EL DIRECTORIO 1794-1799:
El Directorio pretende ser una república conservadora (opuesta a aristocracia y jacobismo), pero evoluciona hacia el autoritarismo apoyándose en el ejército (18). Se disuelve la Comuna y se prohíbe la Marsellesa. Se producirá el llamado Terror Blanco, política de depuración y proscripción de jacobinos y desheredados, con la matanza masiva de montañeses.
La abolición del precio máximo, hará subir la inflación y los precios. En mayo de 1795 se producirán los Motines del hambre, que serán sofocados drásticamente.
El 5 de octubre de 1995 se producirá una marcha de monárquicos a las Tullerías que fracasará gracias a la intervención de un joven general: Napoleón Bonaparte.
El Directorio continuará la obra de la Convención Termidoriana, pero reforzando el poder ejecutivo y apoyándose cada vez más en el Ejército.
Las últimas iniciativas revolucionarias fracasarán frente al nuevo Estado burgués. En Mayo de 1796 se produce la Conjura de los Iguales, Babeuf intentará un golpe de estado que buscará instaurar un nuevo régimen de corte radical, pero su acción será sofocada y el 27 de mayo Babeuf será guillotinado.
Francia prosigue su guerra contra Austria e Inglaterra. Napoleón (19) destaca por sus victorias en las campañas de Italia y Egipto cuando se gesta la Segunda Coalición. En la campaña de Italia, Francia se rodea de “repúblicas hermanas” que le proporcionan grandes beneficios económicos.
En Francia, mientras tanto, se sucederán los golpes de estado (Fructidor, Floreal)(20) y nuevos intentos monárquicos (resurgir de la rebelión en La Vendée). Este periodo se caracterizará por las fuertes tensiones debidas al resurgimiento religioso y la desorganización de la Iglesia de Francia, por las numerosas deserciones en el ejército, por la abstención política y por la violenta venganza.
Sièyes rodeado de un grupo de revisionistas constitucionales moderados y con Napoleón al frente, tomará el poder por las armas el 9 de noviembre de 1793 (el 18 de Brumario), dando comienzo una nueva etapa: El Consulado.
1.1. EL IMPERIO NAPOLEONICO.
CONSULADO 1799-1804.
La Constitución de año VII, redactada por Pierre Danou y promulgada el 25 de diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en manos de Napoleón Bonaparte, para supuestamente salvar la república de una posible restauración monárquica. Contrariamente a las Constituciones anteriores, no incluía ninguna declaración sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El poder ejecutivo recaía en tres cónsules: el primer cónsul, designado por la misma Constitución, era Napoleón Bonaparte, y los otros dos sólo tenían un poder consultivo. En 1802, Napoleón impuso la aprobación de un senadoconsulto que lo convirtió en cónsul vitalicio, con derecho a designar su sucesor.
El 18 de mayo de 1804 (28 de floreal del año XII), un nuevo senadoconsulto proclamó el Primer Imperio y la extinción de la Primera República, cerrando con esto el capítulo histórico de la Revolución francesa.
IMPERIO 1804-1815.
Napoleón adquirió cada vez más poder: de primer cónsul pasó a cónsul vitalicio, y en 1804 se coronó emperador. Napoleón se apoyó en el ejército. – Política interior: se elaboró el Código Civil, que consagraba la libertad individual, garantizaba la propiedad privada y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Se reformó la enseñanza. – Política exterior: Napoleón extendió su imperio por Europa, enfrentándose a las potencias europeas agrupadas en varias coaliciones. Francia venció a Austria, Prusia y Rusia, pero no consiguió derrotar a Gran Bretaña, a la cual sometió al bloqueo continental. Las tropas napoleónicas fueron derrotadas en 1813. Napoleón fue desterrado y se reinstauró en Francia la monarquía de los Borbones. Napoleón regresó a Francia y recuperó el poder (Imperio de los 100 días). Finalmente fue vencido en Waterloo (Bélgica) en 1815 y desterrado a la isla de Santa Elena. CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y DEL IMPERIO NAPOLEÓNICO: – El triunfo de las ideas ilustradas provocó la desaparición de las estructuras sociales y políticas del Antiguo Régimen. Con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano; – El rey pasó de tener un poder absoluto a ser un monarca constitucional. Ya no había súbditos, sino ciudadanos; – Se reconoció la soberanía nacional, fue muy controlada por la burguesía; – Se aprobaron constituciones, y por primera vez en la historia, se definieron por escrito los derechos y obligaciones de gobernantes y gobernados; – La burguesía alcanzó el poder político que tanto anhelaba, desplazando a la nobleza; – Comenzaron a surgir ideas de independencia en las colonias iberoamericanas, influenciadas por el triunfo de la Revolución en Francia; – La expansión de las tropas francesas fomentó los movimientos nacionalistas en los países ocupados; – La caída de Napoleón no supuso el fin de los principios de la Revolución, ya que nuevas oleadas revolucionarias se extendieron por gran parte de Europa en las décadas de 1820, 30 y 40