El Programa Político Inicial de Felipe González
La idea principal del programa político de Felipe González se centraba en varios puntos clave:
- El Gobierno se comprometía a respetar y hacer cumplir la Constitución Española de 1978.
- La lucha contra el terrorismo se consideraba fundamental para acabar con la violencia.
- Se planteaba la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
- Se defendería el país ante cualquier amenaza, recordando la actuación durante el Golpe de Estado del 23-F.
Contexto Histórico (1982 – Actualidad)
Tras el breve gobierno de Calvo Sotelo, marcado por la inestabilidad política, la aprobación de la Ley del Divorcio y el escándalo del aceite de colza, España se encaminó a nuevas elecciones. En mayo de 1982, a pesar de la oposición de la izquierda, España ingresó en la OTAN, con la promesa del PSOE de convocar un referéndum. En octubre de 1982, el PSOE, liderado por Felipe González, obtuvo una victoria arrolladora con mayoría absoluta.
Primera Legislatura Socialista (1982-1986): Estabilización y Reformas
El gobierno de González se enfrentó a una difícil situación económica, implementando un plan de estabilización y reconversión industrial. A pesar del descontento sindical, estas medidas sanearon la economía. Además, se combatió el terrorismo de ETA y se reformó el Ejército. Se aprobaron la reforma universitaria, la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE), que estableció la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los dieciséis años, y la despenalización parcial del aborto. En 1986, España ingresó en la Comunidad Económica Europea.
Segunda Legislatura (1986-1989): Auge Económico y Consolidación del Estado del Bienestar
Felipe González cambió su postura sobre la OTAN, convocando y ganando un referéndum sobre la permanencia en la alianza. Este periodo vio la consolidación del mapa autonómico español. La economía experimentó un fuerte desarrollo, permitiendo la expansión de los servicios educativos, sanitarios y de pensiones, sentando las bases del Estado del Bienestar en España.
Tercera Legislatura (1989-1993): Desigualdad, Eventos Internacionales y Crisis Económica
El crecimiento económico trajo consigo un aumento de las desigualdades, generando protestas sindicales. A pesar de ello, el PSOE volvió a ganar en 1989, aunque con una reducción de votos. Durante esta legislatura, España acogió los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla en 1992. Sin embargo, la recesión mundial de principios de los noventa golpeó duramente al país, agravando la inflación y el paro, y dando lugar a escándalos de corrupción como el caso Filesa y el caso GAL.
Cuarta Legislatura (1993-1996): Dificultades Económicas, Escándalos y Fin de una Era
El PSOE ganó las elecciones de 1993, pero sin mayoría absoluta, necesitando el apoyo de Convergència i Unió. La economía seguía siendo un problema, los escándalos de corrupción continuaban y la oposición, liderada por el Partido Popular de José María Aznar, se fortalecía. Finalmente, Felipe González convocó elecciones en 1996, marcando el fin de su etapa como presidente del Gobierno.
Política Exterior: Apertura a Europa e Iberoamérica
El programa socialista definía a España como un país «occidental y europeo, con una fuerte dimensión mediterránea y una clara vocación iberoamericana». La política exterior de los gobiernos de González se movió en estas direcciones, mejorando las relaciones con Europa, suavizando tensiones con el Reino Unido y Francia, y fortaleciendo lazos con Iberoamérica. El ingreso en la Comunidad Económica Europea fue un hito fundamental, a pesar de las reticencias iniciales de Francia.
El Giro Pragmatico sobre la OTAN
Tras la promesa inicial de «OTAN, de entrada no» y el compromiso de un referéndum para decidir sobre la permanencia, Felipe González cambió de postura, entendiendo que la salida de la OTAN no favorecía los intereses de España, especialmente en relación con el ingreso en la CEE. Tras sustituir a Morán por Fernández Ordóñez en el Ministerio de Exteriores, se convocó el referéndum en 1986, que fue ganado por el Gobierno. Este cambio de postura marcó una victoria del pragmatismo sobre la ideología y abrió nuevas oportunidades para la participación de España en misiones internacionales. El debate sobre la OTAN también propició la formación de Izquierda Unida, liderada por el PCE. Tras los éxitos de la CEE y la OTAN, Felipe González convocó nuevas elecciones.