1. La creación del Estado franquista
1.1. Grupos ideológicos y apoyos sociales
Fundamentos ideológicos: Las ideas políticas de Franco, aunque pocas, fueron claras. Estas se centraban en la defensa del orden público (normas y censura), el nacionalismo español (gran ostentación de símbolos nacionales y eliminación de peligros a la nación, como los nacionalismos) y el catolicismo (alianza entre Iglesia y Estado, las ideas católicas como base del sistema legal). El régimen se caracterizó por una concentración del poder en la figura de Franco y unos componentes ideológicos como el anticomunismo, el antiparlamentarismo, el nacionalcatolicismo, el tradicionalismo, la descalificación de la autonomía de las regiones como antiespañola, el militarismo y algunos rasgos fascistas.
Bases sociales: La Dictadura devolvió a la oligarquía terrateniente y financiera su hegemonía. Contó con el apoyo de las clases medias rurales y con lo que se ha denominado como “familias políticas”, que ante la prohibición de los partidos políticos y la aparición del Movimiento Nacional ejercieron como grupos de presión luchando entre sí por ganar su cuota de poder. Estas familias fueron: los falangistas, militares, los católicos, especialmente el Opus Dei, y los monárquicos, aunque estos últimos se encontraban muy fragmentados.
1.2. La institucionalización del régimen
Poseedor de todo el poder, Franco fue aprobando una serie de leyes que llevaron al régimen a definirse como una “Democracia orgánica”. Estas leyes fueron:
- El Fuero del Trabajo (1938)
- La Ley Constitutiva de las Cortes (1942)
- El Fuero de los Españoles (1945)
- La Ley de Referendum Nacional y la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1946).
1.3. La represión
La represión se mantuvo con dureza durante toda la década de los años 40 mediante campos de trabajos forzados y numerosas ejecuciones, todo ello amparado en la Ley de Responsabilidades políticas de 1939.
2. Etapas de la dictadura y principales características
En sus casi cuatro décadas (1939-1975), el franquismo experimentó grandes cambios a lo largo de tres etapas:
2.1. El triunfo y asentamiento del régimen (1939-1957)
Etapa de exilio y represión (Ley de Responsabilidades Políticas 1939). Con el fin de la II Guerra Mundial se inició un aislamiento internacional, junto a una autarquía económica.
2.2. El desarrollismo económico (1959-1973)
Se consolidó el Estado franquista y se suavizó la represión. En política exterior se continuó la apertura, que favoreció el crecimiento económico (el desarrollismo).
2.3. La crisis final (1973-1975)
Etapa de inestabilidad del régimen (división interna del mismo). A nivel internacional era un régimen caduco, y en el ámbito económico la crisis internacional de 1973 inició una recesión económica.
3. Política exterior
3.1. La alianza con las potencias del Eje
En 1939 España se unió al pacto antikomintern entre Alemania, Italia y Japón. Al iniciarse la guerra el régimen proclamó su neutralidad, sin embargo, tras la derrota de Francia en 1940 se produjo un mayor acercamiento al Eje. Así, en octubre de 1940, Franco se reunió en Hendaya con Hitler y en 1941 con Mussolini en Bordighera y el mariscal Petain. Aunque el país no participó en la guerra, cuando en junio de 1941 se produjo la invasión de la URSS se envió a la División Azul de voluntarios. En 1942 se produjo un giro, sobre todo tras el desembarco aliado en el Norte de África, intentando acercarse a los aliados anglo-americanos.
3.2. El aislamiento internacional
Tras la victoria aliada en 1945, el bloqueo frente a España fue aumentando. En febrero de 1946 la Asamblea de la ONU votó en contra de la entrada de España en sus organismos. Comenzaba así el aislamiento internacional y la retirada de embajadores. Solamente el Estado Novo portugués de Salazar y la Argentina del general Juan Domingo Perón mantuvieron relaciones con España.
3.3. La vuelta a la comunidad internacional
A partir de 1948 la situación internacional comenzó a girar a favor del régimen gracias al inicio de la Guerra Fría. En 1950 la ONU levantó la recomendación de retirada de embajadores y autorizó la entrada de España en organismos internacionales. En 1953 la firma del acuerdo con los Estados Unidos permitió la instalación de bases americanas en España (Torrejón, Rota, Morón y Zaragoza) a cambio de una ayuda económica de 1.180 millones de dólares. Ese mismo año se firmó un nuevo Concordato con el Vaticano. En 1956 se concedió la independencia a Marruecos. La década terminó de forma positiva con la entrada en el FMI y el Banco Mundial, así como la visita del presidente americano Eisenhower en 1959.