El Bienio Reformista de la Segunda República Española (1931-1933)

Segunda República 1931-1936

La Constitución de 1931 y el Bienio Reformista

El éxito de los candidatos republicanos en las ciudades provocó la proclamación de la República el 14 de abril de 1931. La expansión del movimiento hizo que el rey, aislado y sin respaldo, se exiliara.

Inmediatamente, un Gobierno provisional se constituyó bajo la presidencia de Alcalá Zamora y formado por republicanos de izquierda y de derecha, socialistas y nacionalistas. El gobierno debía llevar el país hasta que las Cortes Constituyentes formaran el nuevo gobierno.

De todos modos, el nuevo gobierno tuvo que responder a la demanda de reformas. Adoptaron las primeras medidas para la reforma agraria, la reforma laboral, la reforma militar, la legislación educativa y comenzaron con la aplicación del Estatuto de Cataluña.

El ambiente social, sin embargo, se crispó de inmediato. Si bien la CNT anarquista promovió una amplia campaña de huelgas, el enfrentamiento entre la Iglesia y el nuevo gobierno fue inmediato. El sector más conservador de la iglesia, dirigido por el Cardenal Segura, puso tantas dificultades como le fue posible a la nueva ejecutiva. Surgió el anticlericalismo en 1931 y diferentes iglesias y conventos fueron atacados e incendiados. La opinión pública católica se separó del nuevo Régimen Republicano desde el principio.

Por último, en junio de 1931 se celebraron elecciones. El resultado dio la victoria a una coalición republicano-socialista. La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931, siguió la ideología de los grupos mayoritarios. Las principales características son:

Características de la Constitución de 1931

  • Soberanía popular: El nuevo Estado español se define como una República de trabajadores de cualquier tipo.
  • Sufragio universal: Las mujeres finalmente pudieron votar.
  • Amplia declaración de derechos y libertades, como los derechos civiles: divorcio, igualdad de los hijos legítimos e ilegítimos o derecho a la educación.
Poder del Estado
  • Poder legislativo: En manos de las Cortes unicamerales.
  • Poder ejecutivo:
    • Presidente de la República con poderes limitados.
    • Jefe de Gobierno nombrado por el Presidente, pero con la aprobación de las Cortes.
  • Poder judicial: En manos de los tribunales de justicia.
  • Por primera vez, una Constitución reconoce el derecho de las regiones a escribir sus Estatutos de Autonomía.
  • La cuestión religiosa se caracteriza por un estado laico:
    • La Iglesia y el Estado están separados.
    • El presupuesto para la iglesia y el clero desapareció.
    • Se prohibió el ejercicio de la educación.
    • Libertad de credo y de conciencia.

Los reformistas del Bienio (1931-1933)

Una vez que la Constitución se aprobó, un nuevo período de gobierno inició con la presidencia de Azaña y formado por republicanos de izquierda y socialistas. En diciembre, Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República.

El gobierno republicano-socialista inició un amplio programa de reformas en un contexto económico no favorable, marcado por el aumento del desempleo. Las principales medidas fueron:

  • Reformas del Trabajo: Iniciadas desde el Ministerio de Trabajo por el socialista Largo Caballero, estaban a favor de los trabajadores y sindicatos, y encontraron una fuerte oposición de los empleadores.
  • Reforma de la Educación:
    • Amplio programa de construcción de escuelas y aumento del número de maestros (con mejores salarios).
    • Educación mixta.
    • La religión no era una asignatura obligatoria, lo que creó un enfrentamiento con la iglesia.
  • Reforma militar: Los republicanos querían asegurar la fidelidad del ejército al nuevo régimen y trataron de reducir el número de filas en el ejército. También solicitaron el juramento de lealtad a la República y los que no quisieran hacerlo podrían retirarse con su salario completo.
  • Reforma agraria:
    • Fue aprobada en 1932. Querían reubicar a los campesinos sin tierra en las fincas insuficientemente explotadas.
    • Su aplicación fue considerada un fracaso ya que solo unos pocos campesinos se beneficiaron de ella. Esto provocó una decepción generalizada entre los campesinos en un contexto de aumento del desempleo.

La oposición al gobierno

La derecha tradicional se desorganizó después de la proclamación de la república. Los conservadores se limitaron a las asociaciones patronales, como la Unión Económica Nacional y el Partido Radical de Lerroux. Este partido de centro-derecha se dirigió a la oposición al gobierno en las Cortes.

Por otra parte, la izquierda revolucionaria no detuvo su acción contra el nuevo gobierno. La Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) continuó con su política extremista marcada por los militantes de la Federación Anarquista Ibérica (FAI). El Partido Comunista, de menor importancia (PCE), se instaló en una línea radical.

Las tensiones sociales y políticas

La crisis económica, la línea radical de la CNT y la negativa de los patronos a las reformas llevaron a un marco de confrontación social fuerte. Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes y normalmente violentos.

El debate en las Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocó una oposición cerrada de las fuerzas derechistas. Una vez más, los conservadores recurrieron al miedo tradicional de la insurrección militar. El General Sanjurjo intentó un golpe de Estado fallido en Sevilla en 1932.

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