LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA: FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES
1. INTRODUCCIÓN El apoyo personal de Alemania y el peso del Ejército de África convirtieron a Franco en el más influyente de los generales sublevados. Franco tomó posesión en Burgos como “jefe del Gobierno del Estado español mientras que durara la guerra, y se establecíó: una dictadura personal y un régimen militar en el que Franco acumulaba todo el poder. Se constituyó una Junta Técnica de Estado, compuesta por militares, para asesorarle. Se ha sostenido que la prolongación de la guerra tuvo objetivo de exterminar sistemáticamente al enemigo, y de afirmar el poder de Franco.
2. BASES SOCIALES Y POLÍTICAS DEL FRANQUISMO Franco tuvo que apoyarse en distintos sectores sociales que integraban el bloque dominante (falangistas, monárquicos, militares, franquistas puros y tecnócratas). Cada una de estas familias fue ganando o perdiendo influencia a lo largo de la Dictadura. Conviene diferenciar entre las instituciones y las “familias”.
2.1 Las instituciones El Ejército poseía jurisdicción sobre los delitos políticos mediante los “consejos de guerra”. Los altos mandos, compartían con Franco el anticomunismo, su rechazo al separatismo y su dureza en cuestiones de orden público. La Falange propugnaba un autoritarismo de corte fascista. Franco “se adueñó de este partido” y se diluyó en el llamado “Movimiento Nacional”. Para la Iglesia Católica la Guerra Civil fue una “cruzada” contra el ateísmo marxista. La Iglesia se implicó en la enseñanza media y en la vida intelectual, convirtiéndose en propagadora de la ideología del régimen. Se produjo una estrecha alianza entre la Iglesia y el “Nuevo Estado”: los obispos participaban de instituciones como el Consejo del Reino y las Cortes.
2.2 Las “familias” del Régimen Los monárquicos estaban divididos entre carlistas (tradicionalistas que tenían cargos en el régimen) y donjuanistas (partidarios de don Juan, hijo de Alfonso XIII). Los tecnócratas hicieron su aparición en la década de 1960. Muchos eran monárquicos “franquistas” o miembros del Opus Dei. Los franquistas puros o integrales, fieles al Caudillo. El representante de este grupo fue el almirante Carrero Blanco y formarán el llamado búnker.
3. LOS PRINCIPIOS IDEOLÓGICOS DEL RÉGIMEN La dictadura de Franco fue una dictadura de carácter personal, con rasgos fascistas, militares. En la dictadura franquista no hubo un partido político, sino que existían distintas familias políticas, ante las cuales Franco ejercía de juez y árbitro supremo. Franco, tampoco dispónía de un cuerpo claro ideológico. Era un militar con escasa formación. El nacional–
Patriotismo fue una visión del espíritu militar. De ella provienen las ideas de jerarquía, disciplina, autoritarismo, anticomunismo fuerte, unidad nacional y orden público. El nacional-sindicalismo. Franco optó por el fascismo italiano como modelo y, por tanto, la Falange aportó un gran bagaje ideológico al estado franquista. El nacional-catolicismo. El dominio que la Iglesia ejercíó en la vida social de la España franquista fue absoluto. Su control de la educación era completo: la Iglesia era propietaria de gran parte de los colegios, y la enseñanza religiosa era obligatoria incluso en la Universidad. Además, tenía plena competencia en materia de censura y una presencia constante en los medios de comunicación. Se impuso una estricta moral católica, pública y privada, cuyo incumplimiento era castigado por el Código Penal.
4. INSTITUCIONES DEL RÉGIMEN. Þ La Jefatura del Estado fue ejercida por Franco hasta su muerte. Þ Gobiernos: Hasta 1973 la jefatura del gobierno fue ejercida por Franco. Desde esta fecha fueron presidentes del gobierno Carrero Blanco y Arias Navarro Þ Gobernadores civiles: Dependían directamente del gobierno y eran representantes de cada una de las provincias. Þ Cortes Españolas: sólo servían como organismo asesor y deliberador que colaboraba con el gobierno en la elaboración de las leyes. Fueron creadas en 1942 y a sus miembros, se les llama Procuradores en vez de diputados. Þ Consejo Nacional del Movimiento. Era una especie de Senado. Þ Consejo del Reino. Era el órgano que asistía al jefe del Estado. Se creó cuando se establecíó la separación de los cargos de Jefe de Estado y presidente del Gobierno (propone candidatos) Þ Consejo Nacional de la FET y de las JONS. Asesor del Jefe Nacional y encargado, en caso de muerte o incapacidad de Franco, de proclamar a su sucesor. Þ Tribunal Supremo. Cúspide del poder judicial. Þ Alcaldes. Nombrados por los gobernadores civiles. 5. LA DEMOCRACIA ORGÁNICA. La Democracia Orgánica encontraba su representatividad en los «órganos naturales del Estado»: Familia, Sindicato y Municipio, y no en los votos de los ciudadanos. Las libertades democráticas de asociación y de expresión se hallaban muy limitadas, y se prescindía de la división de poderes. En esas condiciones, la organización de una oposición que desafiara a Franco era imposible. El régimen franquista fue capaz de adaptarse a las circunstancias: de “perfeccionarse”. Se publicaron seis Leyes Fundamentales: 1. Fuero del Trabajo (1938) que regulaba las relaciones entre el capital y los trabajadores. 2. Ley de Constitución de las Cortes (1942). 3. Fuero de los Españoles (1945), que establecía sus libertades y sus deberes. 4. Ley de Referéndum (1945) que fijaba las condiciones para la sanción popular de las leyes importantes. 5. Ley de Sucesión (1947) define a España como un reino sin rey, puesto que Franco es proclamado Jefe de Estado vitalicio, con facultad para elegir sucesor. 6. Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958), que establecía los principios de toda la actuación del Estado y que debían ser aceptados por todos. En 1965 el régimen emprendíó dos medidas institucionalizadoras: • La Ley de Prensa ponía fin a una etapa de prensa, rígida y bajo unas normas excesivas de censura (ahora, censura a posteriori). • La Ley Orgánica del Estado Con ella el largo proceso constituyente quedó completado y se dio la institucionalización del Estado Nacional. Reconocía y modificaba las Leyes Fundamentales.
6. EVOLUCIÓN DEL RÉGIMEN FRANQUISTA. En el terreno económico, España era una economía agrícola (1939), con una industria concentrada en las provincias vascas y Cataluña. España había experimentado una revolución industrial y los pobres de las zonas rurales habían emigrado a las grandes ciudades industriales. Cerca de la mitad de la población activa española se dedicaba a la agricultura: pero en 1977 se redujo considerativamente
6.1. Los años 40. Autarquía y aislamiento. Durante la II Guerra Mundial la España de Franco apoyo por al Eje hasta 1944, sin embargo, no intervino A nivel económico, las dos ideas centrales eran la autarquía y el intervencionismo. Una economía autosuficiente, autofinanciada, protegida frente a la competencia exterior mediante elevadas tarifas aduaneras, que sería creada y reglamentada por la intervención del Estado. Esta política generó más miseria que la que creó la Guerra Civil. – En el caso de la agricultura, una serie de organismos se encargaron de la recogida de los cupos y de su ulterior reparto a la población por medio del racionamiento: como el Servicio Nacional del Trigo. Muy pronto, se empezaron a manifestar los fallos del sistema. En primer lugar, los cultivadores optaron por producir bienes sin regulación o por realizar ventas clandestinas. De esta manera, la escasez aumentó y los precios se dispararon, dando lugar a la aparición del mercado negro (estraperlo). – En cuanto al sector secundario, el intervencionismo se materializa en la creación del Instituto Nacional de Industria (INI). Su misión consistía en la organización de empresas, financiadas por el dinero público, que actuaron en el sector de fabricación de armamento e industria paramilitar. El Estado toma a su cargo el sector de los transportes ferroviarios creando la RENFE. – La vida cotidiana se iba a caracterizar hasta bien avanzados los años cincuenta por cuatro fenómenos: o La escasez o El hambre o La inflación o El mercado negro y la corrupción, ya que la masa hambrienta y empobrecida coexiste con una casta de nuevos ricos que derrocha el dinero. A partir de 1910, la población española se ruraliza: se produce una regresión de la población activa hacia el sector agrario, cuyos trabajadores vuelven a tener una porción mayoritaria. Para terminar, la derrota del Eje fue también una derrota para España. Significó su aislamiento internacional, pues se sometía a España a un boicot económico y político. El resultado para la economía española fue nefasto. 6.2. Los años 50: el final del aislamiento. Los años 50 propiciaron una apertura de España hacia el exterior. En estos años se mejoran las relaciones con El Vaticano. Con EEUU, las negociaciones militares culminaron en el Pacto de Madrid (1953), que sentaban las bases para la defensa mutua, militar y económica de España, y se permitía la construcción de tres bases aéreas y una naval en territorio español. En 1955 España ingresó en la ONU. En el terreno económico, el fracaso de la política autárquica era ya claro. El giro en la política económica se inicia con el cambio de gobierno de 1951. Se inició entonces una importante expansión económica, al tiempo que disminuía el peso del sector agrario en la renta nacional. Pero la prosperidad era sólo aparente. Pues la balanza comercial seguía siendo deficitaria. Ni Franco ni sus asesores, sabían cómo dirigir la economía. Hubo que esperar a la crisis de gobierno de 1957 para convencer al dictador, que aceptó entregar la dirección económica a los “tecnócratas” del Opus Dei.
6.3 Los años 60: desarrollismo y cambio social. La reforma económica que se puso en marcha en 1959 tenía como objetivo conseguir un fuerte ritmo de crecimiento, una rápida industrialización y la conexión de la economía española con la internacional. El Plan de Estabilización trataba de liberalizar la economía, y reducir el gasto del Estado recordando presupuestos. Al mismo tiempo se devaluó la peseta. Consecuencia inmediata fue la entrada masiva de capitales de las multinacionales en sectores clave, como el energético. Los resultados fueron inmediatos. Pero se consiguieron los objetivos de reducción del déficit de la balanza de pagos, gracias al turismo y a la acumulación de capitales extranjeros. La economía española crecíó a un ritmo altísimo, sobre todo en el aumento del sector industrial y de servicios, ello propició un profundo cambio en la sociedad española. El crecimiento de la industria produjo una intensa inmigración de mano de obra hacia las grandes ciudades. Otros muchos buscaron trabajo en Europa. El resultado fue el alza de salarios en el campo. A partir de 1963 el Gobierno intentó regular el crecimiento mediante los “Planes de Desarrollo”. Se trataba de conseguir, en periodos de tres años, una serie de objetivos de crecimiento en sectores clave. Se crearon los “Polos de Desarrollo” para promocionar la instalación de nuevas industrias y así generar empleo. Pero el resultado fue decepcionante. Sin embargo, la clase media aumentó, y sería la protagonista de la transición a la democracia. España dejó de ser un país rural y agrícola para ser urbano.
7. LA OPOSICIÓN POLÍTICA AL FRANQUISMO. 7.1 Primera etapa del franquismo (1939-1959): Durante esta fase destacan tres frentes: A. La actividad clandestina de pequeños grupos obreros (PCE, PSOE, CNT), incrementaron sus actuaciones con huelgas en Cataluña y el País Vasco. B. Los grupos monárquicos conspiraron: Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, hizo público en Lausana un manifiesto con el apoyo de los tenientes generales en el que solicitaba a Franco que se retirara para restaurar la monarquía en su persona. C. El maquis o guerrilla. Se constituyó a partir de dos grupos diferentes: – El primero de ellos se formó a partir de núcleos que subsistían por zonas de montaña desde finales de la Guerra Civil. Su objetivo era continuar la guerra. – El segundo grupo lo formaban unidades que habían luchado victoriosamente contra los alemanes en la II Guerra Mundial, y que intentaban trasplantar aquella experiencia a España. Su acción más espectacular fue la ocupación del valle de Arán. 7.2 Segunda etapa (1959-1975). La oposición se fue fortaleciendo y las críticas al régimen se extendieron a toda la sociedad, además la conspiración monárquica continuó. La actuación del movimiento obrero, se hizo mucho más rotunda y coincidíó con la agitación en el ámbito universitario. Esta segunda fase se halla también marcada por las acciones terroristas del FRAP y ETA.
8. EL DECLIVE DEL RÉGIMEN (1969-1975). Tras el nombramiento de Juan Carlos como sucesor en la Jefatura del Estado en Julio de 1969, el vicepresidente del gobierno (Carrero Blanco), se esforzó en sentar las bases de una transición pacífica hacia la “Monarquía del 18 de Julio”. 8.1 Carrero Blanco y el fracaso del aperturismo (1969-1973): Después del escándalo originado por el caso Matesa, Franco separó del gobierno a los ministros responsables. Carrero se hizo cargo del nuevo gobierno, que quiso relanzar la economía española hacia el exterior y hacer la Reforma Educativa con la ley de 1970 (Villar Palasí). Entre 1970 y 1974 ETA se mantuvo muy activa, y además separó la Jefatura del Estado y la del gobierno, nombrando a Carrero Blanco como presidente. Pero muere en Madrid víctima de un atentado de ETA (Operación Ogro)
8.2 Los gobiernos de Arias Navarro (1974-1975). En 1974 Franco nombró nuevo presidente del gobierno a Carlos Arias Navarro. Su gobierno debía hacer frente a la crisis económica (crisis del petróleo), el orden público y el desarrollo político. Arias presentó en Febrero de 1974 un programa de carácter aperturista llamado “espíritu del 12 de Febrero”. Sin embargo, Arias Navarro fracasó por una acumulación de circunstancias: ¨ La resistencia de la derecha franquista. ¨ La creciente presión del terrorismo. ¨ La durísima política de orden público. ¨ Arias era demasiado conservador y franquista como para realizar una democratización verdadera.
9. CONCLUSIONES El régimen de Franco tuvo siempre como principio el haber surgido de la victoria en la Guerra Civil y resaltó los rasgos que le opónían a la República. Desde un principio se declaró como antiliberal y antimarxista y reforzó sus aspectos fascistas europeos, aunque tal vez el rasgo más peculiar del régimen fue su identificación con la iglesia católica y su marcada influencia clerical. Nacido de la fuerza, se apoyó siempre en una despiadada represión contra los que se le opónían. Por todo ello, podemos considerar al Franquismo como uno de los periodos más turbios de la Historia de España, ya que a pesar del desarrollo económico que vivíó España, sobre todo a partir de la década de 1960, desde el punto de vista político supuso un retroceso con respecto a los logros de libertades y derechos conseguidos en la II República, y desde el punto de vista cultural, se implantó una fuerte censura cuyo objetivo era el de imponer los valores de los vencedores e impedir la difusión de ideas que supusieran un peligro para el régimen establecido