Los países y sus niveles de desarrollo
La economía, el desarrollo social y cultural, o sus rasgos demográficos y urbanos son indicadores que ayudan a clasificar a un país como desarrollado o en vías de desarrollo.
Los países desarrollados forman el centro del mundo globalizado en el que los intereses de sus empresas y gobiernos dirigen el mundo.
Son naciones ricas que controlan las instituciones internacionales.
Económicamente están industrializados con empresas de alta tecnología, en los que predomina el sector terciario y que gozan de ventajas comerciales respecto a países pobres.
Presentan regímenes políticos democráticos y un gran desarrollo social y cultural.
El PIB per cápita es muy alto, al igual que el consumo, lo que lleva a calificarlos como “sociedades de consumo”.
Los países subdesarrollados presentan una economía agrícola, con escaso desarrollo industrial y carente de servicios.
Presentan inestabilidad política, con frecuentes regímenes totalitarios. Su consumo es escaso, debido a su falta de recursos y tienen unas relaciones comerciales desiguales con los países ricos y una elevada deuda originada por los préstamos solicitados a bancos, organismos internacionales y países desarrollados a los que no pueden hacer frente.
Los países en vías de desarrollo son aquellos países con unas altas tasas de crecimiento económico y con un grado de industrialización en ocasiones superior al de los países desarrollados, debido a los bajos salarios y la abundancia de materias primas de estos países.
Los organismos de decisión internacional
La Organización de Naciones Unidas (ONU)
La Organización de Naciones Unidas (ONU) reúne a todos los Estados del mundo. Creada en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, sus principales funciones son garantizar la seguridad y la paz mundial, la defensa de los derechos humanos y la asistencia humanitaria.
Sus principales órganos de decisión son los siguientes:
Asamblea: formada por todos los países, debaten asuntos de interés común, si bien presenta el problema de que no cuenta con autoridad para imponer sus resoluciones (decisiones).
Consejo de Seguridad: está formado por 15 países, de los cuales 5 países son permanentes: Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia. Estos países cuentan con el derecho a veto (anulación) sobre cualquier decisión adoptada.
Secretaría General: ejecuta las decisiones acordadas, su máximo responsable es el Secretario General elegido por la Asamblea. En 2017 fue elegido para el cargo el portugués António Guterres.
Tribunal Internacional de Justicia: se encarga de juzgar y procesar casos. Su principal problema es que sus decisiones no son vinculantes (obligado cumplimiento).
La ONU desempeña varios objetivos de naturaleza económica, social y cultural, para ello cuenta con organismos dependientes, entre los que destacan:
FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación): lucha contra el hambre y promueve la producción de alimentos.
OIT (Organización Internacional del Trabajo): promueve la creación de empleo y las mejoras de las condiciones laborales de la población.
UNESCO (Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura): desarrolla actividades relacionadas con estas materias.
OMS (Organización Mundial de la Salud): coordina las actuaciones sanitarias en el mundo.
UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia): ayuda y protege a los niños.
ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados): se encarga de proteger a los refugiados y desplazados en el mundo debido a persecuciones y conflictos.
Organizaciones No Gubernamentales (ONG)
En las últimas décadas del siglo XX aparecen en los países subdesarrollados las primeras ONG, encargadas de luchar por las injusticias y desigualdades en el mundo, como fruto de la mayor concienciación de la población sobre estos temas.
Sus principales características son:
La mayor parte de sus trabajadores son voluntarios.
Se financian (obtener dinero) con cuotas de socios o donaciones de particulares y empresas.
Son independientes de los gobiernos.
Dan cobertura (atender) a problemas de distintos tipos: desastres naturales, emergencias sanitarias, guerras, problemas medioambientales, etc.
Organizaciones regionales
Todos los países del planeta se reúnen y se relacionan en organismos internacionales que tratan de fomentar la cooperación política y económica de una gran región del mundo:
La Unión Europea (UE)
La Unión Africana (UA)
La Organización de Estados Americanos (OEA)
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN)
Foros informales
Grupo de los 7 (G-7): formado por aquellos países con mayor poder económico y militar del planeta (Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania). En teoría, sus decisiones no son de obligado cumplimiento, pero sus decisiones son adoptadas posteriormente por los organismos internacionales.
BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica): estos países se han unido con la intención de reformar las instituciones internacionales del mundo para que reflejen de manera más proporcionada el peso actual de estos países en la economía actual.
Los países pertenecientes al BRICS presentan las siguientes características:
Abundancia de recursos naturales.
Alta industrialización.
Mano de obra abundante y barata.
Creciente poder financiero.
Poderío militar.
Altas desigualdades entre las rentas altas y las bajas.
Organismos económicos
Existen organismos económicos con una finalidad específica, como son:
La Organización Mundial de Comercio (OMC).
El Área de Libre Comercio Norteamericana (ALCNA).
El Fondo Monetario Internacional (FMI): tiene como objetivo impedir las crisis financieras y conseguir la estabilidad económica. Para ello, aconseja a los gobiernos en materia económica y concede préstamos a los países miembros.
El Banco Mundial (BM): concede préstamos a los gobiernos para que los países lleven a cabo proyectos económicos.
Ambos organismos son criticados, pues están controlados por los países ricos que aportan más dinero a estos organismos y, por tanto, tienen más votos en sus decisiones.
La globalización del mundo actual
Globalización científica y tecnológica
Desde la década de los años ochenta del siglo pasado, el proceso de globalización ha ido en aumento, integrando a todas las sociedades del planeta en un único sistema económico, social, político y cultural.
Se ha producido una revolución tecnológica imparable en la que se suceden descubrimientos y se emplean miles de millones de dólares en los Departamentos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). Áreas como la medicina o la informática han logrado un desarrollo notable.
Desde que se lanzó en 1971 el primer correo electrónico, se ha pasado a 3000 millones de internautas, o el teléfono móvil, exclusivo antes de personas de negocios, ha pasado a estar al alcance de todos y cuenta con más de 3600 millones de usuarios.
Globalización económica
La expansión del capitalismo como sistema económico ha reconfigurado el mapa productivo mundial, que en la actualidad se distingue por:
Una economía en la que predomina la terciarización y financiarización, y que se caracteriza por una gran movilidad de los factores productivos (recursos naturales, capital y trabajo) por todo el planeta debido al constante aumento del comercio internacional y la reducción de las barreras aduaneras.
La cada vez mayor concentración de la riqueza en los países ricos.
El control de la producción por parte de las multinacionales.
El control por parte de las grandes empresas en las decisiones de los gobiernos.
Desigualdades entre personas ricas y pobres.
Deslocalizaciones industriales, en industrias ligeras o de escaso valor, en busca de mano de obra barata, pocos derechos laborales y bajos impuestos. Las industrias de alta tecnología se han mantenido en los países ricos.
Esta deslocalización ha generado desempleo y pérdida de poder adquisitivo (capacidad de compra) en los países emisores y, en los receptores, no ha conseguido mejorar el nivel de vida de las familias debido a los escasos salarios y pocos derechos de los trabajadores.
Un mundo conflictivo
Geopolítica e influencia militar
Las grandes potencias económicas tratan de extender su influencia diplomática y militar sobre las áreas próximas. Estados Unidos (EE. UU.), como principal potencia económica y militar del planeta, está presente en todos los continentes.
Las alianzas militares más importantes son:
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): se define como un sistema de defensa colectiva de sus estados miembros, que acuerdan defenderse si son atacados. Sus críticos acusan a esta alianza de servir únicamente a los intereses de EE. UU. España está integrada en esta alianza.
La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC): representa un acuerdo de vocación política y militar, aunque sus detractores (críticos) le acusan de ser un instrumento de Rusia frente a la OTAN.
La Alianza Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos (ANZUS): tratado de estos países para la seguridad del Pacífico Sur.
Los principales conflictos
En el mundo del siglo XXI, las tensiones geopolíticas, los enfrentamientos civiles, las guerras entre naciones, las disputas territoriales o el terrorismo siguen siendo frecuentes. En muchas ocasiones, la diplomacia y la mediación de grandes organismos internacionales ayudan a suavizar los efectos de estos conflictos, que causan muertos y heridos, población desplazada de sus hogares y pobreza.
Principales conflictos internacionales:
En América Central y del Sur existen algunos focos de tensión, destacan las actividades delictivas de narcotraficantes en México y Colombia; y la acción de grupos paramilitares en Colombia. También destaca el antiguo enfrentamiento político entre Estados Unidos y Cuba; y las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela.
La iniciativa de Estados Unidos de crear un escudo antimisiles frente a Rusia, así como la ampliación de la OTAN hacia países vecinos, lo que ha creado tensiones entre Estados Unidos y Rusia. El conflicto en Ucrania ha provocado una guerra civil entre ucranianos europeístas y separatistas prorrusos. Además, Rusia se apoderó de la Península de Crimea, lo que ha llevado a la UE a imponer sanciones a Rusia.
África es el escenario de diversas guerras, a las que el mundo le presta escasa atención a pesar de provocar miles de víctimas y desplazados. En la actualidad, el área más problemática es el centro de África a causa de enfrentamientos por recursos como el coltán (mineral energético utilizado en microelectrónica, telecomunicaciones y en la industria aeroespacial) y las rivalidades étnicas. A ello hay que sumar la actividad de grupos terroristas integristas como Boko Haram y Al Qaeda en Nigeria, el África subsahariana y el Magreb (Mauritania, Marruecos, Argelia, Libia, Túnez y Sahara Occidental), y el conflicto sin solucionar entre el Sahara Occidental y Marruecos y la inestabilidad en Somalia.
La guerra civil de Sudán del Sur comenzó el 14 de diciembre de 2013, cuando una facción del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán intentó efectuar un golpe de Estado en Sudán del Sur; la lucha y el conflicto prosigue en la actualidad.
Oriente Próximo es la zona de mayor inestabilidad política del planeta. En el área se desarrolla el conflicto entre Palestina e Israel, que se ha extendido sobre Líbano; la guerra civil en Siria; el conflicto armado entre kurdos y los gobiernos turco e iraquí; y las consecuencias de la invasión de Irak por Estados Unidos y sus aliados en 2003, que ha dado lugar a una intensa actividad terrorista en este país y al surgimiento de grupos terroristas integristas extremadamente violentos como el autoproclamado Estado Islámico. Además, se trata de un área sensible para los intereses occidentales debido a la riqueza petrolífera de sus países.
El Centro de Asia sufre una notable inestabilidad por el enfrentamiento entre Estados Unidos e Israel contra Irán, el desarrollo del programa nuclear iraní y la actividad terrorista integrista de los talibanes y Al Qaeda, que se extiende por Afganistán y Pakistán. También destacan las tensiones entre China y el pueblo tibetano y uigur. Las disputas entre Pakistán, la India y China por el territorio de Cachemira.
El Pacífico es un área de conflicto geopolítico debido a la hegemonía (poder) estadounidense, apoyada por sus aliados, principalmente Japón, y el creciente poder de China, que trata de ampliar su influencia de forma pareja a su crecimiento económico. También destaca el conflicto entre Corea del Sur (apoyada por Estados Unidos y Japón) y Corea del Norte, alentada por China, que ha desarrollado armamento nuclear.