El Imperio Español bajo Carlos V y Felipe II
Carlos V y la Herencia de un Vasto Imperio
Carlos V heredó un vasto imperio formado por un conglomerado de territorios con intereses distintos. No hubo una política económica común, ni el titular tenía los mismos derechos en cada estado. Lo único común era el soberano.
La herencia que Carlos V dejó a su hijo Felipe II parecía una oportunidad para liberarse de conflictos y aliviar a España de la carga política imperial. Sin embargo, ni Felipe II ni sus sucesores se consideraron reyes de España. Su objetivo era mantener la integridad de los dominios de la Casa de Austria y su hegemonía en Europa.
El Imperio de Carlos V: Un Patrimonio Disperso
El patrimonio de Carlos V provenía de diversas fuentes:
- Herencia Materna: Corona de Aragón, Castilla, Navarra, posesiones italianas, norteafricanas y en las Indias.
- Herencia Paterna: Países Bajos y Franco Condado.
- 1515: Territorios de su abuelo Maximiliano y derechos a la corona imperial.
Este extenso patrimonio, formado por estados diversos, no se unificó. Los ingresos y el poder de Carlos V procedían principalmente de Castilla y las Indias. Castilla se convirtió en el centro político del imperio.
Revueltas y Conflictos Internos
Cuando Carlos V llegó a Castilla, su única preocupación era conseguir el título de emperador. Una vez conseguido, partió, lo que generó malestar y provocó revueltas.
Las Revueltas de las Comunidades (1520-1522)
Protagonizadas por ciudades castellanas como Toledo, Segovia y Salamanca, que se autoproclamaron comunidades o comuneros. Se opusieron a las autoridades de Carlos V y a la alta nobleza, expulsando a los corregidores. Las ciudades pretendían:
- Prescindir de consejeros extranjeros.
- Que el monarca acatara la voluntad del reino.
- Limitación del poder real.
- Reducción de impuestos.
- Protección de la industria textil.
- Disminución del poder de la nobleza.
El movimiento, inicialmente dirigido por nobles de segunda categoría, también contó con el apoyo de movimientos antiseñoriales. La alta nobleza cerró filas con los representantes del monarca. En la batalla de Villalar (1521), los comuneros fueron derrotados y sus líderes, Padilla, Bravo y Maldonado, ejecutados.
Las Revueltas de las Germanías (1519-1523)
Esta rebelión, nacida en Valencia y extendida a Mallorca, tuvo un carácter antiseñorial. Artesanos, campesinos pobres, bajo clero y comerciantes descontentos se negaron a someterse al representante del monarca. Pedían la abolición de la jurisdicción señorial y los impuestos feudales, oponiéndose a los abusos señoriales y a la presencia musulmana. La rebelión fue dominada por tropas reales y nobiliarias.
Consecuencias de las Revueltas
La monarquía resultó vencedora en ambas revueltas. Las Cortes de Castilla se convirtieron en una institución sumisa, y los nobles se transformaron en aliados fieles al rey. En consecuencia, la política exterior se volvió ambiciosa y costosa.
La Política Exterior de Carlos V
Se basó en defender su herencia dinástica y la hegemonía europea, lo que llevó a enfrentamientos con Francia, los turcos y los príncipes alemanes protestantes.
Guerras contra Francia (1521-1559)
Carlos V mantuvo hasta seis guerras contra Francia, motivadas por la rivalidad con Francisco I y el legado de luchas anteriores. La primera guerra (1521) se originó por la invasión francesa de Navarra y el intento de asegurar la hegemonía en el norte de Italia. La derrota francesa en Pavía (1525) dio a Carlos V el control de Milán. La lucha se reanudó en 1536 y se prolongó durante 20 años, terminando durante el reinado de Felipe II con la derrota francesa en San Quintín (1557).
Guerras contra los Turcos
En Europa Central, el sultán Solimán el Magnífico ocupó Hungría y sitió Viena. En el Mediterráneo occidental, corsarios ocuparon Trípoli y Bujía. Estas guerras no fueron prioritarias para Carlos V.
Guerras en Alemania (1546-1555)
Carlos V luchó contra la Reforma de Lutero y algunos príncipes alemanes. Inicialmente, se mostró partidario de un compromiso entre Lutero y el Papa, convocando una reunión en Worms (1521). Sin embargo, finalmente condenó a Lutero y reclamó al Papa un concilio para reformar la Iglesia. Algunos príncipes alemanes protestaron. En 1545, el Papa convocó el Concilio de Trento, lo que originó la guerra entre los príncipes protestantes y Carlos V. La victoria en Mühlberg (1547) aumentó su poder en Alemania. La Paz de Augsburgo (1555) reconoció el derecho de los príncipes a imponer su religión a sus súbditos.
La Monarquía Hispánica de Felipe II
Felipe II, prototipo de monarca absoluto, estableció la corte en Madrid y construyó el Escorial. Heredó dos objetivos fundamentales: la lucha por la hegemonía europea y la defensa de los territorios que formaban su patrimonio. Sustituyó la política universal por la confesional, centrándose en la defensa del catolicismo.
Política Exterior de Felipe II
- Victoria en San Quintín (1557): Derrotó a los franceses, dando paso a un largo periodo de paz con Francia.
- Batalla de Lepanto (1571): La armada española, junto a la veneciana, venció a los turcos.
- Rebelión de los Países Bajos: La intervención del Duque de Alba no impidió la separación de la zona norte protestante y el sur católico.
- Armada Invencible (1588): Enviada contra Inglaterra, que apoyaba a los protestantes de los Países Bajos, fracasó.
- Anexión de Portugal (1580): Felipe II reclamó y obtuvo el trono de Portugal.
Política Interior de Felipe II
- Sublevación de los Moriscos (1568-1571): Enfrentó la rebelión de las Alpujarras en Granada. La represión incluyó la prohibición de su lengua y cultura, la deportación y el reparto de los supervivientes por Castilla.
- Alteraciones en Aragón (1591): Diversos factores, como la crisis económica y el bandolerismo, se sumaron al descontento de ciertos sectores nobiliarios con el intervencionismo real.
El Modelo Político de los Austrias
Heredado de los Reyes Católicos, a partir de la segunda mitad del siglo XVI los reyes se hicieron sedentarios y se rodearon de una administración que se superponía a las instituciones de cada reino. Se consolidó el sistema de gobierno por consejos y aumentó el poder de los secretarios del rey. Se mantuvo la delegación del poder en virreyes y gobernadores. Los ingresos procedían principalmente de los impuestos de Castilla y de las Indias. La nobleza no pagaba impuestos, y la Iglesia colaboraba en mayor medida. Banqueros alemanes y genoveses fueron haciéndose con cantidades crecientes de los impuestos.