El Franquismo: Fundamentos, Evolución y Estructura del Régimen (1936-1975)

Introducción

Desde el momento en que Franco alcanzó el poder, el 1 de octubre de 1936, comenzó la creación de un nuevo Estado y fueron abandonadas las otras ideas de los sublevados. En ese nuevo estado no tenían cabida las ideas de:

  • Liberalismo y democracia liberal.
  • Comunismo.
  • Separatismo.
  • Anticatolicismo.

El nuevo régimen está unido a la figura de Franco, el dictador, que articuló a su conveniencia los apoyos políticos que recibía y que perduraron hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975.

Fundamentos Ideológicos y Sociales del Franquismo

El Franquismo puede ser caracterizado como una dictadura militar y eclesiástica de tipo tradicional. Un sistema totalitario que concentra todos los poderes en la figura del Jefe del Estado, el general Francisco Franco.

A Nivel Ideológico

El franquismo, al contrario de lo que sucede en el modelo del fascismo italiano y del nazismo alemán, no partió de un concepto preconcebido de Estado basado en una determinada ideología. Franco va a ir empleando ideas de los falangistas, del conservadurismo antiparlamentario, del catolicismo tradicional, las ideas de negar el reformismo republicano y de impedir el comunismo, el liberalismo y el separatismo. También, Franco se fue rodeando de una propaganda que lo presentaba como un hombre providencial, investido de una misión divina, que encarnaba la unidad nacional.

Los ideales de este nuevo Estado estaban ya presentes el 18 de julio de 1936:

  • España está unida y centralizada. Nada de separatismo. España es “una unidad de destino en lo universal”. España es una entidad única, indivisible. Lema: ”Una, Grande y Libre”. Por eso también se impone un férreo centralismo: la administración local sometida a la central (nombramiento de alcaldes)
  • España está inspirada en las doctrinas de la Iglesia católica y del nacional-catolicismo falangista. La Iglesia apoyará a los sublevados, calificará la Guerra como una Cruzada; Franco será nombrado Caudillo de España por la gracia de Dios. A cambio la Iglesia recibe el control sobre la moral, costumbres y educación. Ayudará a imponer una moral tradicional y conservadora. Defensa de la familia
  • España está dirigida por el Caudillo, en el que se concentran todos los poderes.
  • España recoge la “verdadera tradición española”, es decir, sin liberalismo, sin democracia, sin comunismo, sin masonería, sin judaísmo…; todas ideologías “degeneradas” y “extranjerizantes”.

La doctrina oficial del régimen franquista se basaba en los principios de la Falange y de los requetés (FET y de las JONS). Estos principios se transformaran en los años 50 en el Movimiento Nacional, que fue el único partido reconocido por el régimen y el canal por donde se encauzaba la vida política española.

El Franquismo tenía también una gran capacidad de adaptación. Franco modeló el régimen según las necesidades de cada momento (del 36 al 45, totalitario; del 45 al 59 católico; del 59 al 75, tecnocrático), de ahí que carezca de un texto constitucional y que se rigiese por un conjunto de Leyes Fundamentales promulgadas en fecha distintas, que le permiten controlar e institucionalizar el régimen:

  • Fuero del Trabajo de 1938.
  • Ley Constitutiva de las Cortes de 1942.
  • Fuero de los Españoles de 1945.
  • Ley de Referéndum Nacional de 1945.
  • Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 1947.
  • Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958.
  • Ley Orgánica del Estado de 1967.

A Nivel Social

Se sustentaba en el apoyo de diversos grupos, las “familias”[1], que tenían caracteres muy diferentes. Franco no empleará a todas las familias al mismo tempo, tiende a enfrentarlas, emplea subfamilias dentro de ellas y nunca le da toda la confianza; de este modo mantiene el control sobre todas y las tiene constantemente “amenazadas”. Entre ellas se encuentran:

  • La Iglesia: presencia muy fuerte, hasta convertir el Movimiento en un Nacional-Catolicismo. La iglesia se convirtió en legitimadora del régimen. Apoyó a los militares sublevados y cualificó la Guerra Civil como una Cruzada contra el ateismo marxista y justificó la autoridad de Franco como “Caudillo de España por la gracia de Dios”. Las relaciones con la Iglesia quedaron regularizadas con el Concordato de 1953[2]. A cambio del apoyo, la Iglesia pasó a tener un inmenso poder: capacidad legal para adquirir bienes, potenciación del culto, enseñanza, recuperación de los bienes incautados, control de la moral, etc. Los enfrentamientos con el régimen no se producirán hasta finales de los 60[3] (influencia del Concilio Vaticano II: misa en castellano, preocupación por los desfavorecidos, exigencia de libertad, curas obreros, etc.). Después se apoyó en el grupo del Opus Dei, técnicos que no discutirán las ideas del régimen y que pondrán las bases del desarrollo económico.
  • La Falange: dotó al régimen de un programa típico fascista: dominio ideológico, encuadramiento de la sociedad (sindicatos verticales, sindicatos de estudiantes (SEU), mujeres…), control de la información, concentraciones, etc. Formaba el Movimiento Nacional. Progresivamente pierde poder para convertirse en un aparato burocrático, sobre todo desde que intentó controlar al propio Franco. Existe una Falange defensora de un gran protagonismo (idea de Serrano Súñer, Fernández Cuesta) y otra Falange más dócil y aduladora de Franco.
  • El ejército: Punto central, empleado como elemento de disuasión ante cualquier discrepancia. Siempre fiel a Franco. No es un bloque homogéneo, podemos ver militares que prefieren la monarquía y los que quieren mantener la dictadura. En sus gobiernos siempre contará con muchos ministros militares.
  • Los monárquicos: divididos entre los carlistas, de corte tradicional, y los “donjuanistas” (partidarios de D. Juan de Borbón). Cuando se produjo el Alzamiento D. Juan de Borbón felicitó a Franco e incluso quiso participar en la guerra. Al finalizar se fue alejando de Franco y en 1945 le reclamó la vuelta a la monarquía y el trono: Manifiesto de Lausana de 1945. Franco para controlar a los monárquicos promulga, en 1947, la Ley de Sucesión; España se define como un reino y se volverá a la monarquía cuando él lo decida. D. Juan, entonces, cambia de postura e inician conversaciones para la educación de D. Juan Carlos en España. Franco no estaba dispuesto a ceder quería instaurar una monarquía basada en los principios del nuevo régimen. En 1969, Franco nombró sucesor a Juan Carlos, en palabras de Franco:”todo quedaba atado y bien atado”. D. Juan aceptó esas condiciones, como la única vía posible para recuperar la monarquía, pero sin renunciar a sus derechos hasta 1977, siendo ya D. Juan Carlos Rey. También se barajó la idea de Alfonso de Borbón (hijo de D. Jaime) sobre todo después del matrimonio con la nieta de Franco, Carmen Martínez Bordiú.
  • Los franquistas. También podemos dividir esta familia entre la gente que ve “bien” las ideas de Franco por convicción y otra parte que las acepta por sumisión. Había grupos muy duros, intransigentes, y grupos más aperturistas.
  • Los poderes económicos: oligarquía terrateniente e industrial. Había empresarios que preferían el franquismo porque les daba buenas condiciones para el desarrollo (orden, estabilidad, mano de obra barata, proteccionismo…) y otros porque podían enriquecerse con facilidad (arribistas, especuladores, etc.).

Finalmente, hacer mención a los profundos cambios que produjo el franquismo en la vida cotidiana, en los comportamientos políticos, culturales y religiosos de la población. Los derechos y libertades de los españoles quedaron regulados por el Fuero de los Españoles de 1945. Como deberes se establecían la fidelidad a la patria, a Franco, la obediencia a las Leyes Fundamentales, alimentar y educar a los hijos, etc. Como derechos se reconocen algunos individuales (opinión, reunión, residencia, asociación), y otros de carácter social (educación, seguro social de enfermedad, etc.); sin embargo, todos sujetos al mantenimiento de los principios fundamentales del régimen, lo que hacía imposible ejercerlos. Para el control de la sociedad se emplearán muchos medios: la Falange y su ideología, la Iglesia, el ejército, la educación (formación del Espíritu Nacional) y la cultura, la censura…, el miedo (a la represión y a la reproducción de la guerra).

Estructura del Nuevo Estado

El nuevo régimen político se estableció como sistema totalitario sin constitución y sin libertades democráticas. Desde el punto de vista de su estructura el nuevo estado se basaba en:

  • En la figura del Jefe del Estado: Franco concentra todo el poder en sus manos. Tiene el poder ejecutivo y legislativo. Recibió el nombre de Caudillo de España y fue considerado símbolo y encarnación de la voluntad de la nación española. Al principio su poder no tuvo ninguna limitación legal; posteriormente, la Ley Orgánica del Estado de 1967 precisó sus funciones, separando las funciones de Jefe de Estado y de Jefe de Gobierno, que hasta entonces estaban unidas. Las limitaciones legales al poder de Franco eran pocas, pero existían ciertas restricciones derivadas de la propia formación del dictador como católico, anticomunista y monárquico.
  • Un partido único: FET de las JONS (la Falange) que hasta 1945 será la que dote al régimen franquista de los contenidos doctrinarios falangistas. Posteriormente pasó a denominarse Movimiento Nacional, que como partido único fue el canal por el que se encauzaba la vida política española. Todas las demás formaciones no solo estaban prohibidas sino sometidas a una férrea represión y persecución policial. El partido está dirigido por Franco o una persona designada por él.
  • Un sindicalismo vertical: los Sindicatos Verticales, creados al amparo de la Ley de Unidad Sindical y de la Ley de Bases de la Organización Sindical de 1940. Divididos en tres esferas: campesina, artesanal-industrial y marítima. Todos ellos formaban la Organización Sindical del Movimiento. Quedaba establecida la afiliación obligatoria en un mismo sindicato, por ramas de producción, de empresarios y trabajadores, todos dependientes de un secretario general con rango de ministro, que nombra Franco. El sindicalismo se concebía como un instrumento al servicio del régimen. La huelga estaba prohibida y también el despido libre.
  • Unas Cortes: Tenían un carácter consultivo y deliberante, debían asesorar a Franco en la elaboración de las leyes. Fueron creadas por la Ley de Cortes de 1942. Los representantes en las Cortes, los procuradores, eran designados por el poder; entre ellos estaban: los ministros, miembros del partido y sindicatos, alcaldes, rectores de universidades, representantes de la Iglesia y de la familia. Todo un conjunto representante de la “democracia orgánica”[4]. Con la Ley Orgánica del Estado de 1967 había cinco grupos de procuradores: designados por Franco; elegidos por razón de su cargo; el tercio familiar (elegidos por los cabezas de familia); el tercio municipal (designados por los concejales) y el tercio social (designados por los sindicatos).

A Nivel Territorial

Todo el sistema político-administrativo se basaba en el principio de unidad de poder y en el centralismo. Todo el poder proviene de la Jefatura del Estado. Las provincias estaban dirigidas por los gobernadores civiles y militares, nombrados por el gobierno. Los alcaldes de las ciudades de más de 10.000 habitantes por el gobierno, y el resto por los gobernadores civiles. Los concejales eran designados: un tercio por los cabeza de familia, un tercio por los sindicatos y el tercer tercio por elección de los miembros de entidades económicas o profesionales.

Evolución del Régimen

4.1. El Régimen: 1939-45. Régimen Totalitario. Etapa Azul

Esta etapa está marcada por el asentamiento del Régimen (para eso empleará, sobre todo la ideología de la Falange, junto a la represión y a una legislación muy dura) y por la evolución de la 2ª Guerra Mundial, primero a favor de Alemania y después desfavorable (al principio será muy pro alemán y después se irá distanciando para evitar la intervención de los aliados vencedores de Hitler).

La instauración del régimen franquista comienza desde el momento en el que Franco es nombrado Jefe del Estado y Generalísimo de los ejércitos, el 1 de octubre de 1936. Franco, a continuación, une todos los partidos, en 1937, en un nuevo partido llamado FET y de las JONS, integrando a la Falange, carlistas y tradicionalistas, y siendo Franco el Jefe supremo; finalmente, nombra el primer gobierno, a principios del 38, que comienza a legislar, imponiendo la ideología del nuevo régimen: Fuero del Trabajo, contrarreforma agraria, derogación del divorcio, leyes de represión, etc.

En agosto de 1939[5] se forma el 2º Gobierno. Franco necesita apuntalar el régimen, por eso durante estos años será en los falangistas [6] y militares en los que se apoye el régimen, con Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco, como hombre clave de esa situación. Tenían la idea de crear un modelo de Estado fascista: imposición de sus ideas y represión de la oposición (Ley de Responsabilidades Políticas, Ley de represión contra el comunismo y la masonería).

También es la época del Nacional Sindicalismo. Impone la ideología a través de las leyes al tiempo que legisla para recuperar la producción. En 1938 promulga la primera Ley Fundamental, el Fuero de Trabajo, que exponía lo esencial de los principios sociales del régimen. Completando esta ley se encuentra la ley de Unidad Sindical de 1940, que desarrolla la nueva organización sindical. Solo habrá un sindicato (el sindicato vertical) que será dependiente del único partido permitido, FET y de las JONS. Estas leyes imponían la Unidad, Totalidad y Jerarquía, por lo que se integrarán en ellos, obligatoriamente, los empresarios, técnicos y trabajadores bajo la dirección de la Falange; además quedaban prohibidas las huelgas y era el estado el que fijaba las normas y el salario del trabajo.

Esta situación comienza a cambiar a partir de agosto de 1942. La Falange quiere demostrar su poder y controlarlo todo. Incluso, para forzar la salida de los tradicionalistas y carlistas del gobierno, tiran unas granadas en la celebración de la Virgen de Begoña [7]. Pero Franco no quiere supeditar su poder, por lo que con motivo del incidente de Begoña[8] los falangistas más duros comienzan a salir del Gobierno (cese de Serrano Súñer) y entran otros más “dóciles”[9], y también aprovecha para cesar a algún militar monárquico opositor a su dictadura. De este modo, la Falange, con José Luis Arrese al frente, empieza a perder los grandes rasgos fascistas, destacándose a partir de ese momento la identidad católica y sometiéndose completamente al Caudillo. Por otra parte, consigue colocar a militares completamente leales y muy competentes (José Luis Carrero Blanco como subsecretario de la Presidencia). De este modo apuntaló el régimen y controló a las distintas familias.

A nivel institucional, durante esta etapa se promulga la Ley constitutiva de Cortes, en 1942. Estas Cortes que sirven para construir el llamado fascismo corporativo (ya que los procuradores serán escogidos por las “corporaciones”, municipio, familia o sindicato, que forman el Estado; otra parte de miembros entran por razón de su cargo y otra parte los escoge el propio Franco), pero que no representan la soberanía, ya que Franco mantiene el poder legislativo. Son presentadas como un órgano de participación del pueblo español, en la idea de la creación de una “democracia orgánica” como fue llamada por el régimen. Estaban pensadas, también, como caja de resonancia del régimen (con la Ley Orgánica de 1967 estas Cortes quedarán perfectamente construidas). También están pensadas para mostrar ante las potencias aliadas la idea de alejamiento del fascismo.

4.1.1. Posición de España durante la 2ª Guerra Mundial

Este es otro elemento que marca la evolución del régimen en esta 1ª etapa.

Después de rematada la Guerra Civil se inició la Mundial. Franco, pese a tener lazos con las potencias del Eje, sabía que España no estaba en condiciones de seguir luchando, y además tenía que asentar el régimen a nivel interno, por lo que declaró la neutralidad de España[10], el 4 de septiembre de 1939. Después, los gobiernos de Alemania e Italia presionaron[11] a España para que entrase en la guerra. Franco pensó que tal como avanzaba la guerra, favorable al Eje en ese momento, podría obtener ciertas ventajas (norte de África, Gibraltar) por lo que cambió a una posición de “no beligerancia” [12] (12 de junio de 1940). Se entrevistó con los dos dictadores, con Hitler en Hendaya (Francia) el 23 de octubre de 1940, y con Mussolini en Bordighera (Italia) en febrero de 1941. España entraría en la guerra, sin precisar la fecha, a cambio de ciertas compensaciones[13] (parece que tantas peticiones enfadaron a Hitler y retrasaron el acuerdo para entrar en la guerra[14]). Pero el cambio de escenario en la guerra (campaña de Rusia y comienzo de los reveses para el Eje[15] –pérdida del norte de África-) hace que España no entre. Solo se envió un grupo de voluntarios que formaron la División Azul [16]. El 1 de octubre de 1943, España vuelve a la neutralidad y empezó a distanciarse de las posiciones más fascistas para evitar una posible intervención de las potencias aliadas.

4.2. El Régimen de 1945-59: Apogeo Católico. Nacional Catolicismo

La derrota del fascismo en la 2ª Guerra Mundial puso a la dictadura de Franco en una situación delicada. Franco se adaptó a la nueva situación internacional dando prioridad a los católicos en detrimento de los falangistas y haciendo ciertos cambios institucionales para modificar algo la orientación política e iniciando una ofensiva diplomática apoyada en la Iglesia. Estos cambios ya se están produciendo desde que la guerra va mal para Alemania.

4.2.1. Cambios Institucionales

Franco pretende demostrar que España no es un país fascista. Para eso acomete una serie de cambios. En el nuevo gobierno de 1945, aunque se mantienen falangistas (Fernández Cuesta, Girón de Velasco) es notoria su postergación. En ese gobierno pasan a tener más importancia los ministros católicos que vienen de la ACNP (Asociación Católica Nacional Propagandística). Por eso esta etapa se conoce como: Nacional catolicismo.

También se produce un aumento de las leyes fundamentales del régimen que sirven para institucionalizar y también dar una imagen no tan fascista. En 1945 se promulga el Fuero de los Españoles, texto que pretendía imitar las constituciones democráticas, recogiendo derechos pero sin garantías para ejercerlos. La ley recoge obligaciones: fidelidad a la patria, al Jefe del Estado, obediencia a las leyes; y derechos: participar en las funciones públicas y expresar ideas mientras no atenten contra los principios del Estado; establece la religión católica como la oficial, etc. Otra ley es la Ley de Referéndum Nacional, que facultaba al Jefe del Estado a someter a plebiscito algunas cuestiones que fuesen importantes. Este proceso institucional remata, en esa época, con la promulgación de la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, de 1947. Con esta ley controla a la familia monárquica ya que en la Ley España se define como un “Estado católico, social, representativo y constituido en Reino, y Franco, nombrado Jefe de Estado vitalicio, podía proponer a las Cortes sucesor (varón, español, católico, + de 30 años y jurar las Leyes Fundamentales del Movimiento). Se establecía una monarquía, que de momento no tenía dinastía, ni rey (problema con D. Juan de Borbón y con los monárquicos: 1º D. Juan felicita a Franco por la victoria en la Guerra Civil; 2º Manifiesto de Lausana de 1945 en el que reclama a Franco la vuelta a la Monarquía, y se muestra muy crítico con el régimen; 3º acepta y permite educar a D. Juan Carlos en España[17]; 4º llega a adherirse a los principios del Movimiento Nacional).

4.2.2. El Aislamiento Internacional

El problema al que tiene que hacer frente Franco es al bloqueo que proponen los países de izquierdas, pensado para forzar la salida de Franco.

Al finalizar la 2ª Guerra Mundial las potencias vencedoras rechazaron la entrada de España en la ONU. La Unión Soviética (también México) y las fuerzas de izquierdas (exiliados) mantenían la presión sobre España para forzar la salida de Franco. Francia en 1946 cerró la frontera de los Pirineos y la ONU recomendó la retirada de embajadores (solo quedaron Portugal, Argentina y el Vaticano). España quedaba aislada y sin posibilidad de comerciar. Para romper ese bloqueo España trató de buscar apoyos en: países árabes, Latinoamérica, en grupos católicos, antiguos anticomunistas de Europa y en EE.UU. Será la vía anticomunista y el contexto de la “guerra fría” lo que dé un giro a la política de aislamiento.

La política anticomunista de España era favorable a los intereses americanos, y así, los americanos presionan para ir rompiendo ese aislamiento, por eso se dan los siguientes cambios:

  • en 1948 Francia abre la frontera.
  • en 1950 la ONU recomienda el regreso de embajadores y el ingreso de España en la FAO y UNESCO en 1951.
  • en 1953 firma del Concordato con la Santa Sede.
  • en 1953 acuerdo Hispano-norteamericano para el uso de las bases militares (Torrejón, Rota, Zaragoza y Morón) [18]. A cambio de dólares, alimentos, maquinaria y ayuda para entrar en los organismos internacionales.
  • en 1955 entrada en la ONU.

De este modo se conseguía romper el bloqueo y obtener un cierto prestigio (gracias a la ayuda USA y a la visita del presidente americano Eisenhower a España en 1959).

4.2.3 El Régimen de 1956-59: Declive Católico

Las políticas de los católicos estaban agotadas, se hacía necesario un recambio. Ahora tendrán su oportunidad los tecnócratas del Opus Dei. Este cambio se produce en el contexto de la CRISIS DE 1956.

La situación económica, a pesar de las ayudas recibidas, no era nada buena y se producen los primeros signos de protesta (huelgas). Por otra parte, el 9 de febrero de 1956, hay unos enfrentamientos entre estudiantes liberales y falangistas y muere un estudiante falangista. A Franco le molestaron estos incidentes y aprovechó los acontecimientos para cesar a Ruíz Giménez (Ministro de Educación, católico, por no saber controlar a los estudiantes) y también a Fernández Cuesta (Ministro del Movimiento, falangista, por no saber controlar a la Falange, que quería venganza). Estos hechos demostraban:

  • La aparición de una oposición que ya no venía de los vencidos de la guerra (eran estudiantes que no la habían hecho).
  • La aparición de un incipiente movimiento obrero.
  • Que la Falange pierde peso definitivamente. Ya que el proyecto de ley sobre el Movimiento que presenta José Luís Arrese (Ministro del Movimiento) no será aceptado por Franco (suponía la subordinación de su poder y el del Estado al del Partido).

Otro cambio que se produce es que la Iglesia pierde presencia en el régimen, ya que en la Iglesia se producen unos cambios[19]:

  • Intelectuales católicos que defienden la libertad de pensamiento.
  • Se fijan más en la clase obrera.
  • Iglesias nacionales, vasca, catalana, que cuestionan la dictadura.

Esta situación de problemas económicos, inicios de protestas y enfrentamientos y falta de unidad de la Iglesia es lo que hace que Franco de entrada al grupo del Opus Dei, los tecnócratas, que es una opción dentro de la Iglesia (muy contestada por otras opciones) pero que cuenta con el respaldo de los sectores económicos, y que deje en segundo término a las otras familias.

En el proceso de institucionalización se promulga, en 1958, la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional[20]. Esta ley es como un contrapunto al proceso de apertura. Esta Ley recoge doce principios que se consideraban permanentes e inmutables (unidad, reino, católico…). La idea era presentar de modo claro los principios del Movimiento Nacional, de la Falange[21], con la intención de preparar a España para la nueva etapa que se presenta: hay que cambiar la política económica, hay que integrarse en Europa, llevar adelante ciertos cambios; pero hay que dejar claros los “principios” que inspiran a los españoles. En la ley España se califica como una monarquía tradicional, católica, social y representativa y declaraba como cauces de representación política: la familia, el municipio, el sindicato y otras entidades orgánicas que la ley reconozca.

4.3. El Régimen: 1959-75. Institucionalización del Régimen

Esta etapa se inicia con el gobierno que Franco nombra en 1957 que dio entrada a los tecnócratas (técnicos que no discutían los aspectos más represivos y antidemocráticos del régimen) del Opus Dei: Alberto Ullastres, Mariano Navarro Rubio y Laureano López Rodó. Las ideas eran:

  • mejorar la Administración pública: más eficacia, más garantías para los administrados.
  • Progreso económico para justificar el régimen, liberalizar la economía española e
  • integrar a España en la economía capitalista occidental. La base fue el Plan de Estabilización económica y la planificación indicativa de 1959.
  • La institucionalización del Régimen.

Los cambios permiten, lentamente, el inicio del crecimiento económico y de la integración de la economía española con la europea. Se inician las negociaciones para la adhesión a la CEE, que en principio son muy lentas, pero que marcan una tendencia liberalizadora en la economía.

4.3.1. La Institucionalización del Régimen

Otro aspecto que se sigue es completar el proceso de institucionalización del régimen, para su perfecto funcionamiento, después de la muerte de Franco. Este proceso ven respaldado por el crecimiento económico que proporciona la planificación indicativa de los años 60. Al mismo tiempo, el régimen intenta dar una buena imagen [22] con la celebración de los 25 años de Paz. Pese a esa política mantiene la represión contra cualquier discrepancia. En este sentido reprime duramente a los participantes en la reunión de Munich en 1962[23] y crea el Tribunal de Orden Público para los delitos políticos y también se produce la ejecución de Julián Grimau [24] en 1963.

A nivel institucional, el punto definitivo viene de la mano de la Ley Orgánica del Estado de 1967[25]. El texto pertenece a un proyecto del almirante Carrero Blanco hecho en 1958. La Ley estaba pensada para asegurar el futuro del Régimen. Era como una refundición de las leyes anteriores, pero eliminando el lenguaje fascista y las contradicciones:

  • Separaba los cargos de Jefe del Estado y de Gobierno y las funciones de cada uno.
  • Aumentaba las funciones del Consejo del Reino, para condicionar al futuro rey.
  • Las Cortes aumentaban en número de procuradores: aparecen los procuradores por el tercio familiar (dos por provincia) y
  • se abre la posibilidad a la creación de asociaciones de acción política (los partidos siguen prohibidos) siempre que acaten los principios del Movimiento (tendrá poca incidencia).
  • el ejército pieza clave y garante de la integridad territorial y de la seguridad.

Esta Ley es presentada como la “definitiva Constitución española”, pero no lo es ya que son “disposiciones” del Régimen no fruto de la deliberación y aprobación del pueblo español (fue sometida a referéndum, pero sin condiciones de libertad –resultado cuestionable-).

El punto final para la institucionalización y perpetuación del Régimen era resolver el problema de la sucesión. La Ley de 1947 dejaba la posibilidad de varios candidatos, pero Franco se decantó por D. Juan Carlos de Borbón. El 22 de julio de 1969 Franco presentó la propuesta en las Cortes que fue aceptada y, el 23 de julio, D. Juan Carlos juraba fidelidad al Régimen. La intención era crear una monarquía que garantizase el funcionamiento de las instituciones franquistas después de la muerte del Dictador. En palabras de Franco: “…a que todo quede atado y bien atado”.

4.3.2. El Aperturismo

Al mismo tiempo que se institucionaliza el Régimen, se inicia un proceso de apertura que sale de un sector del Movimiento. Esta idea parte del Ministro Secretario del Movimiento José Solís Ruiz. La idea era potenciar un desarrollo político complementando al económico. Esto permite llevar a cabo un asociacionismo político, aceptando los principios del Movimiento.

Esta ley se acompaña de unas reformas en los sindicatos verticales, que permiten la entrada de una parte del movimiento obrero, y en la legislación laboral (cierta suavización –no siempre-).

Finalmente, una Ley de Prensa e Imprenta que elabora Manuel Fraga en 1966 que eliminaba la censura previa, concedía más libertad de expresión…, aunque seguían siendo delitos las expresiones que atentasen contra: Jefe del Estado, principios del Movimiento, seguridad nacional, orden público…

La dictadura parecía que se suavizaba un poco, pero controlando todo el poder.

4.3.3. El Triunfo de los Tecnócratas

            Estas aperturas eran criticadas por los más inmovilistas que no querían ninguna apertura. En ese sentido intentaron aprovechar los escándalos económicos para atacar a los aperturistas y “obligar” a Franco a realizar ciertos cambios que pararan toda apertura.

            Uno de esos escándalos fue el caso Matesa[26] en julio de 1969. Los inmovilistas airearon el caso e intentaron presionar a Franco para que sacase a los tecnócratas. Pero Franco mantuvo a los tecnócratas. Franco nombró un novo gobierno: el gobierno monocromo, que,  para sorpresa, estaba formado por tecnócratas y casi sin falangistas. Pese a que los tecnócratas estaban implicados en los fraudes, Franco necesita una buena economía que le permitiera reducir la presión de la oposición y tampoco quería más poder en la Falange. Por eso nombra  este gobierno, presidido por el propio Franco y con Carrero Blanco en la Vicepresidencia. Este gobierno frenó los avances aperturistas (no reforma sindical, ley de Imprenta de forma restrictiva, etc.) pero tuvo de su lado los éxitos económicos (acuerdos con la CEE en 1970).

            A nivel social se mantiene la represión: juicio de Burgos de 3 miembros de ETA que serán condenados a pena de muerte; después conmutada.

4.3.4. LA PRESIDENCIA DECARRERO BLANCO

En el año 73 la oposición a Franco es más dura: atentados de ETA, criticas de los aperturistas, oposición democrática, etc. Franco está viejo y enfermo, a finales de junio de 1973 dejó la Presidenciadel Gobierno a Carrero Blanco, que formó un gobierno integrando a todas las “familias”. Pretendía alcanzar la unidad para asegurar la sucesión. Pero la muerte de Carrero en el atentado de diciembre de 1973[27] (Operación Ogro) truncó este proceso. Su muerte supuso para Franco una gran preocupación ya que Carrero representaba la continuidad del régimen y la salvaguardia de sus esencias. Personalmente Carrero representaba la fidelidad a Franco.

4.4. EL GOBERNO DE ARIAS NAVARRO. AGONIA DEL FRANQUISMO

      Tras la muerte de Carrero ocupó, interinamente, la presidencia del gobierno, Torcuato Fernández Miranda: su actitud prudente evitó el golpe de fuerza que reclamaba la derecha. En enero de 1974 se formó un nuevo gobierno, presidio por Carlos Arias Navarro, sin tecnócratas, con algún aperturista y, sobre todo, franquistas duros. En febrero,  se presentaba un programa de gobierno de signo aperturista (el espíritu de febrero)[28], pero esos intentos de apertura fueron cortados por los sectores más inmovilistas (el búnker[29]) que pasaron a tener más peso, y como consecuencia:

– Intento de expulsión del obispo de Bilbao (detención domiciliaria), monseñor Añoveros, por la defensa de la identidad del pueblo vasco.

–  Defensa del antiaperturismo: artículo de José Antonio Girón en el que defiende esa  postura  de antiapertura (el llamado “gironazo”).

– Aprobación del Estatuto del Derecho de Asociación Política, que permite asociaciones políticas que acepten los principios del Movimiento.

– Dimisión de los ministros más aperturistas: Pío Cabanillas, Licinio de la Fuente…

– Pena de muerte para Salvador Puig Antich e para un delincuente común.

En este contexto los aperturistas defendían la posición de una reforma democrática (Fraga, Fernández Ordóñez, Pío Cabanillas…) y se alejaban del régimen.

Por su parte, la oposición antifranquista aumentaba y defendía la ruptura con el Régimen y no aceptaron ninguna colaboración con el régimen.  Esta oposición se fue aglutinando en dos grandes grupos: la Junta Democrática (constituida en París, en julio de 1974, por PCE, políticos vinculados a D. Juan de Borbón e independientes, y después con socialistas de Tierno Galván, carlistas, Comisiones Obreras y Partido del Trabajo) y la Plataforma de Convergencia Democrática (formada en julio de 1975 por: PSOE, cristianodemócratas y liberales)

El Gobierno de Arias vuelve por el camino de la dureza, pese al crecimiento de la oposición (huelgas –la situación económica empeora con las repercusiones de la crisis del petróleo de 1973-, relaciones difíciles con la Iglesia) y con una intensa actividad terrorista. El Régimen se defiende con una gran represión: el 27 de septiembre de 1975 ejecución de 5 penas de muerte [30] –aumento de la crítica al régimen a nivel internacional, que Franco contesta con su última aparición en público en la concentración de la Plaza de Oriente el 1 de octubre de 1975.

En ese contexto de reacción internacional (manifestaciones en el extranjero contra Franco) se produce la reclamación por parte de Marruecos del Sahara, que agravó aun más la crisis final de la dictadura. El Rey Hassan de Marrocos organizó la “Marcha Verde”, en octubre de 1975, que determinó la salida de España del Sahara (Acuerdos de Madrid, 18 de noviembre de 1975, reparto del Sahara entre Marruecos y Mauritania, España abandona en 1976).

La posición del franquismo era muy difícil, a finales de octubre de 1975 se anunció la

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