ÚLTIMA FASE DEL REINADO DE ISABEL II
Alternancia política y el Bienio Moderado (1856-1858)
Durante este período, se produjo una alternancia en el poder entre la Unión Liberal de O’Donnell y el Partido Moderado de Narváez.
El Bienio Moderado: Con Narváez en el poder, se retornó a las políticas de la Década Moderada. Se restableció la Constitución de 1845, se suspendió la desamortización, se reanudaron las relaciones con la Santa Sede y se reformó el Senado en un sentido más restrictivo. Además, se promulgó la Ley Moyano de Instrucción Pública, que reorganizó el sistema educativo.
La Unión Liberal y la expansión económica (1858-1863)
Con el regreso de O’Donnell, se logró una relativa estabilidad política y orden público. Los intentos de carlistas y republicanos por subvertir el sistema fracasaron, al igual que los disturbios campesinos en Andalucía.
La economía experimentó una expansión significativa gracias al crecimiento de los bancos, el impulso del ferrocarril (como el Canal de Isabel II en Madrid), el desarrollo de la industria metalúrgica (especialmente la naval), la inversión de capital extranjero y la especulación inmobiliaria.
O’Donnell también buscó recuperar el prestigio internacional de España y fomentar el nacionalismo a través de intervenciones en Asia, África y América:
- Asia: Colaboración con Francia en la Cochinchina, en una expedición de castigo por el asesinato de misioneros españoles.
- África: Intervención de Prim en Marruecos con el pretexto de proteger Ceuta y Melilla de los ataques de las cabilas rifeñas. Tras la victoria de Castillejos, España colonizó Ifni.
- América: Intento fallido de recuperar Santo Domingo, expedición de Prim a México para castigar al gobierno de Benito Juárez por el impago de la deuda (que llevó al establecimiento del Segundo Imperio Mexicano con Maximiliano I), y enfrentamientos con Perú y Chile (como la Batalla de Callao).
EL FIN DEL RÉGIMEN ISABELINO (1863-1868)
Las disputas internas en la Unión Liberal llevaron a la destitución de O’Donnell y a un período de inestabilidad política y económica. La depresión económica, el alza de precios, las quiebras ferroviarias y el hundimiento de la industria textil catalana generaron malestar social.
Se produjeron disturbios como la «Noche de San Daniel» (una protesta estudiantil reprimida violentamente) y la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil (que también fue sofocada).
Finalmente, las fuerzas opositoras al régimen isabelino firmaron el Pacto de Ostende para derrocar a la reina. La sublevación, liderada por Topete, Prim y Serrano, se expandió gracias a los «Voluntarios de la Libertad». Tras la derrota de los isabelinos en Alcolea, la reina Isabel II se exilió a Francia. Este período se conoce como «La Gloriosa».
LOS NACIONALISMOS
Nacionalismo catalán
El Romanticismo y la Renaixença impulsaron el uso del catalán y la recuperación de las tradiciones culturales (como las obras de Jacinto Verdaguer). Durante el Sexenio Democrático, Cataluña se integró en los estados federales. En la Restauración, el movimiento nacionalista catalán era minoritario.
Valentín Almirall fundó el «Centre Catalá» y envió a Alfonso XII el «Memorial de Greuges», que demandaba mayor autonomía, el uso del catalán y proteccionismo económico. La debilidad del movimiento llevó a la formación de la «Lliga de Catalunya» (conservadora) y el «Centre Escolar Catalanista» (más liberal).
Prat de la Riba fusionó ambas organizaciones en la «Unió Catalanista», que elaboró las «Bases de Manresa», un documento que proponía una solución autonomista. En 1898, Prat de la Riba y Francesc Cambó fundaron la «Lliga Regionalista».
Nacionalismo vasco
El nacionalismo vasco surgió tras la abolición de los fueros vascos después de la Tercera Guerra Carlista. Sabino Arana, su principal ideólogo, defendió el catolicismo, el antiliberalismo, la raza vasca frente a los «maquetos» (inmigrantes), el euskera (batúa), los fueros y la independencia.
Arana fundó el primer «batzoki» (círculo nacionalista vasco) y posteriormente el «Bizkai Buru Batzar» (Consejo provincial de Vizcaya), que dio origen al Partido Nacionalista Vasco (PNV). El nacionalismo vasco de Arana se caracterizó por su independentismo radical.
LA GUERRA DE CUBA Y LA PÉRDIDA DE LAS COLONIAS
Guerra de Cuba (1868-1898)
Durante «La Gloriosa», se produjo el «Grito de Yara» liderado por Manuel Céspedes, que dio inicio a la Guerra de los Diez Años. La guerra concluyó con la Paz de Zanjón, en la que Martínez Campos negoció la autonomía para Cuba, pero esta no se concedió, lo que llevó a la «Guerra Chiquita».
Entre las medidas propuestas para solucionar el conflicto se encontraban la representación cubana en las Cortes españolas, la abolición de la esclavitud, el fomento de la inmigración y la creación de dos partidos cubanos (Conservador y Liberal). José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano.
Conflicto con Estados Unidos y la Guerra Hispanoamericana (1898)
En 1895, el «Grito de Baire» y la proclamación de la independencia de Cuba llevaron a la publicación del «Manifiesto de Montecristi». Tras la muerte de Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez lideraron la insurrección.
España intentó sofocar la rebelión lo antes posible. Martínez Campos fue enviado a Cuba para negociar, pero fracasó. El general Weyler implementó una feroz guerra de desgaste, que fue sustituida por una estrategia más diplomática bajo el mando del general Blanco.
El presidente estadounidense William McKinley hizo una oferta de compra de Cuba, que fue rechazada por España. La explosión del acorazado Maine en La Habana llevó a Estados Unidos a declarar la guerra a España. España fue derrotada en la batalla naval de Santiago de Cuba.
Puerto Rico y Filipinas
En la década de 1880, surgió en Puerto Rico un movimiento criollo autonomista, impulsado por la pobreza, el analfabetismo y la estructura agraria basada en el café y el azúcar. Tras la Guerra Hispanoamericana, Estados Unidos desembarcó en la bahía de Guánica y tomó el control de la isla.
En Filipinas, la demanda de igualdad de derechos llevó al «Motín de Cavite» y al movimiento «Propaganda», que reclamaba representación en las Cortes españolas. José Rizal fundó la «Liga Filipina».
Tras una insurrección, el general Blanco fue reemplazado por Polavieja, quien ejecutó a Rizal. El general Primo de Rivera logró la Paz de Biak-na-Bato, pero estalló la guerra con Estados Unidos, que derrotó a España en Cavite y Manila.
Paz de París y el fin del imperio español
La Paz de París puso fin a la Guerra Hispanoamericana. Estados Unidos obtuvo la tutela de Cuba y recibió Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam (en las Marianas). España vendió a Alemania las islas Carolinas y Marianas (excepto Guam) mediante el Tratado Germano-Español. Posteriormente, España vendió a Estados Unidos las islas de Sibutú y Cagayán.
Con la pérdida de sus últimas colonias, España puso fin a su imperio colonial y entró en una etapa de reflexión y regeneracionismo.