la Crisis
Algunos países lograron integrar al socialismo emergente en el sistema a través del sufragio universal y la formación de coaliciones políticas amplias. Así, se aisló a los partidos más radicales y se consolidó la democracia parlamentaria. En Gran Bretaña, la grave situación económica se agravó por la guerra en Irlanda. A pesar de la dura represión de las huelgas obreras, la acción del Partido Laborista canalizó las demandas populares y recondujo la crisis. En Francia, la crisis económica de 1930 provocó protestas obreras y movilizaciones de la derecha radical, lo que originó una coalición de radicales, socialistas y comunistas (Frente Popular). En Suiza, Bélgica y Holanda se formaron coaliciones gubernamentales en torno a los partidos liberales.
La Aparición de Regímenes Autoritarios
Las dictaduras prometían restablecer el orden, exaltaban el nacionalismo y se apoyaban en los grandes propietarios, el ejército y la iglesia. En 1920, Hungría se convirtió en una dictadura, seguida por Polonia, Lituania y Portugal en 1926. Austria en 1933, Letonia y Estonia en 1934. En España, el general Primo de Rivera dio un golpe de estado en 1923, instaurando una dictadura que daría paso a la república democrática (1931-36). Casos destacados por su importancia fueron el Partido Nacional Fascista en Italia, dirigido por Mussolini, y el Partido Nazi en Alemania, con Adolf Hitler.
Origen y Características del Fascismo
El término fascismo tiene su origen en el fascio, un arma portada por los lictores romanos. El fascismo se convirtió en la alternativa de la burguesía y las clases altas a la ideología comunista.
Características del fascismo:
- Movimiento opuesto a los valores de la Ilustración, profundamente irracional, con desprecio a la igualdad y los valores humanos.
- Exaltación de la fuerza como motor de la historia y la sociedad.
- Desprecio a la mujer, relegada a tareas domésticas y la reproducción.
- Subordinación de los intereses individuales a los del Estado/Partido, exaltando valores patrióticos.
- Profundo desprecio a la democracia y a los movimientos políticos de izquierda.
- Partido único dirigido por un líder infalible con cualidades mesiánicas.
- Demonización de una minoría (comunistas, judíos, gitanos, homosexuales) como chivo expiatorio.
La Crisis de la Posguerra
Durante la Primera Guerra Mundial, el coste de la vida en Italia subió mucho más rápido que los sueldos, originando un fuerte movimiento huelguista con objetivos revolucionarios. En el campo, se desarrolló un movimiento de ocupación de tierras, que fue reprimido. El temor a la bolchevización y a una revolución social se extendió entre la burguesía. La monarquía italiana atravesaba una fuerte inestabilidad. El régimen constitucional se apoyaba en una coalición de partidos liberales de centro, el Partido Socialista, el Partido Comunista Italiano y el Partido Popular. El nacionalismo exaltado, derivado de la frustración por no recuperar las tierras irredentas, contribuyó a la crisis.
La Formación del Partido Nacional Fascista
En 1919, Benito Mussolini, ex militante socialista, fundó los Fasci di Combattimiento, un grupo de antiguos combatientes con un programa populista y nacionalista. Mussolini transformó los Fasci en el Partido Nacional Fascista, con un programa que mezclaba un discurso populista en lo social, defensor de la propiedad privada, con un fuerte nacionalismo. Las bases del partido se nutrieron de obreros descontentos y la pequeña burguesía. El partido pronto obtuvo el apoyo de industriales, grandes propietarios de tierras, sectores del ejército y el gobierno, además de recibir ayuda financiera de la Confindustria.