Características Generales del Despotismo Ilustrado
El término ‘Despotismo Ilustrado’, acuñado en el siglo XIX, agrupa a varios monarcas del periodo central del siglo XVIII (la época de las Luces) con características e intereses muy parecidos. De ellos se extraen las características fundamentales de este sistema:
- Influencia de la Ilustración: Presencia notable de las ideas ilustradas en la cultura y el gobierno de estos países.
- Política de Contención: Limitación de los privilegios de la nobleza y del clero, con el objetivo de fortalecer el poder del rey y su dinastía.
Estos dos elementos delimitan su contexto temporal, desde la subida al trono de Federico II de Prusia y de María Teresa de Austria en 1740 hasta el final del reinado de José II, hijo de María Teresa, en 1790. El estallido de la Revolución Francesa marcará el fin de las reformas prudentes de los monarcas ilustrados.
Otros protagonistas que encarnaron este espíritu fueron Carlos III de España y Catalina la Grande de Rusia, el gran duque Pietro Leopoldo de Toscana, y ministros como el Marqués de Pombal en Portugal o Bernardo Tanucci en Nápoles.
Los aspectos fundamentales del programa de los gobiernos ilustrados fueron:
- Centralización: Refuerzo de la administración estatal.
- Fiscalidad: Reorganización y mejora de la recaudación, gracias a la reforma de la burocracia.
- Justicia: Clarificación de los procedimientos judiciales bajo la reforma del Derecho romano, atendiendo a fines humanitarios y útiles en lo penal.
- Economía: Incremento de la actividad económica en base a innovaciones técnicas y científicas.
- Cultura y Saber Científico: Creación de instituciones para su promoción y difusión educativa.
- Religión: Secularización de la Monarquía absoluta y de la sociedad, distinguiendo el estado de la fe.
La Aportación de las Ideas Ilustradas al Gobierno
Se buscaba compatibilizar el fortalecimiento del poder monárquico con el orden y el desarrollo de la sociedad. El Estado pretendía controlar el desarrollo del país uniendo cultura y poder, aprovechando los puntos del pensamiento filosófico ilustrado que favoreciesen el fortalecimiento del poder de la monarquía (lo que constituye la última etapa del Absolutismo: el control de la cultura a favor del estado).
Para ello, instrumentalizaron a los filósofos, que fueron atraídos por diferentes Cortes europeas donde eran colmados de honores a cambio de su colaboración (Ej.: Voltaire en la Corte rusa).
Los monarcas aprovecharon el lenguaje ilustrado para atacar los privilegios de la Iglesia, logrando reducir su inmunidad fiscal y su autoridad frente al estado.
Por otro lado, aquellas ideas ilustradas que por su inviabilidad real o inconveniencia al poder monárquico no eran llevadas a la práctica, eran marginadas u ocultadas. En definitiva, la Monarquía puso las Luces al servicio del Estado.
La Práctica del Despotismo Ilustrado en los Estados de la Europa Septentrional
Si bien cada monarca y ministro ilustrado tenía su propio estilo de gobierno, todos ellos tenían en común una misma percepción del Estado: central y absoluto.
En consecuencia, se puede deducir lo que señalara el historiador George Livet: que el Despotismo Ilustrado se reduce a una serie de teorías y aspiraciones que fueron utilizadas para dar apariencia intelectual a una política interesada y escasamente novedosa.
Perfiles de los Monarcas Ilustrados
Federico el Grande de Prusia (Gob. 1740-86)
Brandeburgo incrementó su extensión en la primera mitad del siglo XVII gracias a matrimonios, herencias y conflictos armados. De 1614 a 1618, Juan Segismundo consiguió el ducado de Prusia bajo soberanía polaca y fuera del Imperio. Seguidamente le sucedió Jorge Guillermo, con el que Brandeburgo sufrió la Guerra de los Treinta Años. Al terminar la guerra, y con el tratado de Westfalia, se le dieron nuevos territorios al elector Federico Guillermo. Brandeburgo se estaba engrandeciendo y tenía que recuperarse de la guerra, organizar el estado, y esta tarea recayó en Federico Guillermo. Para ello reforzó las funciones del Consejo de Estado Secreto y así mejoró la unidad administrativa de los territorios y se crearon consejos provinciales. Se implantó una burocracia fiscal formada por funcionarios de Brandeburgo.
Federico II, rey de Prusia, convirtió a su país en una de las principales potencias militares constituyendo primero una estructura de Comisarios de Guerra que distribuían y recaudaban los impuestos y así obtenían mayor poder. Creó un ejército permanente de mercenarios bien pagados con buena organización y adiestramiento.
Gobernó de forma autocrática y se dedicó a la recuperación económica de su país fomentando la repoblación, trayendo para ello inmigrantes extranjeros a los territorios deshabitados de Brandeburgo, Prusia y Pomerania. Desposeyó del poder político a la nobleza terrateniente de los Junkers y afianzó su dominio sobre el campesinado. Otras medidas destacadas fueron la desecación de tierras pantanosas, la construcción de canales, la importación de nuevas plantas y el desarrollo de nuevas manufacturas, que permitieron una gran expansión que duraría hasta los últimos años de su gobierno.
Fue un hombre culto, estudioso de la filosofía, historia, poesía y un músico de talento. Influenciado por los ilustrados franceses y por el pensamiento ético-político alemán de finales del siglo XVII.
Catalina II (Gob. 1762-96)
La princesa alemana Sofía Federica Augusta von Anhalt-Zerbst contrajo matrimonio con el zar ruso Pedro III, convirtiéndose así en Catalina II. Organizó una conspiración para derrocar al zar debido a su incompetencia como gobernante y a los malos tratos que la infligía. Como zarina, alentó la realización de las reformas iniciadas por Pedro I el Grande. Se carteó con escritores franceses como Voltaire y Diderot.
Excelente propagandista de su política, se presentó como ilustrada y modernizadora, atrajo a Voltaire a su Corte, y se ganó una alta reputación en su época, favorecida por sus éxitos militares y políticos.
La revuelta de Pugachev (1773-1774) supuso el punto de inflexión en que abandonó sus tímidas medidas innovadoras, comprendiendo la necesidad de controlar más férreamente a sus súbditos a través de la nobleza.
María Teresa (Gob. 1740-80) y José II de Austria (Gob. 1780-90)
María Teresa, hija de Carlos VI, emperador del Sacro Imperio Romano, sucedió a su padre en Austria, Bohemia y Hungría. Dedicó la mayor parte de los 40 años de su reinado a defender la legitimidad de su trono.
María Teresa accede al trono después de la Guerra de Sucesión de Austria, en la que consigue que se corone emperador a su marido. Su mentalidad es muy conservadora, intolerante a nivel religioso. En su gobierno se encontraba el príncipe Kaunitz, de talante ilustrado, y además co-gobernó con su hijo José, moderno y reformador, tolerante en la religión, con lo que se lograron ciertas medidas reformistas en el Imperio en todos los terrenos excepto el religioso.
La Política Económica
Federico el Grande
Su política económica estaba dirigida a hacer de Prusia una gran potencia continental.
Sector Agropecuario
El territorio prusiano propiamente dicho estaba despoblado, debido en gran parte a la Guerra de los Siete Años, de modo que emprendió medidas favorecedoras a la ocupación de terreno. Este apoyo estatal (en repoblación forestal, infraestructuras de regadío, entrega gratuita de semillas) posibilitó la llegada de unos 250.000 habitantes hasta la muerte de Federico II.
Sector Manufacturero
Política proteccionista. Industrias de paños y de lujo (seda, porcelana) fundamentalmente, apoyadas con capital y mano de obra aportados por el Estado. Dio los primeros pasos para el desarrollo de la industria minera y metalúrgica en el Rurh.
Catalina de Rusia
De origen alemán, tuvo que hacer importantes concesiones a la nobleza para ser zarina, después de que asesinasen al incapaz de su marido, Pedro III: monopolio feudal de la tierra, que incluía atribuciones jurídicas a los señores sobre sus siervos (el feudalismo en Rusia duró hasta 1917) y de la destilación y venta de Vodka.
La influencia de la Ilustración se observa en su preocupación por el estado de los siervos, y en sus ataques a la iglesia ortodoxa.
Las Reformas Administrativas: Hacia una Mayor Centralización
Federico II
Hijo del llamado Rey Sargento, priorizó la administración militar y desarrolló el mayor y mejor ejército de Europa, bien pagado y asistido. Para mantener tamaño ejército, lo licenciaba por cupos, grupos de militares que se dedicaban a trabajos en la industria o en la agricultura temporalmente. Organizó su Estado como un gran ejército. Amplió el Directorio General de Berlín para la gestión de su gobierno.
Catalina
Después de la rebelión de Pugachev, se centró en dos aspectos interrelacionados: reforzar sus lazos con la nobleza y garantizar el orden público. Para lo primero, promulgó una Carta de Nobleza en 1785, privilegio escrito que legitimaba las atribuciones de los nobles. Para lo segundo, una Reforma Provincial, dividiendo su inmenso Imperio en 50 provincias dirigidas autoritariamente por gobernadores nobles sin relación con el territorio.
Austria
Por su lado, Austria tenía en sí el germen de su desintegración. Intentaron una reforma administrativa que perseguía fortalecer la soberanía del estado, centrado en Austria y Bohemia. Crearon instituciones especializadas para cada asunto y territorio, al modo de la Monarquía Hispánica, en concreto un Consejo de Estado aglutinador del gobierno con especial atención a los asuntos financieros.
La ultra católica María Teresa necesitó a la Iglesia para financiar el ejército y el déficit de la Guerra de los Siete Años, de modo que en determinados territorios eliminó sus exenciones fiscales, fijó el número de novicios por convento y también el número de fiestas por año. José II continuó con esta centralización administrativa. Se trató de distribuir de modo equitativo los impuestos aun en contra de los privilegios nobiliarios. Eliminó el diezmo y algunos aspectos de la servidumbre. Sus innovaciones serán suprimidas por su sucesor, Leopoldo II.
Justicia y Tolerancia
Federico II
Desarrolló un importante proyecto de codificación legal, con profundas reformas legislativas. Fue el código que antecedió e inspiró al que se consideró como el más perfecto, el Napoleónico. Como consecuencia, se abolió la tortura en 1754. En 1781 publicó un nuevo reglamento que modernizaba el procedimiento judicial. La justicia se abrió a la tolerancia.
Catalina
Creó una Comisión para la Codificación del derecho, donde introdujo todo tipo de representantes sociales. Se trabajó bajo una Instrucción publicada por Catalina bajo presupuestos inspirados en Montesquieu, donde se hablaba del patrocinio estatal de la felicidad pública, la educación y la tolerancia.
Austria
En Austria se estableció un nuevo Código Penal en 1770. Suprimía el delito de brujería. El de José II de 1787 constituirá el primer código legal moderno: Limita la tortura, reservada únicamente a delitos políticos, en los que se admite la pena de muerte. Su tolerante política, el josefismo, situaba al Estado por encima de Iglesia. Antes del código josefino, José II había promulgado la Patente General de Tolerancia, que permitió la emancipación de los judíos y la supresión de la Inquisición y de las órdenes contemplativas. Convirtió a obispos y párrocos en servidores del Estado y legisló contra el fanatismo y la superstición.
Educación y Cultura
Federico II promovió la educación y la cultura en hombres y mujeres bajo el prisma de la tolerancia. María Teresa y José II utilizaron los fondos embargados a los jesuitas (disueltos en 1773) para reorganizar la educación elemental, que iba de los 7 a los 12 años.