La Transición Española
El camino hacia la democracia
Durante el Gobierno de Arias Navarro se practicó la tolerancia con los partidos políticos. Esta actitud continuó con Adolfo Suárez. La primera disposición para la legalización de partidos se aprobó en julio de 1976. En febrero de 1977, los partidos de la oposición se reunieron con el gobierno para pactar la ley electoral y, tras el acuerdo, todos solicitaron la legalización. La mayor dificultad residió en la legalización del PCE, por la resistencia de amplios sectores de la derecha y el ejército (que lo relacionaban con el GRAPO). La responsabilidad la asumió el propio Suárez al concederla el 9 de abril, durante la Semana Santa. Entre febrero y junio de 1977 se habían legalizado 80 partidos.
Las fuerzas políticas ante las elecciones de 1977
El panorama de las fuerzas políticas ante las primeras elecciones era de una enorme confusión (resultaba difícil valorar el apoyo popular de cada grupo). A la muerte de Franco, la derecha no democrática estaba fragmentada. La derecha democrática se organizó en torno a Manuel Fraga y su partido Alianza Popular (AP), resultado de la fusión de siete formaciones dirigidas por ex ministros de Franco. El centro lo ocuparon varios partidos; la mayor parte acabaron formando la Unión de Centro Democrático (UCD), formada por partidos de centro de diverso carácter. En octubre de 1978, UCD celebró su congreso constituyente y nombró presidente a Suárez. La izquierda la ocupaban el PSOE y el PCE. El primero estaba capitaneado por Felipe González y había abandonado planteamientos revolucionarios. El PCE era el partido mejor organizado y con más militantes. Respecto a los partidos nacionalistas, Jordi Pujol había organizado, en 1974, Convergència Democràtica de Catalunya, que aglutinó a formaciones menores que constituyeron el Pacte Democràtic per Catalunya. En el País Vasco, la oferta política iba desde la democracia cristiana del PNV (mayoritario), al independentismo socialista de Euskadiko Ezkerra.
Los resultados de las elecciones de junio de 1977
Los partidos de la derecha no democrática cosecharon el 0,8% de los votos (sin diputados). La derecha democrática tampoco tuvo demasiados apoyos, consiguió el 8,3% (16 diputados). Los grandes triunfadores fueron la UCD y el PSOE, que consiguieron entre ambos el 80% de los votos. Por su parte, los nacionalistas triunfaron en las regiones en las que se presentaban.
La Constitución de 1978
Tras las elecciones de 1977, los grupos políticos representados en el Congreso designaron a 7 diputados que debían elaborar un primer texto de la Constitución. Los trabajos se desarrollaron sin dificultades importantes. El texto quedó listo para ser sometido a referéndum el día 6 de diciembre. Tras su aprobación en referéndum, fue promulgada el 27 de diciembre, con lo que quedaba cerrada la transición en términos jurídicos y políticos.
Uno de sus mayores méritos consistía en ser el primer texto constitucional español elaborado por un amplio consenso. Tomó aspectos de la Constitución de 1931, como el régimen de las autonomías.
Los principios constitucionales
Se llaman valores de una Constitución a aquellos principios que deben tenerse en cuenta como elemento de interpretación y como mandatos para el legislador. Los valores de la Constitución de 1978 están explícitamente enumerados en su artículo primero: España se constituye como un Estado social y democrático de Derecho, que promulga como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
- La libertad es el primero de los valores. Además, el artículo 10 la relaciona con la dignidad de la persona y los derechos inviolables de ésta.
- La justicia aparece concretada en varios artículos. Se afirma que emana del pueblo y que, como poder del Estado que es, se administra en nombre del Rey por jueces y magistrados independientes e inamovibles.
- La igualdad es el tercero de los valores. Establece que todos los españoles deben ser iguales ante la ley.
- El pluralismo político es un hecho social consecuencia de la diversidad de las personas y de su actuar.
Derechos y deberes en la Constitución de 1978
El artículo 1º afirma que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, lo que significa que el poder político ha de ejercerse sometido al Derecho. El contenido de ese derecho se basa en: la dignidad de la persona, los derechos inviolables de ésta, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás. El resto de derechos derivan de éste. En la Constitución de 1978, derechos y libertades son sinónimos.
Las instituciones y el proceso político
Las constituciones establecen los mecanismos para resolver los conflictos que se plantean en las sociedades y quiénes, cómo y cuándo participan en el proceso político.
La Corona
El Rey es el Jefe de Estado, símbolo de su unidad y permanencia. Arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. Nombra al presidente de Gobierno y a los ministros, convoca y disuelve las Cortes, convoca referéndum, sanciona y promulga las leyes. La justicia se administra en su nombre, además ejerce el mando supremo del ejército y asume la más alta representación del Estado en las relaciones extranjeras.
El Gobierno
El Gobierno dirige la política interior y exterior. Entre sus funciones destacan: dirigir la Administración civil y militar, declarar el estado de alarma y de excepción, tener derecho de iniciativa legislativa y poder dictar disposiciones legislativas en forma de decretos-ley.
Las Cortes Generales
Representan al pueblo español y encarnan la voluntad soberana de los ciudadanos. Constituyen también un órgano deliberante que refleja el pluralismo político, por lo que se organizan en grupos parlamentarios.