La Monarquía Absoluta: El Poder del Rey

El poder de la monarquía autoritaria se reforzó en el siglo XVII hasta desembocar en la monarquía absoluta, que se apoyaba en la idea de que el poder del rey procedía directamente de Dios.

Los monarcas absolutos intentaron eliminar los obstáculos a su poder, como las cortes, y ejercieron un fuerte control sobre la administración, el ejército, la iglesia y la economía.

Francia en el Siglo XVII: El Ejemplo de la Monarquía Absoluta

Francia se convirtió en el mejor ejemplo de monarquía absoluta en el siglo XVII. El Cardenal Richelieu (1624-1642), ministro de Luis XIII, ejerció una gran influencia sobre el rey. Sus objetivos políticos incluían:

• Garantizar la autoridad del rey
• Dominar a la alta nobleza
• Luchar contra los Habsburgo de España y Alemania
• Pacificar las provincias
• Recaudar impuestos
• Fortalecer el ejército y la marina

Luis XIV, el Rey Sol

En 1661, Luis XIV accedió al trono. Se le dominó el Rey Sol por el esplendor de su corte. A él se le atribuye la frase: «El Estado soy yo». Controló todos los poderes, ayudado por un consejo y un gabinete de ministros.

Durante su reinado, Francia se convirtió en la primera potencia europea, sustituyendo a España. Para conseguirlo, adoptó medidas como:

• Reformar el ejército
• Nombrar intendentes
• Controlar la economía, apoyando el comercio exterior y la industria
• Obligar a los protestantes a convertirse al catolicismo o exiliarse
• Finalizar las obras del Palacio de Versalles

Su muerte en 1715 coincidió con la llegada al trono de su nieto Felipe V, que instauró la dinastía de los Borbones en España, sustituyendo a la de los Habsburgo.

El Fracaso del Absolutismo en Inglaterra

De la Monarquía Absoluta a la República

El rey de Inglaterra Carlos I (1625-1649) reinó de forma absoluta, con la oposición permanente de sus súbditos.

Esto provocó en 1642 una revolución contra la corona, dirigida por Oliver Cromwell, diputado del parlamento. Así comenzó la guerra civil, que finalizó en 1649 con la ejecución de Carlos I.

De la Monarquía Absoluta a la Monarquía Parlamentaria

En 1660 se restauró la monarquía con Carlos II (1660-1685), a quien le sucedió Jacobo II (1685-1688). Ambos intentaron retornar al absolutismo, lo que provocó una oposición que desembocó en la Revolución Gloriosa de 1688. Se pretendía ofrecer la corona a un rey dispuesto a gobernar con el parlamento y no a imponer su voluntad.

De esa manera, accedió al trono Guillermo de Orange (1689-1702), quien firmó la Declaración de Derechos (1689). Inglaterra se convirtió así en la primera monarquía parlamentaria.

Este cambio favoreció a la economía. Inglaterra se convirtió en la primera potencia marítima y se centró en el comercio y en el establecimiento de colonias en Norteamérica y Asia.

La Crisis del Imperio Hispánico

Durante el siglo XVII reinaron en España los monarcas de la dinastía Habsburgo, conocidos como Austrias Menores: Felipe III, Felipe IV y Carlos II.

Felipe III (1598-1621)

Uno de los hechos más destacados de su política interior fue la expulsión de los moriscos en 1609. Esto afectó negativamente a la agricultura y a la artesanía.

En política exterior, el Duque de Lerma, valido de Felipe III, estableció la paz con Francia, Inglaterra y los Países Bajos (Tregua de los Doce Años, que se firmó en 1609 y duró hasta 1621).

Felipe IV (1621-1665)

Durante su reinado, gobernó su valido, el Conde-Duque de Olivares, y se reanudó el conflicto con los Países Bajos. España entró en la Guerra de los Treinta Años para apoyar a los Habsburgo del Imperio Alemán. Olivares propuso reformas fiscales para que todos los reinos aportaran ingresos a la corona, así como soldados al ejército. Esto provocó la oposición de Cataluña y Portugal, que se rebelaron en 1640.

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648)

La Guerra de los Treinta Años se inició como un enfrentamiento entre los Habsburgo, que eran católicos, y los protestantes y sus aliados.

Después de años de enfrentamiento, en 1648 se firmó la Paz de Westfalia, que puso fin a la guerra.

Consecuencias de la Guerra de los Treinta Años:

• El emperador alemán redujo su poder y sus territorios.
• Se reconoció la tolerancia religiosa.
• España tuvo que aceptar la independencia del norte de los Países Bajos.

La Paz de Westfalia no puso fin a los conflictos de España ni a la guerra contra Francia.

Finalmente, Felipe IV firmó la Paz de los Pirineos en 1659, por la que cedió a Francia parte de Flandes y los territorios de Rosellón y la Cerdaña.

Carlos II (1665-1700)

Fue un rey débil y enfermo, sin hijos, por lo que fue el último monarca de la dinastía Habsburgo. Al igual que sus antecesores, dejó el gobierno en manos de sus validos. Durante su reinado, reconoció la independencia de Portugal en 1668.

En política exterior, continuaron las derrotas.

Carlos II murió en 1700 y había nombrado a Felipe de Borbón, Duque de Anjou, nieto de Luis XIV, como su sucesor.

La Guerra de Sucesión Española (1700-1714)

La nueva dinastía borbónica se instauró tras la Guerra de Sucesión (1700-1714), que enfrentó a los partidarios de los Borbones con los del Archiduque Carlos de Austria.

Este enfrentamiento se convirtió en una guerra civil y en un conflicto internacional.

La Guerra de Sucesión finalizó con la firma de la Paz de Utrecht, que supuso el acceso de los Borbones y de Felipe V al trono de España.

La Crisis Económica del Siglo XVII

Europa y España vivieron una continua crisis económica debido a las continuas guerras, epidemias y malas cosechas.

Crisis Agrícola

Tras la expulsión de los moriscos, se produjo una pérdida de población que provocó falta de mano de obra e hizo disminuir la producción agrícola. La propiedad se concentró en latifundios.

Sin embargo, en algunas zonas se inició una recuperación gracias al maíz y a la patata.

Crisis de la Artesanía y de la Industria

Entró en crisis debido a la competencia de los productores extranjeros, que resultaban más baratos y de mejor calidad que los españoles. También se produjo un descenso de los beneficios en la metalurgia vasca y en la industria naval.

Crisis Comercial

La llegada de oro y plata había provocado una fuerte subida de precios en el siglo XVI. El problema se complicó cuando las minas americanas empezaron a agotarse. Esto causó una grave crisis en el comercio interior con América. Además, los ataques de piratas produjeron enormes pérdidas.

La crisis no afectó a Holanda e Inglaterra, que se hicieron con la supremacía marítima y comercial gracias a su burguesía. Se dedicaron al comercio marítimo y fundaron compañías comerciales. Holanda fundó dos: la de las Indias Orientales y la de las Indias Occidentales. Inglaterra fundó la Compañía Británica de las Indias Orientales.

La Sociedad

Población

Hasta mediados del siglo XVII se produjo un descenso de la población europea, provocado por las guerras, las hambrunas y la mayor epidemia de peste.

En España, la población disminuyó debido a las rebeliones, los reclutamientos forzosos, la expulsión de los moriscos y la emigración.

Sociedad Estamental

La sociedad seguía siendo estamental. Debido a la crisis, las diferencias se hicieron más profundas.

• La nobleza y el clero mantuvieron sus privilegios y la propiedad de las tierras, recuperando poder político.
• La burguesía se arruinó debido al escaso apoyo que se dio a la industria y a la artesanía y a la crisis del gobierno. La burguesía aspiraba a comprar títulos nobiliarios y a vivir de sus rentas.
• Artesanos y campesinos: empeoró su situación económica. El trabajo manual no proporcionaba ni honor ni honra. Muchas personas recurrieron a la mendicidad y al bandidaje, por lo que se hizo frecuente la figura del pícaro, personaje que vivía del robo y del engaño, mientras aumentaban la inseguridad y la violencia.

La Cultura

La Revolución Científica

Aunque durante el siglo XVI ya se realizaron avances, fue en el XVII cuando se produjo la denominada Revolución Científica, que puso las bases de la ciencia moderna. Las academias desempeñaron un importante papel; en ellas se realizaban una serie de publicaciones periódicas.

El filósofo francés René Descartes propuso no aceptar como verdad nada que no pueda descubrirse a través de la razón. Por otro lado, el británico Francis Bacon afirmaba que los conocimientos se adquieren con la experimentación.

Los Avances Científicos

Algunos de los más importantes fueron:

• En astronomía: Nicolás Copérnico y Galileo Galilei
• En botánica: se fundaron jardines y se estudiaron las propiedades curativas de las plantas y sus posibilidades agrícolas.
• En física: Isaac Newton descubrió la ley de gravitación universal y la teoría de la luz y los colores. Inventó también el telescopio reflector.
• En medicina: William Harvey desarrolló la teoría de la circulación sanguínea, descubierta en el siglo anterior por Miguel Servet.

La Cultura del Siglo de Oro

El siglo XVII en España se conoce como el Siglo de Oro, debido a los grandes avances en literatura, arte y música.

En literatura destacaron:

• Miguel de Cervantes con la publicación de El Quijote.
• Francisco de Quevedo, quien criticaba en tono satírico la sociedad de la época.
• Luis de Góngora, quien dominaba el lenguaje culto.
• Lope de Vega y Calderón de la Barca, que sobresalieron como autores teatrales.

El amor y el honor fueron temas recurrentes en la literatura de la época.

En literatura mística sobresalieron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

En música destacó Tomás Luis de Victoria, considerado el mejor compositor español, conocido por sus composiciones de Semana Santa.

Surgieron los denominados arbitristas, un grupo intelectual que analizó la economía y realizó propuestas para mejorar la industria, la agricultura y el comercio.