Italia Fascista (1922-1939)
Crisis de Posguerra
Durante la Primera Guerra Mundial, el coste de vida subió y el nivel de vida bajó, originando movimientos huelguísticos en 1919. En el norte, se ocuparon muchas fábricas, y en el centro, tierras de propietarios. Esto fue reprimido, pero el temor seguía, y la burguesía pidió más soluciones. La política pasaba por inestabilidad, apoyándose en una coalición de partidos del centro, que escindieron los partidos socialista, popular y comunista.
A esto se sumó el nacionalismo exaltado, derivado de la frustración de la Primera Guerra Mundial, ya que las tierras irredentas no se recuperaron y los objetivos no se cumplieron totalmente.
Formación del Partido Fascista
En 1919, Mussolini formó los Fasci di Combattimento, un movimiento que agrupaba antiguos combatientes de carácter fascista. Lo transformó en el PNF (Partido Nacional Fascista), un instrumento para eliminar partidos revolucionarios. Benito dotó a este partido de un programa nuevo: discurso populista, fuerte nacionalismo y proyecto expansionista. Estuvo formado por obreros descontentos y pequeña burguesía, atemorizada por las fuerzas revolucionarias.
Fue bien visto por industriales, propietarios e incluso el gobierno, para frenar a comunistas y socialistas. Recibió ayuda de la Confindustria. Las escuadras fascistas actuaban violentamente contra toda oposición, atemorizando a la ciudadanía. Contaban con ayuda policial y, en 1922, con mayoría.
Marcha a Roma y Llegada al Poder
Los fascistas se unieron a la huelga general de 1922. Mantuvieron funcionando trenes y servicios, ganándose simpatías y amenazando al gobierno si no ponían orden. Marcharon sobre Roma el 28 de octubre y tomaron edificios gubernamentales. El gobierno quiso firmar el estado de excepción, pero el rey se negó, y el gobierno dimitió. Benito Mussolini tomó el poder.
Se mantuvieron dos instituciones: la monarquía y el ejército. Comenzaron por restringir libertades entre 1922 y 1924. Una coalición mantuvo la vida parlamentaria durante un tiempo. Asesinaron a un diputado socialista por acusaciones y, debido a las críticas, Mussolini asumió plenos poderes y silenció a toda oposición.
Dictadura Fascista
En 1925, Mussolini instauró un régimen totalitario con Estado y partido identificados. Una ley le dio todos los poderes. En 1926, la Ley Rocco prohibió todo tipo de sindicatos, excepto los fascistas. En 1928, el Parlamento dependía del Consejo Fascista, y en 1929 fue sustituido por la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones. Las autoridades eran nombradas por el partido. Se creó una policía política para perseguir a opositores.
Se firmó el Pacto de Letrán (unión de Iglesia y Estado). Roma se reconoció como capital de Italia, y el Vaticano como capital de la Iglesia. Se promovió la remilitarización y se inició una campaña para reconquistar territorios.
Fuerte Dirigismo Económico
Se implementó un intervencionismo estatal. En 1933, se creó el IRI (Instituto para la Reconstrucción Industrial), que ayudaba a empresas mediante la compra de acciones bancarias. El Estado controlaba cada vez más. En 1934, se adoptaron políticas proteccionistas. La política autárquica mejoró la industria nacional, pero elevó costes y bajó la calidad. Además, la orientación militarista distorsionó la producción. Se invirtió en obras públicas. La oligarquía se enriqueció, y los salarios y la calidad de vida de los italianos bajaron. El catolicismo fue declarado religión oficial. Se renovaron los libros de texto y se impusieron creencias fascistas. Se favorecieron los nuevos medios de comunicación, como la radio y el cine.
Fascismo: Modelo e Ideología
El fascismo es un modelo político de ideas nacionalistas, con primeras expresiones en la Italia y Alemania de entreguerras. Se caracteriza por una reacción violenta y autoritaria contra la igualdad de los ciudadanos. Sus principios son:
- Nacionalismo exacerbado (componente racista, exaltación de la raza para garantizar la unidad nacional, antisemitismo y derecho a la expansión).
- Exaltación del Estado (por encima de los derechos y libertades individuales).
- Rechazo del liberalismo y la democracia (niega los principios de igualdad, soberanía popular y sufragio. Nada de separación de poderes, y una sociedad dominada por las élites).
- Culto al líder (exalta un líder carismático que concentra todos los poderes).
- Tradición materialista, desconfianza en la razón y exaltación de elementos irracionales de la conducta humana.
- Rechaza el pacifismo; la guerra es el mejor instrumento de progreso.
Alemania Nazi (1933-1939)
República de Weimar (1918-1933)
La República de Weimar tuvo una constitución democrática inestable. Hizo frente a movimientos insurreccionales. En 1919, se levantó la Liga Espartaquista, aunque fue reprimida por el ejército. Los radicales nacionalistas, que acusaban de la rendición de Alemania en Versalles, ocuparon Berlín. El golpe falló por una huelga general. En 1923, fracasó el golpe de Estado de Hitler. La economía estaba mal, con muchas deudas tras la guerra y la devaluación del marco. Mucha gente se arruinó y muchas empresas cerraron. La crisis llegó al máximo en 1923, cuando Francia ocupó el Ruhr. Esto empeoró con el crack del 29. La coalición de Weimar perdió apoyo y se fragilizó el sistema.
Formación del Partido Nazi
Hitler comenzó su carrera en el NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán). En 1920, se puso al frente, dotándolo de fuerzas especiales (SA) con carácter violento. En 1923, fue encarcelado por el putsch de Múnich. Escribió Mein Kampf con sus pensamientos durante los seis meses de prisión. Tras salir, su posición mejoró y se colocó como Führer. Creó las SS.
Debido a la crisis económica, los nazis perdieron terreno inicialmente.
Llegada al Poder (1933-1939)
La crisis del 29 brindó una oportunidad para su discurso y produjo una polarización política. Los conservadores se unieron debido al miedo al comunismo. En 1933, Hitler fue nombrado canciller. Juró la Constitución, pero su intención era instaurar un Estado autoritario. Tuvo el apoyo del pueblo, afectado por la miseria y el paro, y el de los militares. Además, contaba con importantes ayudas, contrarias al comunismo.
Camino hacia la Dictadura
Hitler recibió de Hindenburg el permiso para disolver el Parlamento. Se convocaron elecciones. El gobierno prohibió las oposiciones, y el pánico creció. En febrero de 1933, se produjo el incendio del Reichstag, del que se culpó a los comunistas. El atentado sirvió para suprimir libertades. Los nazis alcanzaron el poder. Faltaba el apoyo del Centro Católico para promulgar leyes sin trámites. En 1934, Hitler acumuló los poderes tras la muerte del presidente y se convirtió en canciller del Reich (Führer und Reichskanzler).
Régimen Totalitario
Alemania se convirtió en un régimen totalitario. El partido nazi controlaba las instituciones y la sociedad. Se decretó la disolución de partidos, salvo el NSDAP. Se formaron tribunales para delitos políticos. Los poderes locales se transfirieron al Reich. El Estado se centralizó y unificó. Unos dirigentes, bajo Hitler, formaron un nuevo Estado. La policía fue sustituida por las SS. En 1934, se formó la Gestapo (policía secreta para reprimir opositores y controlar la opinión pública). Se abrieron campos de concentración. Para el poder total, solo faltaba eliminar la oposición interna de las SA, lo que se logró en la Noche de los Cuchillos Largos.
Autarquía Económica y Rearme
Hitler quiso hacer de Alemania una gran potencia. Para ello, implantó un fuerte dirigismo estatal para conseguir la autarquía económica y convertir a Alemania en un Estado autosuficiente. Se elaboró un Plan Cuatrienal para el autoabastecimiento de materias primas. El Estado se centró en eliminar la inflación. Se dio prioridad a la industria pesada. En 1939, Alemania se convirtió en la segunda potencia industrial. Siguió creciendo, pero con desigualdad en el consumo. Se mantuvieron bajos salarios, jornadas largas y sin derecho a huelga. Se reafirmó el capitalismo alemán. Se concentró el capital, y la banca aumentó su poder. La clase media sufrió una merma en su nivel de vida. El paro bajó, pero las condiciones obreras empeoraron.
Causas del Fascismo
- Crisis económica de la posguerra (crack del 29, inflación, miseria, desesperación).
- Avance de movimientos bolcheviques y obreros, miedo de los propietarios.
- Consecuencias de la Primera Guerra Mundial, descontento tras Versalles y humillación, injusticia de la deuda.
- Debilidades de las democracias, el liberalismo no solucionaba los problemas de la época.