Ascensión de la CEDA y Críticas de Falange Española
El Bienio Radical-Cedista fue un período en la historia de España durante la Segunda República, caracterizado por la ascensión al poder de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), un partido conservador. José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, un partido fascista minoritario, criticó la victoria de la CEDA como una»victoria sin ala», ya que consideraba que devolvería el poder a las clases privilegiadas y conservadoras.
Gobiernos Radicales y Desmantelamiento de Reformas
El presidente de la República, Alcalá Zamora, nombró como Presidente del Gobierno a Alejandro Lerroux, del Partido Radical, en lugar de a José María Gil-Robles, de la CEDA. Durante este período, hasta octubre de 1934, hubo varios gobiernos radicales que desmantelaron las reformas del bienio republicano-socialista, deteniendo el programa de construcción de escuelas, aumentando las subvenciones al clero y amnistiando a militares sublevados. Sin embargo, también se incrementó la cantidad de tierras expropiadas y transferidas a los campesinos por el Instituto de Reforma Agraria.
Huelgas y Conflictos con la Generalitat Catalana
El regreso de las derechas al poder provocó la huelga general convocada por la CNT en Zaragoza y la huelga general campesina convocada por la UGT en junio de 1934. Estas movilizaciones no lograron detener la política contrarreformista del gobierno y resultaron en docenas de muertes y miles de encarcelados.
Finalmente, estalló un conflicto de competencias con la Generalitat catalana debido a la Ley de Contratos de Cultivo, que permitía a los arrendatarios comprar las fincas que habían trabajado durante 18 años. La CEDA apoyó a los propietarios y la ley fue declarada inconstitucional.
Traición a la República y Revueltas Sociales
Ante la pérdida de apoyo de Gil Robles, Alcalá Zamora indicó a Lerroux que formase gobierno incluyendo ministros de la CEDA. Esta acción fue vista como una traición a la República por parte de un importante sector de la izquierda, lo que provocó graves revueltas sociales en todo el país.
Los acontecimientos adquirieron especial gravedad en:
* Cataluña: Luis Companys proclama el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, pero duró apenas unas horas. El general Batet dominó pronto la situación y la Generalitat fue disuelta. * Asturias: La Alianza Obrera proclama la República Socialista. Miles de obreros ocuparon las principales localidades de la provincia, asaltaron los cuarteles de la Guardia Civil y provocaron numerosos asesinatos y atentados contra clérigos y el patrimonio de la iglesia.
Represión y Radicalización
La represión, dirigida por Franco desde Madrid y con la participación de la Legión y los Regulares marroquíes, fue durísima, causando más de 1000 muertos y 30000 detenidos. La Revolución de Octubre marca un antes y un después en la historia de la II República. Para muchos socialistas, comunistas, etc., significó la inviabilidad de la fórmula parlamentaria y la radicalización de sus planteamientos. Para buena parte de las derechas, la convicción de que España solo podía encontrar respuesta a sus problemas en el entorno de un estado autoritario.
Continuaron la labor contra reformista anterior: se suspendió la autonomía catalana, se planteó reformar la Constitución en un sentido autoritario, se paralizó definitivamente la reforma agraria y se anularon los jurados mixtos. Gil Robles ofreció responsabilidades a militares antirrepublicanos.
Triunfo del Frente Popular y Conspiración Militar
En febrero de 1936, el Frente Popular, una amplia coalición formada por republicanos de centro, republicanos de izquierda, socialistas, comunistas, etc., venció en las elecciones. El programa del Frente Popular suponía el retorno al proyecto reformista de la república de izquierdas, al que añadía la demanda de amnistía para los presos relacionados con la Revolución de Octubre.
Tras las elecciones, se formó un gobierno, presidido por Azaña, integrado por republicanos. En mayo, Azaña sustituyó a Alcalá Zamora como presidente de la República y la presidencia del gobierno recayó en el republicano Casares Quiroga.
La obra de gobierno consistió en:
* Amnistía para los presos de la revolución de octubre (unos 30.000). * Restablecimiento del Estatuto de Autonomía de Cataluña. * Restablecimiento de la política educativa del Bienio de Izquierdas. * Retorno a la política social del Bienio Social-azañista (jornada de 8 horas, aumento de salarios, decreto de términos municipales y laboreo forzoso…) y potenciación de la reforma agraria.
El clima social y político se volvió tenso, con disturbios sociales y aumento del radicalismo. Los partidos tenían secciones armadas, y líderes como José Antonio Primo de Rivera hablaban abiertamente de guerra civil. El asesinato del teniente Castillo y la represalia con el asesinato de Calvo Sotelo marcaron el inicio de una conspiración que culminó con el levantamiento militar el 18 de julio, dando inicio a la Guerra Civil española, con un saldo devastador de medio millón de muertos, cientos de miles de exiliados y la economía en ruinas.