El Imperialismo, el periodo de la Paz Armada y la Primera Guerra Mundial
1. El Imperialismo
¿Qué es el Imperialismo?
Se entiende por imperialismo la expansión de un Estado más allá de sus fronteras con el fin de dominar otros territorios, que reciben el nombre de colonias. Las colonias son sometidas y explotadas por una potencia a la que se denomina metrópoli.
A lo largo de la historia han existido distintos imperios, pero solo se utiliza el término imperialismo para hacer referencia al proceso histórico de dominio emprendido, sobre todo, durante el último tercio del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial (1870-1914), cuando asistimos a la época del gran imperialismo, es decir, cuando alcanza su mayor expresión el reparto colonial de África y de Asia.
Causas del Imperialismo
Las causas del proceso histórico del imperialismo son diversas:
- Causas económicas: El proceso de industrialización emprendido por las potencias a lo largo del siglo XIX generó nuevas necesidades para el funcionamiento del capitalismo, como la búsqueda de nuevos mercados para dar salida a los productos manufacturados y la necesidad de encontrar nuevas materias primas y fuentes de energía para las industrias de la metrópoli.
- Causas sociales: La expansión demográfica europea durante el siglo XIX provocó la emigración de millones de personas a los territorios ultramarinos en busca de nuevas oportunidades económicas. Así, se van a establecer colonias de poblamiento que van a contar con una importante población europea procedente de la metrópoli. Es el caso de Canadá o Australia.
- Causas políticas: La época del imperialismo se desarrolló durante un periodo en el que se establecieron una serie de alianzas militares en Europa, conocido con el nombre de Paz Armada, en el cual las rivalidades entre las grandes potencias europeas jugaron un papel muy importante, por lo que era necesario construir un imperio colonial como muestra de prestigio y exaltación nacional. También el hecho de poseer un territorio por parte de una potencia europea impedía que otra potencia adversaria la ocupara.
- Causas ideológicas: Jugaron un papel fundamental, sobre todo para justificar la dominación colonial. Existía la creencia de la superioridad de la raza blanca y su visión civilizadora sobre los pueblos indígenas de África y de Asia, basado en la idea del progreso. Autores como Kipling transmitieron la idea de que el destino de Gran Bretaña era llevar la civilización a los pueblos salvajes.
Tipos de Colonias (Administración Colonial)
El dominio de los territorios por las potencias coloniales buscaba el aprovechamiento de los recursos, lo que haría preciso mantener una administración por parte de la metrópoli.
Existían distintos tipos de colonias:
- Los protectorados: En los cuales la metrópoli, en teoría, permitía que el gobierno indígena se ocupara de la política interior, mientras la política exterior y el ejército estaban controlados por la potencia europea.
- Las colonias: Que eran territorios dominados por una potencia extranjera que imponía su administración. Podían ser de dos tipos:
- Colonias de explotación: En las que una minoría blanca procedente de la metrópoli controlaba la administración, además de explotar los recursos naturales y materias primas. Este tipo de colonia fue la más habitual dentro de las posesiones coloniales.
- Colonias de poblamiento: Que reciben el nombre de dominios, en las que se va a establecer una importante población de origen europeo que va a emigrar de la metrópoli y que, en consecuencia, va a gozar de cierto autogobierno y autonomía respecto de la metrópoli.
- Las concesiones: En las que, mediante acuerdos, se establecía el asentamiento de población extranjera, habitualmente en un puerto, para llevar a cabo negocios y facilitar el comercio. Fue el caso de Hong Kong o Macao.
- Los mandatos: Que aparecen después de la Primera Guerra Mundial, al perder las potencias europeas (Alemania y el Imperio Turco).
2. Los Grandes Imperios Coloniales
En el último tercio del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial, las grandes potencias industrializadas, dotadas de adelantos técnicos y militares, construyeron extensos imperios.
El Imperio Británico
El Imperio Británico fue el más importante de todos. Alcanzó su mayor desarrollo durante la época victoriana (1837-1901), que recibe el nombre por la reina Victoria. La época victoriana se caracteriza por el gran desarrollo económico que experimentó el Reino Unido, que se convirtió en la mayor potencia económica del planeta, además del mayor imperio colonial. Desde el punto de vista político, la época victoriana vino determinada por la estabilidad y las reformas electorales que se sucedieron a lo largo del siglo XIX y que fueron democratizando el sistema político británico mediante la ampliación del sufragio, que supuso la incorporación a la vida política de las clases medias.
La vida política británica durante la época victoriana se basó en la alternativa pacífica entre los dos grandes partidos (bipartidismo), los conservadores, liderados por Robert Peel y Benjamin Disraeli, y por otra parte los liberales, liderados por Gladstone. El principal problema de naturaleza política que afectó a Reino Unido fue el nacionalismo irlandés, debido a que los irlandeses católicos estaban sometidos a la soberanía británica desde el siglo XIX y reclamaban tener su propio gobierno, que desembocará en el reconocimiento, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, de la independencia de la República de Irlanda, mientras Irlanda del Norte seguiría formando parte del Reino Unido.
El Imperio Británico (Posesiones)
El Imperio Británico fue el más extenso y el mejor cohesionado. Uno de cada cuatro ciudadanos del mundo pertenecía al Imperio Británico.
Los británicos poseían en Europa el territorio de Gibraltar, Malta y Chipre. En África controlaban todo el África Oriental (a excepción de Tanganica). Es decir, Egipto, Sudán, Uganda, Kenia, Rodesia y Sudáfrica.
Además, los británicos tenían bajo su control el Canal de Suez, que sería inaugurado en 1869 por la reina Victoria. Con la construcción de ese canal se redujeron las distancias y se agilizaron los transportes entre la metrópoli europea y el oeste de Asia. Los británicos también poseían en África, Somalia, Gambia, Sierra Leona, Costa de Oro y Nigeria.
En Asia, los británicos poseían el sur de la Península Arábiga, Yemen, Omán, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, la joya de la corona de la India Británica, la India Británica, Afganistán, Malasia, Singapur, Hong Kong y Papúa.
En América, poseían el dominio de Canadá, Jamaica, Belice y la Guayana Británica y las Islas Malvinas.
En Oceanía, el dominio de Australia y Nueva Zelanda.
3. El Imperio Francés
Se desarrolló durante la época del II Imperio de Napoleón III (1852-1870) y la III República Francesa (1875-1940).
Durante este periodo, Francia adquirió un importante crecimiento económico que se manifestó en la expansión industrial, en el desarrollo de la red ferroviaria y de las entidades financieras. En el ámbito político, Napoleón III aplicó un modelo autocrático de carácter personalista, en el cual se celebraban consultas populares para ratificar sus decisiones. La Constitución de 1852 había concedido a Napoleón III el poder ejecutivo y militar, así como el control de la justicia. Durante el II Imperio, Francia vivió una época de fuerte crecimiento económico, en el cual París fue reformada y embellecida con la construcción de amplias avenidas, parques y edificios que servirían como modelo urbanístico de otras ciudades del mundo, obra del Barón Haussmann.
Durante la III República, Francia va a adoptar una nueva constitución, la Constitución de 1875. Durante este periodo político se reconocerá el sufragio universal, tanto para hombres como para mujeres, convirtiéndose Francia en una democracia plena. Se establecerá la educación primaria obligatoria y gratuita, prohibiéndose la enseñanza religiosa en las escuelas, se legalizaron los sindicatos, Francia vivió un periodo de estabilidad convirtiéndose París en la capital del mundo. La capital francesa celebraría la Expo en 1989, para la cual Gustave Eiffel construyó la célebre Torre Eiffel.
Francia se convirtió en una gran potencia colonial, construyendo el segundo mayor imperio del planeta, además se desarrolló industrialmente y desarrolló un sistema de transportes.
Las colonias francesas en África fueron:
- El África Occidental Francesa (Argelia, Túnez, Marruecos, Mauritania, Malí, Costa de Marfil, Senegal o Guinea).
- África Ecuatorial Francesa.
- La isla de Madagascar.
- En Asia, Francia poseía la Indochina Francesa (Vietnam, Laos y Camboya).
- Territorios abiertos al comercio con China. En América: islas del Caribe (Guadalupe y Martinica) y la Guayana Francesa.
4. El Imperio Alemán
Se construyó durante la época del Káiser Guillermo II, dentro de su política de intervención en los distintos conflictos internacionales entre los dos grandes imperios. Así consiguió crear un imperio. En los años 1884-1885 se celebró la Conferencia de Berlín, que sería el punto de arranque del continente africano. En ella se acordaron medidas sobre la navegación y el comercio del río Congo y se proclamó el principio de que ninguna potencia podría reclamar ningún territorio si no lo había ocupado de manera efectiva. Además, en esta conferencia se aceptaron las reivindicaciones coloniales de Alemania.
Las colonias alemanas en África fueron: Togo, Camerún, Tanganica y África Suroccidental Alemana.
En Asia, Alemania poseía enclaves en la costa de China como Port Arthur y la Guinea Alemana.
Estas colonias alemanas, tras el fin de la Primera Guerra Mundial y debido al Tratado de Versalles, pasarían a formar parte de los dos grandes imperios coloniales.
5. El Imperio Italiano
Italia también tendrá un imperio colonial en África que se desarrollará a partir de la creación del Reino de Italia. Las colonias africanas de Italia eran: Libia, Eritrea y la Somalia Italiana.
6. El Imperio Portugués
Portugal fue el país europeo que construyó el primer imperio colonial allá por el siglo XV y que abrió las rutas comerciales entre el occidente europeo y el oriente de Asia. Sin embargo, al igual que España, durante la época del imperialismo se encontraba en un proceso de decadencia, tras el reconocimiento de la independencia de Brasil.
Las colonias portuguesas en África son: la Guinea Portuguesa, Cabo Verde, Santo Tomé, Angola y Mozambique. En Asia, Macao, Timor Occidental.
7. El Imperio Belga
Bélgica también va a obtener una colonia en África gracias al impulso decisivo de su rey Leopoldo II. Esta colonia es el Congo Belga.
8. El Imperio Holandés
Los holandeses también construyeron un imperio colonial. Se establecieron en Sudáfrica, pero fueron expulsados por los británicos.
En Asia, los holandeses poseen las Indias Holandesas Orientales, hoy en día Indonesia.
En América, la Guayana Holandesa.
9. El Imperio Japonés
Japón creó un gran imperio en Asia. Las colonias japonesas eran la Península de Corea, Formosa.
10. El Imperio Español
España, al igual que Portugal, era un imperio en decadencia que a finales del siglo XIX había perdido buena parte de su imperio construido a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Solo seguía manteniendo Cuba, Puerto Rico y las Islas Filipinas, que se perderían en la guerra contra EE. UU. en 1898.
España, por cuestión de prestigio, va a querer participar en el reparto colonial de África, obteniendo los siguientes territorios:
- El protectorado español en el norte de Marruecos, tras la Conferencia de Algeciras (1906).
- Sáhara Occidental.
- Guinea Española.
- La isla de Fernando Poo.
- Río Muni.
11. El Imperio Norteamericano
Los EE. UU. van a experimentar a lo largo del siglo XIX una expansión territorial hacia el oeste, favorecido por la continua inmigración europea, que va a colonizar los nuevos territorios.
EE. UU. va a comprar territorios como:
- Luisiana a Francia.
- Alaska a Rusia.
Los norteamericanos van a ocupar territorios indígenas y se van a enfrentar a México por el control del noroeste de Estados Unidos, tras la guerra de incorporación de Texas, California, Arizona o Nuevo México.
Los EE. UU. tuvieron que enfrentarse a una guerra civil en donde existían los territorios contrapuestos entre los estados del norte (Nueva York, Nueva Jersey…), industrializados y partidarios de la abolición de la esclavitud, y los estados del sur, agrarios, en donde vendían grandes cantidades de algodón y azúcar trabajada por mano de obra esclava.
La llegada a la presidencia de Abraham Lincoln, un firme detractor de la esclavitud, aumentó la tensión, de tal forma que los estados del sur (Georgia, Alabama, Luisiana, Misisipi) decidieron abandonarla y crear su propia confederación de estados. A su vez, crearon una coalición contra el gobierno de Norteamérica, que no acepta la separación y se inicia la Guerra de Secesión de 1861-1865, en la cual se enfrentaron los ejércitos de los estados del norte, con los ejércitos del sur.
La victoria en la guerra de los estados del norte supuso la abolición de la esclavitud y el triunfo del capitalismo industrial.
Tras la guerra, EE. UU. tuvo que reconstruir el país y se va a desarrollar la extensión del ferrocarril y la colonización del oeste. A finales del siglo XIX, EE. UU. se va a convertir en una potencia económica y política que se va a aprovechar de España para construir un imperio colonial y girar su influencia a América. En la guerra hispano-americana de 1898, los EE. UU. aprovecharon la explosión del Maine para culpar a España de tal hecho, utilizándolo como pretexto para declarar la guerra. Tras ese conflicto, España pierde sus últimas posesiones en América (Cuba y Puerto Rico y Filipinas en Asia) que pasaron a la administración del Imperio Norteamericano.
12. Consecuencias del Imperialismo
El imperialismo trajo las siguientes consecuencias:
- Las colonias de África y de Asia fueron sometidas a una explotación económica que impedía, una vez alcanzada la independencia, su desarrollo económico, debido a que se van a ver agotadas sus materias primas y fuentes de energía.
- Las metrópolis europeas consideraban el deber de civilizar a los pueblos de África y Asia, considerados inferiores a los europeos de raza blanca por su grado de desarrollo económico, científico o cultural. Así, van a adoptar la lengua, la religión, las tradiciones o la cultura de la metrópoli, limitándose las culturas autóctonas.
- Los colonos serán considerados como inferiores, por lo que se divulgarán ideas racistas, sobre todo en aquellas colonias de explotación, en donde la mayor parte de la población es autóctona y la minoría blanca europea controla la administración, el gobierno europeo y explota los recursos naturales en beneficio de la metrópoli.
13. El Periodo de la Paz Armada
Se inicia con el fin de la Guerra Franco-Prusiana y la Batalla de Sedán, que llevará a la creación de Alemania en 1871 con el Káiser Guillermo I, y termina con el estallido de la Primera Guerra Mundial de 1914.
Dentro del periodo de la Paz Armada distinguimos dos etapas:
Primera Etapa (1870-1890)
Durante esta etapa se establecen los sistemas de alianzas militares diseñados por Bismarck, que va a ser el árbitro de la política exterior en Europa. Los sistemas bismarckianos tendrán como objetivo “aislar diplomáticamente a Francia”, resentida tras la derrota franco-prusiana, sobre todo con la entrega de Alsacia y Lorena.
Los sistemas de alianzas militares diseñados por Bismarck fueron:
- La Entente de los Tres Emperadores firmada por Guillermo I de Alemania, el emperador de Austria Francisco José y el zar ruso Alejandro II. Debido a la rivalidad existente en Austria y Rusia en los Balcanes, tras la desaparición del Imperio Turco, provocará que finalmente Rusia decida abandonar la alianza de los tres emperadores.
- La Triple Alianza. A Austria y Alemania se le suma Italia ante la retirada de Rusia.
- Bismarck no podía permitir que un gran imperio europeo como era Rusia quedara fuera de su sistema de alianzas militares, así formó un tratado secreto por el cual, en caso de que Francia declarara la guerra a Alemania, Rusia se declararía neutral.
Durante la primera etapa, Bismarck demostró sus dotes como hombre de Estado y logró su objetivo, ya que Francia, si se produjera una guerra con Alemania, se vería aislada diplomáticamente.
Segunda Etapa (1890-1914)
Esta etapa se inicia con la llegada al poder de Alemania del hijo de Guillermo I, Guillermo II, quien decide prescindir de los servicios de Bismarck en 1890 y tomar él mismo las riendas de la política exterior alemana, por la cual Alemania quiere tener una mayor importancia a nivel internacional que se reflejará en la política imperialista, militarista, es decir, Alemania va a participar en los distintos conflictos internacionales entre las grandes potencias (Francia y el Imperio Británico) con el fin de arrebatarles colonias. Así, Alemania construye un imperio provocando un tremendo recelo entre los dos grandes imperios, que a pesar de los enfrentamientos que habían tenido en el reparto colonial de África y Asia, deciden acercar posturas ante la actitud imperialista y militarista de Alemania.
Ese acercamiento queda plasmado en la llamada Crisis de Fachoda (1898) por la cual Sudán pasará a manos británicas.
Francia y el Imperio Británico sellarán una alianza trascendental para las relaciones exteriores de los dos países en el siglo XX, la Entente Cordial anglo-francesa de 1904, por la cual Francia y Reino Unido van a ir de la mano en las guerras mundiales.
Del mismo modo, Guillermo II no consideraba que fuera posible una alianza militar entre la Francia de la III República y el sistema absolutista de los zares de Rusia, por lo cual no quiso renovar el tratado de no agresión con Rusia. Esto sería aprovechado por Francia que, al no renovar Rusia el tratado de no agresión, acabaría incorporándose a la Entente Cordial anglo-francesa surgiendo la Triple Entente.
14. Las Revoluciones de 1830
Este proceso revolucionario se inició en Francia en julio de 1830, cuando triunfa una revolución liberal que pone fin de manera definitiva a los dos últimos monarcas absolutistas de Francia, Luis XVIII y Carlos X, iniciándose una monarquía de corte liberal y parlamentaria representada en la figura de Luis Felipe de Orleans. Se aprueba una nueva constitución para Francia en donde se reconocen los ideales del liberalismo burgués más conservador, que se pone de manifiesto en el reconocimiento del sufragio censitario.
En 1830, se independiza del Reino de los Países Bajos, Bélgica, que se convierte en una monarquía constitucional. La potencia europea que va a salvaguardar la independencia de los belgas es Reino Unido.
15. La Revolución de 1848. La Primavera de los Pueblos
En 1848 se produce la oleada revolucionaria de mayor importancia en Europa. Esta oleada revolucionaria se caracteriza por presentar un mayor carácter democrático y social.
Causas
- La crisis económica iniciada en 1847, que comenzó en la agricultura y se extendió a la industria, provocando desempleo y descontento social.
- La actividad de los liberales nacionalistas, que reclamaban la creación de estados constitucionales y promovía la independencia de distintos pueblos con el fin de convertirse en estados nación.
- Las aspiraciones de la pequeña burguesía y de los trabajadores de participar en la vida política.
La revolución de 1848 tuvo una profunda repercusión en Europa:
- En Francia, se puso fin a la monarquía constitucional de Luis Felipe de Orleans y se proclamó la Segunda República, en donde se reconocía el sufragio universal masculino, la soberanía popular y se ampliaron las libertades individuales, reconociendo incluso derechos laborales.
- En 1848 tuvo lugar el Parlamento de Fráncfort, donde se reunieron los distintos estados alemanes con el objetivo de avanzar en el proceso de unificación. Sin embargo, los intereses contrapuestos entre las dos grandes potencias germánicas, Austria y Prusia, no permitirían que el proceso de unificación avanzara, ya que Prusia pretendía liderar el proceso de unificación, excluyendo a Austria.
- En Italia, se produjeron revueltas contra Austria en el Véneto, en la Lombardía, Parma y Módena.
- En el Imperio Austriaco se producen también sublevaciones protagonizadas por los checos que reclaman una mayor soberanía. Los húngaros consiguen un parlamento propio.
En definitiva, la revolución de 1848 va a poner fin al absolutismo monárquico de Europa. En el Imperio Austriaco se va a aprobar una constitución y se va a adoptar un modelo liberal. En los distintos estados alemanes, a pesar de que el Parlamento de Fráncfort no prosperó, se van a aprobar constituciones. En el Reino de Piamonte-Cerdeña, del mismo modo, se aprobará una constitución y se creará un régimen liberal-burgués. Este reino será quien efectúe el proceso de unificación de Italia.
En Francia, donde se habían iniciado los procesos revolucionarios de 1848, la II República duró poco, al igual que la nueva Constitución de 1848. En diciembre de 1851, Luis Napoleón Bonaparte dará un golpe de Estado a la II República, iniciándose el II Imperio Francés (1851-1870), proclamándose como emperador de los franceses con el título de Napoleón III.