El Siglo XVII: El Declive del Imperio Español Bajo el Gobierno de los Austrias Menores

El siglo XVII fue una época de crisis para el Imperio Español, marcada por la pérdida progresiva de la hegemonía política, la decadencia económica y una profunda crisis social en Castilla.

Los Austrias del Siglo XVII y el Gobierno de los Validos

Mientras que los Austrias del siglo XVI se habían encargado personalmente del gobierno de sus reinos, los del siglo XVII delegaron el poder en ministros omnipotentes, conocidos como validos o privados.

• Felipe III: Su reinado fue relativamente pacífico, aunque se produjo la expulsión definitiva de los moriscos. Las tareas de gobierno quedaron en manos de su valido, el Duque de Lerma, quien, al perder su poder, fue sustituido por su propio hijo.
• Felipe IV: Dejó el poder en manos del Conde-Duque de Olivares, cuyo gobierno se caracterizó por el autoritarismo y la centralización. Intentó integrar todos los reinos en un estado, siguiendo el modelo castellano, pero fracasó y generó enfrentamientos.
• Carlos II: Un monarca enfermizo que murió sin descendencia. Su reinado marcó el punto álgido de la crisis social y económica, y la confirmación de la pérdida de la hegemonía europea. El gobierno fue ejercido por validos.

La Guerra de los Treinta Años y sus Consecuencias

La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto religioso que enfrentó a protestantes y católicos, pero también una pugna política contra el dominio de los Habsburgo en Europa. Comenzó en Bohemia. En Flandes, el ejército español obtuvo victorias, pero Suecia y Dinamarca se unieron a los alemanes. Aunque inicialmente perdieron, la participación de Francia, junto a los protestantes, cambió el curso de la guerra.

La guerra concluyó con los Tratados de Westfalia (1648), donde los intereses de los Estados y su religión prevalecieron sobre los del antiguo Imperio Germánico. España reconoció la independencia de Flandes, que pasó a llamarse Holanda.

La guerra con Francia continuó y no terminó hasta la Paz de los Pirineos (1659), en la que la monarquía española cedió a Francia el Rosellón y la Cerdaña. Este tratado evidenció la hegemonía francesa y el declive de la española.

Las Revueltas de 1640

La Guerra de los Treinta Años consumió enormes recursos. El Conde-Duque de Olivares, buscando una mayor centralización y una contribución equitativa de todos los territorios de la Corona, creó la Unión de Armas, por la que todos los reinos y virreinatos deberían aportar hombres y dinero.

• La Revuelta de Cataluña: Se originó cuando Olivares obligó a los catalanes a alojar a las tropas y contribuir al gasto militar. La revuelta se generalizó, y Cataluña buscó el apoyo de Francia, llegando a nombrar conde de Barcelona a Luis XIII. Finalizó con la rendición de Barcelona al ejército real.
• La Rebelión de Portugal (1640): Los portugueses proclamaron rey al Duque de Braganza, buscando independizarse de la Corona hispánica. En 1652, Portugal logró la independencia.

Causas de la Crisis Económica y Social del Siglo XVII

El siglo XVII fue testigo de una profunda crisis social y económica en toda Europa, con pestes, malas cosechas, guerras y la parálisis del comercio y la industria. En los territorios hispánicos, la crisis fue aún más profunda.

La economía se vio afectada por una agricultura precaria y la competencia extranjera en la artesanía y el comercio. Ni el aumento de impuestos, ni las devaluaciones de la moneda, ni la emisión de deuda pública pudieron salvar al Estado. Se evidenció que el mantenimiento de una mentalidad aristocrática había imposibilitado rentabilizar la riqueza proveniente de América. Esos bienes fueron dedicados a consolidar un modelo social nobiliario, imponiéndose un modelo social basado en vivir de rentas. La ganadería y la artesanía se consideraban actividades plebeyas. Se generó, por tanto, una sociedad de nobles e hidalgos en detrimento de los sectores productivos como comerciantes y artesanos.

La Colonización de América: Conquista y Organización

La colonización del continente americano avanzó hacia el oeste, a excepción de Brasil, que pertenecía a Portugal según el Tratado de Tordesillas.

• Primera etapa: Liderada por Hernán Cortés, quien se adentró en el territorio azteca. Consiguió dominarlos militarmente, se apoderó de sus riquezas y convirtió al emperador Moctezuma en su rehén. El territorio recibió el nombre de Nueva España.
• Segunda etapa: Dirigida por Francisco Pizarro, conquistó el Imperio Inca, que abarcaba Perú, Ecuador y Bolivia. En esa época, se exploró América del Norte, incluyendo Florida, Texas y California.

Organización y Explotación del Territorio Americano

Las tierras conquistadas fueron incorporadas a la Corona de Castilla. Las Indias copiaron la organización castellana: se instauró el municipio y el virreinato. Las audiencias se encargaban de la administración. Se fundaron dos virreinatos: el de Nueva España en el norte y el de Perú en el sur. Se desarrolló una legislación específica, las Leyes de Indias, que buscaban evitar los abusos de los colonos y prohibían la esclavización de los indígenas.

Los nuevos territorios supusieron una importante fuente de ingresos para la Corona, que se reservaba la quinta parte (quinto real) del oro y la plata. Las tierras y las minas fueron las principales fuentes de riqueza. Las tierras se repartieron entre los colonizadores mediante el sistema de encomiendas, donde se les entregaba una finca y un grupo de indios. A cambio de protección, el indígena quedaba obligado a trabajar forzosamente. Las minas eran de propiedad real y se entregaban a particulares para su explotación. Aunque en teoría los indígenas eran libres, en la práctica acababan sometidos. Las disposiciones de la Corona eran incumplidas sistemáticamente.

Impacto de la Colonización en los Pueblos Indígenas

La conquista y colonización tuvieron consecuencias demográficas desastrosas para la población indígena, lo que llevó a impulsar el tráfico de esclavos negros desde África. Las principales causas de este descenso demográfico fueron la ausencia de defensas ante las enfermedades traídas por los españoles y las duras condiciones de trabajo.

La mezcla de indígenas, colonizadores y población africana configuró un mundo interracial, con la aparición de criollos (descendientes de españoles), mestizos (descendientes de europeos y nativos) y mulatos (descendientes de europeos y africanos negros). Los criollos concentraban la riqueza, mientras que la cultura y el idioma castellano se consolidaron en el continente.