I. Burgueses y Proletarios
En todas las sociedades, las clases sociales siempre están en guerra. Estas guerras terminan con la transformación completa de la sociedad o el hundimiento de la clase beligerante.
Las colonias, la circunnavegación, los mercados en India y China contribuyeron a que creciera la burguesía y desapareciera el feudalismo, así como la manufactura suplantó la explotación gremial. Después, la industria suplantó la manufactura y los burgueses a la clase media industrial.
“El gobierno no hace más que administrar los negocios de la burguesía, misma que ha destruido las relaciones feudales, patriarcales, idílicas; ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal.”
La propiedad burguesa es la más acabada expresión del modo de producción y de apropiación de lo producido, basado en los antagonismos de clase, en la explotación de unos por otros. Los comunistas resumen su teoría en: abolición de la propiedad privada. Pero no tenemos que abolirla nosotros, la industria lo hace a diario. El trabajo del proletario no crea propiedad para el proletario, sino capital. La propiedad se mueve entre el capital y el trabajo asalariado.
Ser capitalista significa ocupar una posición social. El capital es un producto colectivo, solo se pone en movimiento por la actividad conjunta de todos los miembros de la sociedad.
“El comunismo no arrebata a nadie la facultad de apropiarse de los productos sociales; no quita más que el poder de sojuzgar el trabajo ajeno por medio de esta apropiación.”
Se dice que el comunismo quiere abolir a la familia; esto no es totalmente cierto, lo que el comunismo quiere abolir es “la explotación de los hijos por los padres”. También se acusa al comunismo de querer hacer una comunidad de mujeres, y es que, para el burgués, la mujer no es más que otro instrumento de producción. Y el comunismo no la va a crear, esa comunidad ya existe.
Se aglomera la población, se centralizan los medios de producción y se concentra la propiedad. La consecuencia es la centralización política.
“En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía se desarrolla el proletariado, la clase de obreros modernos que no viven sino a condición de encontrar trabajo, y lo encuentran únicamente mientras su trabajo acrecienta el capital.”
Entre más crece la industria, más trabajadores se necesitan, y ahora ya no es trabajo de hombres solamente, sino que también es ya de mujeres y niños. “Las diferencias de edad y sexo pierden toda significación social.”
La lucha entre las dos clases empieza cuando surgen, primero es de unos cuantos dispersos, luego de la misma fábrica, y después la localidad, todos contra el burgués, y no solo contra él, sino también contra las máquinas.
Pasado un tiempo, la burguesía ya no es la clase dominante, pues ya no se puede imponer, ya no puede asegurar esclavos, y se ve obligada a dejarse caer, hasta el punto de tener que mantenerle, en lugar de ser mantenida por ella. “La sociedad ya no puede vivir bajo su dominación; lo que equivale a decir que la existencia de la burguesía es incompatible con la de la sociedad.”
II. Proletarios y Comunistas
Los comunistas tienen intereses conjuntos al proletariado, no tienen un partido aparte. Se distinguen de los demás partidos porque hacen valer los intereses comunes y, en las diferentes partes del desarrollo del conflicto entre burgueses y proletarios, representan los intereses del movimiento. “Son el sector más resuelto de los partidos obreros de todos los países, el sector que siempre impulsa adelante a los demás y tienen la ventaja de la marcha y los resultados generales del movimiento proletario.”
El comunismo contradice todo desarrollo histórico, pues quiere abolir la religión y la moral, en lugar de darles una forma nueva. Por otro lado, la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante; al principio no se podrá más que por una violación al derecho de propiedad, aunque estas medidas, desde el punto de vista económico, serán insuficientes. “Estas serán diferentes en cada país:
- Expropiación de la propiedad territorial y empleo de la renta de la tierra para los gastos del estado.
- Fuerte impuesto progresivo.
- Abolición del derecho de herencia.
- Confiscación de la propiedad de todos los emigrados y sediciosos.
- Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y monopolio exclusivo.
- Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte.
- Multiplicación de las empresas fabriles pertenecientes al Estado y de los instrumentos de producción, roturación de los terrenos incultos y mejoramiento de las tierras, según un plan general.
- Obligación de trabajar para todos; organización de ejércitos industriales, particularmente para la agricultura.
- Combinación de la agricultura y la industria; medidas encaminadas a hacer desaparecer gradualmente la oposición entre la ciudad y el campo.
- Educación pública y gratuita de todos los niños; abolición del trabajo de éstos en las fábricas tal como se practica hoy; régimen de educación combinado con la producción material.
III. Literatura Socialista y Comunista
El socialismo feudal, en la Edad Media, es una mezcla de jeremiadas y pasquines. Por otro lado, la principal acusación contra la burguesía es haber creado, bajo su régimen, una clase social que hace saltar todo el orden social.
Las personas que componen la pequeña burguesía, entre proletario y burgués, son empujados constantemente al proletariado por la competencia, y, debido al crecimiento de la industria, estos desaparecerán y serán reemplazados por el comercio y la manufactura.
El socialismo pequeño burgués nació gracias a los escritores que defendían al proletariado y la pequeña burguesía de la burguesía; desde ese punto de vista, así nació el socialismo pequeñoburgués. “El contenido de ese socialismo consiste en restablecer los antiguos medios de producción y, con ello, las antiguas relaciones de propiedad; este socialismo es reaccionario y utópico.”
“La burguesía desea remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa.” También quieren dejar la sociedad como está, pero sin los elementos que la descomponen, o sea, el proletariado; o quieren apartar a este de todo movimiento revolucionario. “El socialismo burgués se resume en: los burgueses son burgueses en interés de la clase obrera.”
Los sistemas socialistas y comunistas hacen su aparición en el periodo inicial de la lucha entre burgueses y proletarios; estos se lanzan en busca de una ciencia social y desean alcanzar su objetivo por medios pacíficos, rechazando toda acción revolucionaria.
IV. Actitud de los Comunistas Ante los Diferentes Partidos de Oposición
“Los comunistas luchan por alcanzar los objetivos de la clase obrera.” Por ejemplo, en Francia están unidos con el Partido Socialista Democrático; en Polonia, apoyan al partido que ve la liberación en una reforma agraria; y en Alemania lucha de acuerdo con la burguesía, misma que lucha contra la monarquía absoluta, la propiedad feudal y la pequeña burguesía.
“Los comunistas apoyan todo movimiento revolucionario contra el régimen social y político existente.”
Conclusiones
El Manifiesto es más que nada un apoyo hacia los proletarios que son oprimidos por los burgueses.
Da una serie de puntos a seguir para mejorar la situación. Entre otros, los mencionados enumeradamente en el Capítulo II. Explica cómo funciona el comunismo y dice todo lo que está mal con esa sociedad.
Creo que, entre lo más importante, está la abolición de la propiedad privada, y me parece que es uno de los puntos en que se basa.
Algunos de los puntos que llaman mi atención son, por ejemplo, no permitir que los niños trabajen y proporcionarles escuelas, esto se hace en nuestros días; otra cosa es que hablan de la mujer burguesa como un instrumento de producción, esta parte habla de una prostitución oficial, de la cual yo no sabía, y los comunistas, al querer abolirla, demuestran que no quieren abolir la moral, sino establecerla bien.
Continuando con los proletarios, es obvio que el comunismo desea hacer de ellos la clase social dominante, pues es la explotada, y sí promueven una revolución, y les ofrecen “un mundo por ganar”.