Carlos V y el Inicio del Imperio
Ascenso al Poder y Herencia
A la muerte de Fernando el Católico, su nieto Carlos, hijo de Felipe el Hermoso y Juana I, fue proclamado rey de Castilla y Aragón, iniciando la dinastía de los Austrias. En 1519, se convirtió en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, superando la candidatura de Francisco I de Francia. Carlos V heredó un vasto territorio: Nápoles, Sicilia, Navarra, Aragón, Castilla y las Indias de sus abuelos castellanos; Flandes y el Franco Condado de Maximiliano de Austria; y como emperador, gobernó sobre los príncipes alemanes.
El Ideal del Imperio Cristiano Universal
Carlos V reinó con la idea del imperio cristiano universal: un emperador con preeminencia sobre los reyes cristianos de Europa, liderando la lucha contra la herejía, especialmente la luterana y la calvinista.
Rivalidades y Conflictos
Las principales rivalidades de Carlos V fueron con Francia, el Imperio Otomano y el problema luterano. Durante su reinado, estallaron las revueltas de las Comunidades y las Germanías.
La Revuelta de las Comunidades
La revuelta comunera fue un movimiento castellano y ciudadano que criticaba los altos impuestos a los burgueses (sector textil), la concesión de cargos a extranjeros y el apoyo de la monarquía a la nobleza en la ganadería y el comercio de la lana. El movimiento se centró en Segovia y se extendió por Castilla. La aristocracia y el clero apoyaron al emperador, quien logró el apoyo de importantes ciudades, debilitando a los comuneros. La batalla de Villalar marcó el fin de la revuelta, con la ejecución de sus líderes (Padilla, Bravo y Maldonado).
La Revuelta de las Germanías
La revuelta de las germanías se centró en Valencia y Mallorca. Las causas fueron la injerencia del monarca en los fueros municipales, la exclusión de los artesanos de cargos públicos y la precaria situación económica. La revuelta fue violenta, y los ejércitos reales tuvieron que sofocarla. En Mallorca, la rebelión se dirigió contra la nobleza y el clero.
Felipe II y la Consolidación del Imperio
Herencia y Rivalidades
Carlos V abdicó en su hijo Felipe II en 1555, heredando Castilla, Navarra, Aragón, los Países Bajos, Milán, Nápoles, Sicilia y las Indias. Felipe II no fue emperador. Heredó las rivalidades con Francia, el Imperio Otomano y los luteranos, añadiéndose Inglaterra.
Defensa del Catolicismo
Felipe II se vio obligado a defender el catolicismo en Europa, interviniendo en la política francesa a favor del bando católico, luchando contra los musulmanes (victoria de Lepanto) y reprimiendo la herejía, especialmente en los Países Bajos, donde invirtió enormes recursos. Intentó acabar con Isabel I de Inglaterra (protestante), pero la Armada Invencible fue derrotada. Reprimió la revuelta morisca en las Alpujarras.
El Reinado de Felipe II
Felipe II fijó su residencia en El Escorial. Despachaba personalmente todos los asuntos, lo que ralentizaba las decisiones. Existían varios Consejos, y el rey contaba con la ayuda de un secretario, como Antonio Pérez, quien perdió el favor real y fue perseguido.
Unión de las Coronas Española y Portuguesa
Durante el reinado de Felipe II, se unió la corona española y portuguesa. Tras la muerte del rey Sebastián (1578) y su hermano Enrique (1580) sin herederos, Felipe II, nieto de Manuel I de Portugal, tenía derechos al trono portugués, con el apoyo de la nobleza y la burguesía. Sin embargo, Antonio, otro nieto de Manuel I, se proclamó rey con el apoyo de Lisboa y otras ciudades. Fernando Álvarez de Toledo (duque de Alba) venció a Antonio, quien huyó a Francia y fue derrotado por Álvaro de Bazán. En 1581, Felipe II fue reconocido rey por las Cortes de Tomar, comprometiéndose a respetar la autonomía portuguesa y nombrar funcionarios portugueses. La anexión (60 años) unió dos grandes imperios. Las posesiones portuguesas en Brasil, África y Asia pasaron a Felipe II, creando un imperio donde nunca se ponía el sol.
Organización Política de los Austrias Mayores
Centralización del Poder
Los Austrias mayores continuaron la organización política de los Reyes Católicos. Se rodearon de letrados, expertos en leyes ajenos a la alta nobleza, apartándola del poder de la Corte y centralizándolo en el monarca. La alta nobleza mantuvo altos cargos en el ejército y la diplomacia, subordinados a la Corona.
Castilla como Centro del Imperio
Castilla se convirtió en el centro del Imperio, especialmente con Felipe II. Se establecieron Virreyes (Aragón, Indias, Italia) o Gobernadores (Países Bajos, Milán). El Rey era asesorado por los Consejos (sistema polisinodial), sectoriales (Hacienda, Inquisición) o territoriales (Castilla, Aragón, Indias, Italia). Tenían carácter consultivo: el Rey decidía.
Consejos y Secretarios
Carlos V y Felipe II despachaban con consejeros de confianza, los Secretarios, intermediarios entre el rey y los Consejos. Algunos, como Antonio Pérez, alcanzaron gran influencia.
Administración Local y Justicia
Los Corregidores, designados por la corona, controlaban las ciudades. Las Chancillerías y Audiencias administraban justicia.
Madrid como Capital
En 1561, Felipe II estableció la capital en Madrid, provocando su crecimiento y la decadencia de Valladolid y Toledo.
Sociedad y Economía en el Siglo XVI
Demografía y Estructura Social
A principios del siglo XVI, España tenía 8 millones de habitantes, cifra que aumentó durante el siglo. Castilla era la región más poblada. Madrid y Sevilla crecieron. La sociedad era estamental: alta nobleza (terratenientes) y nobleza desposeída (hidalgos). La nobleza no pagaba impuestos directos. La Iglesia acumulaba propiedades, pero existía un bajo clero desposeído. El campesinado era heterogéneo: pequeños propietarios, jornaleros y arrendatarios. Pagaban impuestos y vivían en la subsistencia. La burguesía comercial e industrial era débil.
Economía y Hacienda
La ganadería predominaba sobre la agricultura. La producción de olivo y vid creció por la demanda americana. La economía vizcaína se basaba en el hierro. Los ingresos del Estado se usaban para mantener los dominios europeos. Los Austrias mayores se endeudaron con banqueros (Fugger, Welser, genoveses). La presión fiscal era alta, perjudicando la industria. La alcabala era el impuesto principal. La plata americana provocó inflación, perjudicando a los más pobres.
Cultura y Religión en el Siglo XVI
Influencias Culturales y Expansión
España recibió la influencia del humanismo, erasmismo, arte italiano y flamenco, literatura italiana. La imprenta expandió la producción cultural. La cultura era para pocos, la mayoría era analfabeta. Existía una rica cultura popular.
Centros del Saber y Erasmismo
Las universidades de Salamanca y Valladolid eran centros del saber, junto con Valencia, Alcalá de Henares, Granada. Fueron centros humanísticos y científicos, pero la Contrarreforma las controló ideológicamente. La primera mitad del siglo XVI vio la difusión del erasmismo, con figuras como Juan Luis Vives y Alfonso de Valdés.
Teología y Pensamiento Político
Destacaron teólogos como Francisco de Vitoria y Francisco Suárez. Vitoria sentó las bases del pensamiento político: un monarca absoluto limitado por la ley divina y natural, defensor del orden cristiano.
Sociedad y Religión
La nobleza rechazaba el trabajo. La burguesía buscaba el estatus de noble. La religión impregnaba la sociedad. La Inquisición, creada por los Reyes Católicos, perseguía el judaísmo y el proselitismo de los conversos, luego la herejía protestante, la brujería. Tenía jurisdicción en todos los reinos y se usó como arma política.