SEGUNDA FASE: EL BIENIO CONSERVADOR (1933-1936)
Las elecciones de noviembre de 1933 dieron la victoria a los partidos de centro-derecha. El nuevo ejecutivo procedió con el desmantelamiento de la obra reformista del anterior gobierno. Las principales fuerzas políticas fueron el Partido Radical de Alejandro Lerroux y la CEDA de Gil Robles.
La paralización de las reformas
El nuevo gobierno dirigido por Lerroux procedió con la paralización de las reformas. En el campo se fijó la devolución de tierras a la nobleza y se dio total libertad de contratación, lo que provocó la caída de los jornales. El campesinado, respondió con la huelga. La reforma religiosa también fue frenada. Se estableció un presupuesto para el culto y el clero y se intentó firmar un Concordato con la Santa Sede. Se concedió la amnistía a los sublevados en el golpe de Sanjurjo y a los colaboradores de la dictadura de Primo. La reforma militar sin embargo siguió adelante, al igual que la reforma de la educación, aunque eso sí, conociendo un recorte en el presupuesto disponible. Ante este giro hacia el conservadurismo, la CNT y la UGT respondieron radicalizando sus posturas. Francisco Largo Caballero, líder del sector socialista más radical, propuso la ruptura con la República y con las fuerzas burguesas e iniciar la revolución. Por su parte, Indalecio Prieto, representante del socialismo moderado, defendía la colaboración con los republicanos de izquierda para tratar de estabilizar la República y acometer las necesarias reformas.
La Revolución de octubre de 1934
Ante el aumento de los conflictos Lerroux accedió a las peticiones de la CEDA. Al día siguiente de la formación del nuevo gobierno se produjeron huelgas generales en las grandes ciudades del país impulsadas por la UGT. El gobierno respondió declarando el Estado de Guerra. En Asturias los mineros protagonizaron una revolución social, colaborando anarquistas, socialistas y comunistas. Éstos ocuparon gran número de cuarteles de la guardia civil y ayuntamientos, que pasaron a ser dirigidos por Comités revolucionarios. La revolución terminó siendo aplastada por las tropas de la Legión y los Regulares traídos desde Marruecos y dirigidas por los generales Godet y Franco. Se calcula que pudieron morir unos 1.000 mineros y unos 450 militares y guardias civiles. Los heridos suben de los 2.000 y los detenidos fueron más de 5.000. La revolución de Asturias de 1934 fue un preludio de la guerra que se iniciará dos años más tarde. En Cataluña el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó la República Catalana dentro de la República Federal Española. Una alianza obrera, que no contaba con el apoyo de la CNT, la fuerza obrera más importante en Cataluña, inició la huelga general. El movimiento tardó poco tiempo en fracasar. Se encargó de su represión el general Batet. Hubo más de 3.500 detenidos, entre ellos los miembros del gobierno de la Generalitat y el pleno del Ayuntamiento.
La crisis del segundo bienio (El Bienio Negro)
Con la revolución de octubre de 1934 el poder de la CEDA. Algunas de las medidas adoptadas fueron: -Suspensión del Estatuto de Cataluña. -Devolución de las propiedades a los jesuitas. -Nombramiento de Gil Robles como ministro de la Guerra. -Nombramiento de Franco como jefe del Estado Mayor. La situación política se polarizó, y ante la actuación represiva del gobierno se posicionaron en un frente común las fuerzas de izquierda. La CEDA en 1935 un anteproyecto para la reforma de la Constitución, con el que se pretendía restringir la formación de regiones autónomas. El proyecto no llegó a votarse debido a la caída del gobierno. En octubre de 1935 el gobierno de entró en crisis. Los republicanos radicales de Lerroux sufrieron un desprestigio como consecuencia de varios escándalos políticos y de corrupción que provocaron el hundimiento de la coalición gubernamental radical-cedista. Gil Robles trató de ser nombrado presidente del gobierno para poder llevar a cabo su programa político. Sin embargo el presidente de la república Alcalá Zamora decidió negarse y convocar elecciones para febrero de 1936.
Las elecciones de 1936
En las elecciones de febrero de 1936 se enfrentaron dos bloques: -coalición de izquierdas (republicanos, socialistas y comunistas) agrupada en torno al Frente Popular, que pretende amnistiar a los represaliados políticos y poner en funcionamiento la legislación reformista suspendida durante el bienio anterior. -los partidos de derecha se aglutinaron en torno al Bloque Nacional, aunque no pudieron llegar a crear una candidatura única para toda España ni redactar un programa político consensuado.