El Régimen de Franco: Características Políticas y Evolución Económica

Características Políticas del Franquismo

El régimen franquista se apoyó en dos pilares básicos: el orden público con ejercicio estricto de la autoridad y el catolicismo de Estado. Los puntos de apoyo del nuevo régimen fueron los militares y la Iglesia católica.

Pilares y Apoyos del Régimen

Las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad aseguraron la fuerza y la resistencia frente a los intentos de acabar con el régimen. El ejército disfrutó de una situación privilegiada, constituyendo un núcleo de plena confianza en torno a Franco. Los militares identificaron su deber de defender a España con el mantenimiento del régimen y la defensa de Franco como la defensa de la patria.

Por otro lado, estuvo la influencia del clero y el Estado pronto se declaró confesional católico. Hasta mediados de los 60, el clero defendió al régimen dando el apoyo esencial de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas.

Fuerzas Políticas Internas

Los tradicionalistas eran los herederos del carlismo y del integrismo y propugnaban una monarquía católica y autoritaria.

Los juanistas, de ideas similares pero rivales en el candidato al trono, deseaban la ascensión de Don Juan (hijo de Alfonso XIII).

Los falangistas fueron el grupo más numeroso y representaron la versión española del fascismo. Fueron fusionados con los carlistas en la Falange Española Tradicionalista. A estos les correspondió la movilización ideológica del nuevo Estado mediante las organizaciones de la Sección Femenina, el Frente de Juventudes, Auxilio Social y el Sindicato Español Universitario. La organización siempre estuvo subordinada a Franco.

Fue siempre Franco quien medió y controló la posición de todas estas organizaciones.

Institucionalización del Régimen: Leyes Fundamentales

El proceso de institucionalización del régimen fue lento y sus principios básicos fueron promulgados en leyes a lo largo de un cuarto de siglo:

  • 1940: La Ley de Unidad Sindical, que establecía el sindicato vertical como organización corporativa que integraba a empresarios y trabajadores como forma de superación de la lucha de clases.
  • 1942: La Ley de Cortes, que concedía un carácter corporativo a sus miembros, que eran designados por Franco o su gobierno.

La influencia de la Italia fascista fue indiscutible. Franco organizó su régimen en torno a una concentración de poderes políticos en su persona y la configuración de organizaciones de carácter nacionalsindicalista.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el régimen de Franco dio pasos para alejarse del modelo fascista, tratando de impulsar la imagen de democracia orgánica basada en la familia, el municipio y el sindicato:

  • Julio de 1945: Se promulgó el Fuero de los Españoles, que especificaba los derechos y deberes a modo de constitución.
  • Octubre de 1945: La Ley del Referéndum, que regulaba la participación en las organizaciones políticas.
  • 1947: Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, donde constituía a España como un reino, pero atribuía a Franco la Jefatura del Estado y el derecho a designar un heredero, que fue Don Juan Carlos de Borbón.
  • 1958: Ley de Principios del Movimiento Nacional, que actualizó los principios falangistas y de la democracia orgánica, fundamentada en el partido único.
  • 1966: Ley Orgánica del Estado, que definía el régimen como una monarquía limitada por las doctrinas e instituciones del Movimiento Nacional.

En 1969, Franco adoptó una decisión definitiva sobre la cuestión monárquica: el nombramiento de Don Juan Carlos de Borbón como su sucesor, mientras que el almirante Carrero Blanco sobresalía como figura destacada del régimen y persona de la máxima confianza de Franco.

Evolución Económica del Franquismo: Autarquía y Desarrollismo

Autarquía (Hasta 1959)

El régimen franquista se edificó sobre las ruinas causadas por la Guerra Civil. La guerra supuso un fuerte quebranto para la economía española, incluido el conflicto mundial que se inició en 1939, que impidió cualquier ayuda extranjera.

Hasta 1959, se impuso una política económica caracterizada por la autarquía, el respeto a la propiedad privada y bajos impuestos, aunque con un Estado intervencionista. Se pretendió cimentar el crecimiento económico en el desarrollo industrial; el problema era la falta de recursos y de tecnología adecuada.

El impulso industrializador lo tuvo el Instituto Nacional de Industria (INI), creado en 1941. También se nacionalizaron las empresas de ferrocarriles (RENFE). Debido al enfoque en el desarrollo industrial, la agricultura quedó marginada.

El intervencionismo pretendía acabar con la escasez y se fijó una cartilla de racionamiento, establecida en mayo de 1939. Ante la ineficiencia del sistema, surgió el mercado negro, donde la compraventa clandestina y el acaparamiento de productos elevaron los precios.

Los salarios se mantuvieron bajos. Como la población pasaba hambre, se produjo una vuelta al campo, debido a que buena parte de los recursos eran consumidos por el gasto militar.

Desarrollismo (Desde los 50)

A principios de los 50, desapareció la cartilla de racionamiento y los ministerios económicos fueron ocupados por personas dispuestas a reimpulsar la economía, lo que provocó una mayor apertura. La agricultura experimentó un importante crecimiento y la renta nacional se recuperaba gracias a la estabilidad en los precios y las buenas cosechas. También empezaron a llegar ayudas económicas y financieras estadounidenses.

Los nuevos ejecutivos nombrados por Franco promovieron un giro radical en materia económica. Se incorporaron personas de gran preparación, algunos vinculados al Opus Dei, conocidos como tecnócratas. Estos aplicaron medidas de contención del déficit público y devaluación de la peseta. España consiguió ingresar en las principales instituciones económicas internacionales, como el Fondo Monetario Internacional.

En 1959, se puso en marcha el Plan de Estabilización. La economía presentaba peligrosos desequilibrios. Con la ayuda y asesoramiento de expertos de las organizaciones económicas internacionales, aplicaron un nuevo paquete de medidas que, aunque resultaron negativas a corto plazo, establecieron las bases del desarrollo económico de los años 60. El año decisivo fue 1962. El hombre fuerte del régimen, Luis Carrero Blanco, y sus equipos de tecnócratas lanzaron a España por la senda del desarrollismo económico. Estos pusieron en marcha Planes de Desarrollo para ordenar los recursos económicos y obtener un crecimiento mayor y equilibrado.

Las empresas privadas eran libres de aceptar las condiciones del plan, recibiendo ventajas fiscales, financieras y laborales si lo aceptaban. Los planes fueron:

  • Primer Plan: 1962-1968
  • Segundo Plan: 1969-1972
  • Tercer Plan: 1972-1975

Se crearon zonas geográficas en las que se pretendía potenciar la industrialización y el crecimiento económico.

El resultado fue un progreso constante y se triplicó la producción nacional entre 1960 y 1973. La tasa de crecimiento fue la mayor de Europa y se produjo el crecimiento del sector industrial gracias a las tecnologías modernas.

También afectó al sector servicios, modernizando el subsector de transportes, como la electrificación de las líneas férreas o la producción del automóvil. Aunque el crecimiento más espectacular fue el del turismo.

En el sector agrario disminuyó la mano de obra, pero ganó productividad con la introducción de la maquinaria. El aspecto negativo fueron los desequilibrios: algunas zonas prosperaron mucho y otras quedaron condenadas.

Finalmente, la población española experimentó un espectacular crecimiento gracias a las mejoras sanitarias y la política pronatalista. Sin embargo, la emigración fue el proceso más importante, motivado por la deficiente situación económica, con destinos en América y Europa Occidental.

Este proceso fue decisivo, ya que los emigrantes enviaban remesas de divisas (sueldos en el extranjero) que facilitaban el equilibrio económico. En el interior también se produjeron fuertes corrientes migratorias, desequilibrando la distribución de la población y originando el despoblamiento rural y la concentración en grandes ciudades.

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