El Imperio Español: Auge, Decadencia y Siglo de Oro

Estudio de un caso: El Imperio español en el mundo


El Imperio español se expandió entre 1500 y 1580, ocupando territorios en todo el mundo: el Imperio alemán, Austria, Bohemia, Países Bajos, Franco-Condado, Milanesado, Nápoles, Dos Sicilias en Europa; en América se ocuparon casi todas las tierras desde los actuales EEUU hasta la Patagonia (Virreinatos de México y del Perú), Filipinas e islas del Pacífico y los territorios portugueses con Felipe II. “En el Imperio español no se ponía el sol”. Era un imperio a nivel mundial.


La forma de gobierno fue una monarquía autoritaria. Carlos I y Felipe II ejercieron directamente el poder ayudándose de secretarios reales, Consejos y una administración centralizada. El ejército, los tercios, tuvieron mucha importancia debido a las continuas guerras.

La organización territorial era una asociación de Estados, que tenían como vínculo al rey, pero mantenían sus propias instituciones, leyes y costumbres, y un virrey representaba en ellos al rey.


Los Reinos del rey de España

Los reyes de la Casa de Austria se titulan reyes de las Españas, de Castilla, Aragón, Navarra, Señores de Vizcaya, de Los Países Bajos, condes de Barcelona, etc. porque sus Estados tenían leyes y formas de gobierno diferentes, unidos por el rey, quién no tenía el mismo poder en uno u otro lugar del imperio.


Los reinos eran:

  • La Corona de Castilla, con Castilla, León, Granada, los territorios vascos  (con sus Fueros) y sus colonias en América, el Reino Navarra.
  • La Corona de Aragón, con los reinos de Aragón, Cataluña, Baleares y Valencia.


Fuera de la Península:

  • En Italia, Milán, Cerdeña, Nápoles y Dos Sicilias.
  • Los Países Bajos.
  • Las posesiones austriacas y el Franco Condado.


El Gobierno central

Carlos I no tenía una capital fija. Felipe II la estableció en Madrid y luego en El Escorial. En cada reino o territorio se puso un virrey o un gobernador y junto a ellos estaban las Audiencias. Para asesorar al rey estaban los Consejos (de Castilla, de Indias, de Navarra, de Italia, de los Países Bajos, de Hacienda, de la Inquisición, de Estado, etc.)


Los recursos procedían de los impuestos de cada reino (alcabalas, impuestos directos, etc.). Pero los más importantes fueron el oro y plata de América.


El Imperio de Carlos V


Carlos I de España y emperador V de Alemania, se crió en los Países Bajos y al llegar a España tuvo una fuerte oposición que provocó dos revueltas: las Comunidades (los comuneros en Castilla) y las Germanías (en Valencia). Las Comunidades eran los gobiernos municipales de ciudades castellanas, leonesas, extremeñas y andaluzas, que se rebelaron contra el rey a causa del mucho dinero que quería cobrar para sus nobles, su proclamación como emperador y porque los castellanos estaban siendo postergados frente a los nobles flamencos. El ejército de los comuneros (sobre todo de Segovia, Salamanca y Toledo) fue derrotado en Villalar (1521) y los jefes comuneros fueron ejecutados. Al volver a Castilla, Carlos comenzó a castellanizarse, para evitar otra revuelta.


Gobernó el cada vez más extenso Imperio español. Heredó las Coronas de Castilla y de Aragón, el Reino de Navarra y de Granada. De la Casa de Borgoña heredó el Franco Condado, Luxemburgo y los Países Bajos y de los Austria todas sus posesiones de Austria y Alemania.


En el exterior

Tuvo que enfrentarse a la rivalidad con Francia por Italia (a la que derrotó en Pavía) ocupando el Ducado de Milán (Milanesado). Ocupó los Estados Pontificios en 1527 (el Sacco de Roma). Tuvo un enfrentamiento con los turcos (de Solimán el Magnífico) que llegaron a las puertas de Viena, donde fueron derrotados. Combatió el luteranismo, tras la Dieta de Worms y firmó la Paz de Augsburgo (1555) tras la batalla de Mühlberg, reconociendo la existencia de las dos religiones en el Imperio.


En el interior

Tuvo que enfrentarse a la Guerra de las Comunidades, donde los Comuneros se levantaron en 14 ciudades castellanas, nombrando reina a Juana. Fueron derrotados en la batalla de Villalar (1521) y sus principales cabecillas (Padilla, Bravo y Maldonado) fueron decapitados. En Valencia se sublevaron las Germanías, pero los derrotó la alianza entre el rey y la nobleza. A cambio, el rey tuvo que ampliar los privilegios de la nobleza en perjuicio de las ciudades y de la burguesía.


En 1556, enfermo, abdicó en su hijo Felipe y se retiró al monasterio de Yuste.


La Monarquía Hispánica de Felipe II y el Imperio donde nunca se pone el sol


Felipe II dejó los territorios de la Casa de Austria y de Alemania a su hermano Fernando. Gobernó el resto: el Reino de Castilla, la Corona de Aragón, Flandes o Países Bajos, Milanesado, Nápoles y Dos Sicilias, el imperio castellano de América, Filipinas y plazas en el Norte de África y el Pacífico. Desde 1580 fue también Rey de Portugal y sus posesiones coloniales.

Su política tuvo dos objetivos principales:

  • Conservar su herencia.
  • Mantener el catolicismo, frente al Islam y el protestantismo.


Los problemas exteriores del reinado:

  • La guerra contra Francia (victoria española de San Quintín).
  • La guerra contra los turcos por el control del Mediterráneo (victoria española de Lepanto).
  • La guerra contra la rebelión de los Países Bajos.
  • Intentó desembarcar en Inglaterra y sufrió el desastre de la “Armada Invencible”.


Los problemas interiores del reinado:

  • Se enfrentó a las rebeliones de las Alpujarras (moriscos) y la de Aragón (por sus Fueros).


Todas estas guerras provocaron gastos tan grandes que provocaron varias bancarrotas.


La Monarquía Hispánica y la Decadencia del Imperio. S. XVII


Felipe III


Reinó desde 1598. Dejó el gobierno a un valido, el duque de Lerma. Su objetivo fue acabar con las guerras de España. Buscaba la paz. En 1609 se firmó la tregua con los Países Bajos. En sus últimos años participó en la Guerra de los Treinta Años. En el interior expulsó a los moriscos en 1609, lo que arruinó muchas regiones.


Felipe IV y Carlos II. La guerra de los Treinta Años. La pérdida de la hegemonía española


En 1621 llegó al poder Felipe IV. Dejó el gobierno a un valido, el conde-duque de Olivares. Reinició la guerra contra las Provincias Unidas y se implicó totalmente en la guerra de los Treinta Años (1618-1648), que acabó en la derrota de Rocroi ante los franceses y el Tratado de Westfalia y significó la independencia de las Provincias Unidas de Holanda y la pérdida de la hegemonía española en Europa. La Paz de los Pirineos acabó la guerra contra Francia, perdiendo España Rosellón y Cerdaña y casándose Luis XIV con la infanta española María Teresa.


En el interior reforzó la autoridad del rey recortando la autonomía de las regiones, para conseguir que todos participaran en los gastos de la monarquía y tener el dominio total como en Castilla, lo que provocó levantamientos armados (Cataluña) y la rebelión de Portugal (1640). El duque de Braganza se proclamó rey de Portugal.


En 1665, subió al trono Carlos II. Era un enfermo y gobernaron los validos. Al final el gran problema fue la sucesión. Murió en 1700 sin descendencia. Carlos II dejó como rey en el testamento a Felipe de Anjou (Felipe V), pero Austria e Inglaterra no lo aceptaron, lo que provocó la guerra de Sucesión española.


España retrocedió en Europa ante la Francia de Luis XIV, perdiendo muchos territorios (Sur de Países Bajos, Franco-Condado…). Mientras se producía la decadencia de Castilla y del Imperio español.


El Siglo de Oro Español


La cultura española. Literatura


La segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVII fue una edad de oro para las letras españolas. Garcilaso de la Vega, El Lazarillo de Tormes, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, las novelas de Cervantes (El Quijote, las novelas ejemplares), la poesía de Góngora y Quevedo; el teatro de Lope de Vega, Tirso de Molina o Calderón de la Barca.


Se produjo en una España muy influida por la Contrarreforma y la literatura y el arte estuvieron al servicio de la corona y de la Iglesia. Las obras literarias propagaron las ideas religiosas y políticas que exaltaban la fe católica y la monarquía absoluta.


Sin embargo, en el plano científico y filosófico España empezó a acusar un considerable retraso respecto al continente, debido a la prohibición desde Felipe II de estudiar en el extranjero y a la constante vigilancia de la Inquisición. La enseñanza tuvo importancia en la Universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y Valladolid y en los colegios de los jesuitas. Y se da el Renacimiento con el plateresco, y el estilo herreriano. Destacan Berruguete y el Greco.


El Arte Barroco en España


En España tienen importancia Gómez de la Mora (en Madrid) y los hermanos Churriguera (churrigueresco). Se construyó el Santuario de Loyola (jesuitas).


En pintura está Velázquez, Murillo, Ribera, Zurbarán, etc.


La Economía y la Sociedad


La Sociedad


Dominaban la nobleza y el clero, privilegiados, que fueron sometidos a la autoridad real y ocuparon cargos en el gobierno y la administración. La mayoría de la población eran campesinos. En las ciudades hay artesanos y comerciantes. La burguesía tuvo escaso desarrollo debido a la mentalidad aristocrática que despreciaba el comercio y la artesanía.


Se fomentaba la vida inactiva y el vivir de las rentas en los casos de la nobleza o de la mendicidad o de la delincuencia en las clases bajas. La población que había crecido en el siglo XVI, sufrió un retroceso  en el siglo XVII por las guerras, peste, expulsión de los moriscos y la emigración a América.


La Economía


El siglo XVI fue época de prosperidad económica, lo que permitió el crecimiento de la población (8 millones). Pero a mediados del  siglo se produjo una inflación (por los metales preciosos de América) y el dinero se gastó en guerras, no en la agricultura o la artesanía. En el siglo XVII, la agricultura sufrió una crisis y la industria tuvo escaso desarrollo. El comercio con América  y dentro de España decayó en el siglo XVII.


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