La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1982)
Los siguientes documentos abordan el periodo comprendido desde la muerte de Franco hasta las elecciones de 1982, años durante los cuales se desarrolla el proceso conocido como Transición, que significará el paso de la dictadura franquista al actual régimen democrático.
En concreto, el documento 1 muestra el papel de Adolfo Suárez en la política reformista; el documento 2 es la Ley para la Reforma Política; el documento 3 es un discurso de Adolfo Suárez para las elecciones de 1977; el documento 4 es la Constitución de 1978; el documento 5 es un mensaje del rey del día 24 de febrero de 1981; por último, el documento 6 muestra los resultados de las elecciones generales de 1982.
El Contexto de la Transición
Para la Transición había, de partida, dos hipótesis. Por un lado, la oposición democrática exigía el restablecimiento inmediato de la democracia y la ruptura con las instituciones del sistema franquista. Las diversas fuerzas de oposición democrática se fusionaron en la Coordinación Democrática que, en marzo de 1976, redactó un programa asumido por la mayoría de los grupos políticos y sindicales.
Por otro lado, desde el exterior se quería una reforma del anterior régimen, pero sin una ruptura con él, incluso integrando a sus partidarios más moderados.
El Gobierno de Adolfo Suárez y la Ley para la Reforma Política
Tras la dimisión de Arias Navarro, el rey designó a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, ante la sorpresa de todos y la decepción de la oposición, pues parecía presentar la línea continuadora del franquismo. Las críticas obligaron a Suárez a explicar sus objetivos al país, como podemos ver en el documento 1, insistiendo en sus proyectos de democratización y anunciando la próxima celebración de elecciones generales. La labor de Suárez, Torcuato Fernández Miranda y del propio rey hizo posible que se cumpliesen las promesas democratizadoras. Un año después de la muerte de Franco se aprueba la Ley para la Reforma Política (documento 2).
Entre las medidas reformistas adoptadas por Suárez destacan:
- La renuncia de la corona al privilegio de presentación de obispos.
- Aprobación de una amnistía para los presos políticos.
- Ampliación de la tolerancia pública.
- Negociaciones para legalizar las centrales sindicales y los partidos políticos.
- Entrevistas con los líderes de la oposición para conseguir el respaldo a la vía reformista, etc.
En la oposición destacan: políticos franquistas, grupos de extrema derecha, ETA y GRAPO.
El Camino hacia las Elecciones de 1977
El punto esencial del programa político de Suárez era la convocatoria de unas elecciones democráticas para formar las Cortes, pero para esto, las propias Cortes heredadas del franquismo eran las que tenían que aprobarla. Tanto Adolfo Suárez como Torcuato Fernández Miranda emplearon todos sus recursos e influencias para lograr su aprobación sin modificaciones esenciales. Superando el primer obstáculo (el Consejo Nacional del Movimiento), el proyecto de Ley para la Reforma Política (LRP) fue enviado a las Cortes para ser aprobado mayoritariamente. De este modo, las últimas Cortes franquistas votaron su disolución. Tras la aprobación por las Cortes, la LRP fue sometida a referéndum, que mostró claramente la victoria del proyecto reformista frente a la oposición rupturista.
Una vez afianzada su autoridad tras el resultado favorable sobre la LRP, Suárez debía preparar las elecciones generales, pero numerosas dificultades pusieron en grave peligro el proceso, como las protestas de extrema derecha y de extrema izquierda, y la creación de un gran número de formaciones políticas, dando lugar a una «sopa de siglas». La legalización del Partido Comunista era un problema que había que resolver para que las elecciones fuesen democráticas. Ante la sorpresa general, Suárez anunció la legalización del Partido Comunista el 9 de abril de 1977, luego de mantener entrevistas secretas con su secretario general, Santiago Carrillo. A cambio, el PCE aceptaba la monarquía como forma de gobierno, la unidad de España y la democracia. La legalización del PCE provocó un fuerte malestar entre miembros destacados del ejército y la dimisión del ministro de Marina, pero contaba con el beneplácito del rey.
Las Elecciones de 1977 y la Constitución de 1978
Con la finalidad de obtener mejores resultados en las elecciones, muchos partidos se agruparon según sus afinidades ideológicas. Las fuerzas del centro formaron la coalición Unión de Centro Democrático (UCD) liderada por Adolfo Suárez. Fraga aglutinó a las fuerzas de derecha formando Alianza Popular. Los socialistas se presentaron divididos entre el PSOE, dirigido por Felipe González, y el PSP, liderado por Tierno Galván. El PCE se presentó en solitario. Los candidatos a la presidencia del Gobierno pronunciaron su discurso de petición de voto en televisión en la víspera de las elecciones, cerrando la campaña.
Adolfo Suárez, en el discurso que podemos ver en el documento 3, prometió, entre otras cosas: la elaboración de una Constitución, un marco legal para institucionalizar cada región según sus propias características, y devolver la soberanía al pueblo español.
En las elecciones, UCD consiguió la victoria con una mayoría relativa de escaños, el PSOE fue la segunda fuerza más votada, el PCE ocupó el tercer lugar y AP fue la cuarta.
Las Cortes formadas tras las primeras elecciones democráticas tenían como misión elaborar la Constitución, que diseñó el nuevo modelo de Estado de la España monárquica y democrática. La Constitución fue aprobada por las Cortes y por el pueblo español en el referéndum de 1978. Entre las características de la Constitución de 1978 (documento 4), destacan: su extensión (es la más larga de las constituciones españolas), su ambigüedad (dando lugar a diferentes interpretaciones), su rigidez, su carácter progresista y democrático, y su estructura tradicional. Entre los principios centrales cabe destacar:
- España se define como un Estado social y democrático de derecho (Art. 1.1).
- La forma política del Estado es la monarquía parlamentaria (Art. 1.3).
- El castellano y los demás idiomas españoles son idiomas oficiales en cada Comunidad Autónoma (Arts. 3.1, 3.2).
- La pluralidad política y sindical (Arts. 6, 7), etc.
La Constitución dedica el más largo de sus títulos a los derechos fundamentales de los españoles, aspectos que deben ser desarrollados posteriormente por leyes orgánicas.
Los Gobiernos de UCD, el 23F y las Elecciones de 1982
Entre las principales medidas puestas en marcha por los gobiernos presididos por Suárez destacan: la reforma, los Pactos de la Moncloa, los inicios de la reforma fiscal (IRPF) y la proyección exterior.
En aplicación de la Constitución, España quedó organizada en 17 comunidades autónomas. Cataluña fue la primera en retomar la cuestión autonómica (consiguiendo restablecer la Generalitat, aunque provisionalmente) y Andalucía pidió el acceso a la autonomía por el artículo reservado para las comunidades históricas (Galicia, País Vasco y Cataluña). En el País Vasco también fue temprano el proceso autonómico, pero existe un problema relacionado con el nacionalismo abertzale y el terrorismo de ETA, que tenía como objetivo obligar al Estado a reconocer la soberanía nacional vasca (Euskal Herria). Entre sus víctimas se encontraban integrantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, además de políticos, constitucionalistas y periodistas. Paralelamente, fue naciendo entre los jóvenes vinculados a la izquierda abertzale un incremento de la protesta violenta en las calles (considerada actividad complementaria de ETA).
La coalición de UCD no fue capaz de superar las diferencias entre las corrientes ideológicas internas, que acabaron por hacerla desaparecer años más tarde. Felipe González presentó una moción de censura contra Suárez, que no prosperó, pero significó el fin del consenso y erosionó la figura del presidente del Gobierno. Ante el reconocimiento de las propias limitaciones y el temor de que la disputa de su liderazgo tuviese consecuencias negativas para la democracia, Adolfo Suárez presentó su dimisión el 29 de enero de 1981. Leopoldo Calvo Sotelo lo sustituyó.
El 23 de febrero de 1981, mientras se celebraba la segunda votación de investidura de Calvo Sotelo, tuvo lugar el más grave de los problemas de la nueva democracia española: el intento de golpe de Estado del 23F. El teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero asaltó el Congreso pistola en mano y mantuvo como rehenes al Gobierno y a los parlamentarios. Los españoles pudieron ver la escena en televisión, ya que se estaba retransmitiendo en directo. El rey se puso en contacto con los jefes militares, explicando su posición y exigiendo lealtad; convocó a la Junta de Jefes de Estado Mayor y grabó un mensaje que se emitió por televisión en la madrugada del día 24 (documento 5). Tras el mensaje, la situación quedó controlada y en los días siguientes se produjeron manifestaciones multitudinarias de apoyo a la democracia.
Aún con la resaca de los acontecimientos vividos, se retomó la investidura de Calvo Sotelo, iniciándose una corta etapa de gobierno en la que se llevaron a cabo importantes acciones iniciadas en el gobierno de Suárez (entrada de España en la OTAN). Ante el incremento de la oposición, las dificultades internas de UCD y la falta de soluciones, Calvo Sotelo convocó elecciones para octubre de 1982. Fueron las elecciones del cambio, cuyos resultados podemos ver en el documento 6.