¿Cómo se repartieron el mundo los imperios coloniales?
El Imperio británico
A finales del siglo XIX, el Reino Unido poseía el mayor imperio colonial, controlando rutas comerciales marítimas con bases en el Atlántico, Índico, Pacífico y Mediterráneo. En África, los británicos formaron un imperio de Norte a Sur, desde El Cairo (Egipto) hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica). La principal colonia británica fue la India, un gran mercado para productos británicos y proveedora de materias primas. Para garantizar su seguridad, los ingleses rivalizaron con Francia por Birmania y con Rusia por Afganistán y el Tíbet.
El Imperio francés
Los franceses se instalaron principalmente en África del Norte y Sudeste asiático. Su proyecto de ocupar un vasto territorio de Este a Oeste en África chocó con los intereses británicos en Sudán. Sin embargo, Francia consolidó su dominio en Marruecos, Argelia, Túnez, África Occidental Francesa y África Ecuatorial Francesa. En Sudeste asiático, establecieron protectorados que formaron la Indochina francesa (Camboya, Vietnam y Laos).
EEUU y Japón
Tras la Guerra de Secesión, EEUU se convirtió en una gran potencia industrial. Su expansión colonial se dirigió hacia el Pacífico y el Caribe. Expulsaron a los españoles de Filipinas, Cuba y Puerto Rico, y se apoderaron de una franja de Panamá para construir el canal transoceánico. En Japón, la industrialización fue un proyecto de modernización encabezado por el emperador Mitsuhito. Japón intervino en Manchuria, ocupó las Islas Kuriles, Corea y Formosa (Taiwán).
La herencia del colonialismo
Modificación del territorio
Los europeos crearon nuevos países y trazaron sus fronteras, talaron bosques y cultivaron áreas vírgenes. Construyeron infraestructuras y nuevas ciudades, modificando la estructura económica y política africana sin considerar las diferencias tribales, lingüísticas o religiosas, lo que generó problemas de cohesión interna.
Impacto demográfico
Las medidas higiénicas y los hospitales redujeron las epidemias, disminuyendo la mortalidad y aumentando la población. Sin embargo, en África, el aumento de habitantes rompió el equilibrio entre población y recursos, provocando subalimentación crónica.
Consecuencias económicas
Los intereses económicos de los colonizadores prevalecieron, manteniendo los privilegios de los grupos burgueses. La población indígena quedó sometida, sus condiciones de vida empeoraron y muchas tierras pasaron a manos de los colonizadores. Se impusieron grandes plantaciones de productos que beneficiaban a la metrópoli, obligando a los nativos a trabajar en ellas y comprar alimentos. La artesanía local se arruinó por la competencia de productos industriales importados.
Desarticulación de las sociedades tradicionales
La estructura social cambió. Los colonizadores no respetaron las formas de vida indígenas. Los nuevos ritmos de trabajo desorganizaron la vida tribal y el sistema de jerarquías sociales. Se forzó la convivencia de grupos enfrentados. Los europeos utilizaron a grupos indígenas para reclutar a su ejército y funcionarios.