El Bienio Radical-Cedista y el Frente Popular

III. El Bienio Radical-cedista y el Frente Popular

Los resultados de las elecciones generales de 1933

Los resultados de las elecciones generales de 1933 indicaron que los republicanos de izquierda y socialistas sufrieron una derrota. Los radicales de Lerroux aumentaron su representación, pero los triunfadores electorales fueron los diferentes partidos de la derecha (CEDA, etc.) que reunían la mitad de los diputados. La CEDA se había convertido en la minoría mayoritaria de las Cortes.

Consecuencias:

  • Inestabilidad de los gobiernos constante: se sucedieron cuatro presidentes que formaron nueve gobiernos, en poco más de dos años.
  • Los partidos que habían fraguado la llegada de la República ya no constituían la mayoría de la Cámara: habían crecido las opciones contrarias al sistema. El gobierno de la República dependería de partidos como la CEDA, que quería reformar la Constitución y al que los republicanos no le concedían legitimidad, dado su programa monárquico y algunos rasgos fascistas.

El gobierno radical

Los primeros gobiernos fueron de radicales (con Lerroux o Samper como presidentes) con apoyo parlamentario de la CEDA. Su objetivo era rectificar o suspender algunas de las reformas del periodo de Azaña (religiosa, agraria, regional). La radicalización sindical y de la izquierda permitió el crecimiento espectacular de la conflictividad social y sindical: el deterioro de las condiciones laborales y la arrogancia de los patronos, desató conflictos (como la huelga campesina de junio de 1934 en el sur, propiciada por UGT). Las huelgas son políticas, no solo laborales.

La radicalización de la izquierda

Los socialistas radicalizaron sus posiciones, anunciando un movimiento general revolucionario si la CEDA era llamada al gobierno. En octubre de 1934, Lerroux confió tres ministerios a miembros de la CEDA. La reacción de la izquierda fue negativa, al entender que se había entregado el gobierno de la República a sus más directos enemigos, que se suponía desleales a la República y a su Constitución.

La Revolución de Octubre de 1934

La convocan los socialistas el día 5 de octubre, con economía muy desigual: donde no se unieron UGT y CNT, escaso eco; además, los campesinos estaban muy “castigados” aún por las huelgas de junio. En Cataluña, el conflicto tomó una dirección distinta, protagonizada por la Generalitat. Tan solo Asturias, donde UGT y CNT actuaron unidas, presenció una auténtica insurrección de carácter armado.

La sublevación de Cataluña

El origen está en el conflicto que, durante el año 1934 mantuvo la Generalitat con el gobierno central a propósito de la ley de contratos de cultivo, que favorecía a los arrendatarios. Los propietarios, apoyados por la Lliga, boicotearon la ley, con el apoyo del gobierno de Madrid. El 6 de octubre, Companys proclamó el “Estado Catalán de la República Federal Española”.

La Revolución de Asturias

Tuvo lugar entre los días 5 y 12 de octubre, dirigida por socialistas, con participación de la CNT. Su objetivo era la toma del poder, para poder aplicar un programa de carácter revolucionario. Controlaron las distintas zonas mineras y lograron entrar en ciudades como Avilés y Gijón y Oviedo. La élite del ejército fue traída de África y efectuó una brutal represión sobre los insurrectos y sobre la población civil, con un millar y medio de muertos, la mayoría perteneciente a los revolucionarios.

El final del bienio

Durante 1935, los gobiernos radical-cedistas estuvieron presididos por Lerroux y Chapaprieta (partido Radical), pero con mayor influencia de la CEDA, al entrar en el ministerio de la Guerra el propio Gil-Robles, quien se rodeó de militares africanistas, como Franco. Se aborda ahora una contrarreforma de la reforma agraria. Se da una crisis en el partido radical por el caso de estraperlo que era una corrupción por ruletas, entre miembros del partido radical. Esto produjo la división del gobierno de Lerroux y decidió hacer elección Alcalá Zamora.

Las elecciones de febrero del 36

Se presentaron muchos partidos, pero agrupados en dos grandes bloques políticos: los partidos izquierdistas se unen para formar el Frente Popular (PSOE, PCE, republicanos de izquierda); mientras que los partidos de derecha se presentan separados. El programa del Frente Popular tenía una orientación más bien de izquierda republicana burguesa. Consistía en “recuperar” el primer bienio azañista, y la amnistía para los represaliados por los sucesos del 34.

Los resultados electorales fueron:

Las candidaturas del Frente Popular obtuvieron la victoria por un estrecho margen de votos, pero por muchos diputados. Desapareció el Partido Radical.

El gobierno del Frente Popular

Lo primero que ocurrió fue la liberación de los presos de 1934. Azaña se vio obligado a formar un Gobierno compuesto sólo por republicanos de izquierdas, sin participación del PSOE, debido a las disensiones internas en éste entre Indalecio Prieto y F. Largo Caballero. El Gobierno decretó una amplia amnistía por octubre de 1934. Se restableció el Estatuto catalán. El aspecto más significativo fue la ocupación de fincas y la reanudación de la reforma agraria. Las bases campesinas ocuparon fincas, y el gobierno legaliza las ocupaciones, dejando la indemnización para el futuro. Luego, se restableció la ley de Reforma Agraria de 1932. La resistencia de los terratenientes provocó enfrentamientos entre campesinos y la Guardia Civil, que apoyaba a los patronos. Se impulsan también nuevos Estatutos de autonomía (Galicia y Euskadi)

Azaña, presidente de la República

El Gobierno de Azaña fue estrictamente republicano sin participación de los socialistas. Pero las nuevas Cortes destituyen al presidente de la República, acusado de haber actuado; se produce un acuerdo entre Azaña y Prieto para asumir, respectivamente, la Presidencia y la Jefatura del Gobierno, y reforzar la coalición.

En el mes de mayo, Azaña fue elegido presidente de la República, pero Prieto no pudo convertirse en Jefe de Gobierno por la negativa del PSOE a entrar en él. El resultado es que Azaña hubo de nombrar jefe de Gobierno a Casares Quiroga, de la ORGA, que formó un gabinete exclusivo de republicanos de izquierda.

A derecha e izquierda, las posiciones radicales fueron ganando terreno, en las Cortes y en la calle. Los sindicatos UGT y CNT, muy unidos ahora, propician numerosas huelgas. Parte de la clase obrera prefiere la revolución social a apoyar a un gobierno considerado “burgués”. Los grupos extremistas de derecha, desde la Falange Española al Bloque Nacional, confiaban cada vez menos en las tácticas parlamentarias de la CEDA. Todo esto provoca la lucha callejera y asesinatos entre grupos radicales, y el gobierno no logra controlar el desorden. Y el general Mola está preparando la conspiración militar desde las elecciones

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