El régimen de la restauración y el sistema canovista selectividad

TEMA 6 EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CarácterÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA

1-Cansada la sociedad española de los ensayos políticos y de la inestabilidad del Sexenio Democrático, el hábil y prudente político
Cánovas del Castillo dirige la proclamación de Alfonso de Borbón como rey de España restaurando en su persona la monarquía legítima de los Borbones. Los alfonsinos contaron con los apoyos de la burguésía terrateniente, de la burguésía industrial catalana (enemiga del librecambismo del sexenio), de los intereses cubanos, de amplios sectores del ejército e incluso del Vaticano. Cánovas redactó en 1874 el Manifiesto de Sandhurst, sin embargo el general Martínez Campos proclamó al rey tras un pronunciamiento en Sagunto, contra los deseos de Cánovas, entrando triunfal en Enero de 1875 en Madrid. Jóven, comprensivo e inteligente se ganó la simpatía del pueblo y de la clase política.

2-La Restauración fue ideada por un verdadero hombre de Estado (Cánovas) ayudado por  Sagasta, político muy práctico. Cánovas tenía un claro proyecto de lo que debía ser España como nacíón.
-consecución de la pacificación social y política del país -realizar una síntesis entre lo viejo y lo nuevo, entre el legado de la Historia, la “Constitución Interna” y los ideales progresistas. -esa “Constitución interna” estaba formada por unos principios políticos esenciales que formaban parte del alma española, de nuestra tradición y nuestro carácter, no podían ser discutidos por nadie, era algo que existía: monarquía, dinastía, libertad, propiedad, gobierno conjunto del rey con las cortes. -Civilismo frente a militarismo: la legitimidad la da la voluntad nacional a través del sufragio -buscar acuerdos, es preciso que unos y otros cedan (Posibilismo) -buscar un pacto entre todas las fuerzas  políticas que posibilite una convivencia pacífica en el seno de una monarquía parlamentaria, fundamentado en una nueva constitución ampliamente consensuada.

3-

Constitución de 1876

Ajustado equilibrio entre la moderada de 1845  y la revolucionaria de 1869. De nuevo el liberalismo doctrinario: la soberanía no reside en la Nacíón, ni en las Cortes, sino en las Cortes con el Rey. Se garantizaba el ejercicio del gobierno a fuerzas políticas distintas, se recogían los derechos individuales del liberalismo progresista: seguridad personal, inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia, libertad de residencia, de conciencia, de expresión y de enseñanza, derechos de reuníón y asociación. Contemplaba la confesionalidad del Estado (católica); se toleraba la libertad de cultos pero no se permitían otras manifestaciones externas que las de la religión del Estado. Senadores por derecho propio, senadores nombrados por la Corona y senadores elegidos por las Corporaciones del Estado y mayores contribuyentes. (5 años) Diputados del Congreso elegidos por 5 años pudiendo ser reelegidos indefinidamente, aprueban las leyes, intervienen en la sucesión de la Corona, en las regencias… Se pudo pasar del sufragio censitario al universal, en la ley electoral de 1890 se introducía un elemento democrático que permitía ejercer el voto a todos los españoles varones mayores de 25  años. Se diseñaba una monarquía parlamentaria, las facultades atribuidas al monarca eran ejercidas por sus ministros. Se recogían las prerrogativas de la Corona: inviolabilidad del Rey, potestad legislativa compartida con las Cortes, sancionar y promulgar leyes, mando supremo de las fuerzas armadas, designación de ministros, nombramiento de funcionarios públicos, declaraciones de guerra y ratificaciones de paz…
Esta constitución de larga duración proporciónó la estabilidad a la vida política española de la que hasta entonces había carecido. Sin embargo existía un desfase entre la Constitución de 1876 y la realidad de una España en su mayor parte campesina y analfabeta, lo que dio lugar a un funcionamiento anómalo del sistema.
Es decir, a la constitución política formal se le superpónía una constitución política real.

4-Funcionamiento del Sistema político de la Restauración La admiración de Cánovas por el parlamentarismo inglés le llevan a concebir la vida política sobre la base de dos partidos que aceptando la legalidad constitucional, se alternasen en el poder: son los llamados partidos dinásticos.

Cánovas configura su partido, el Liberal Conservador (clases altas) y el partido contrario, el Partido Liberal (burguésía industrial y clases medias urbanas) de Sagasta, político transigente y comprensivo al que se debe en gran medida el arraigo de la Restauración como sistema político.

Muy importante también fue el apoyo institucional prestado por el ejército, que se había vuelto conservador, y por la iglesia, si bien con la reticencia de muchos sacerdotes y católicos afines al carlismo. Cánovas aglutinó a los moderados y a los unionistas, Sagasta integró a la antigua izquierda progresista. En la extrema izquierda se situó una buena parte de la oposición republicana, el anarquismo y el socialismo de Pablo Iglesias. El sistema canovista contaba con una amplia base social integrada por la alta burguésía adinerada y terrateniente, la burguésía rural de medianos y pequeños propietarios agrícolas, y la mediana y pequeña burguésía urbana. La masa del campesinado y el proletariado urbano se mantuvo indiferente, ambos fueron ganados progresivamente por las ideas socialistas y anarquistas. Aunque para gobernar se necesitaba una doble confianza, la de las Cortes y la Corona, no se podía gobernar si no se tenía la mayoría en las cámaras. Sin embargo, en realidad,  la alternancia de los partidos era de arriba  abajo, los partidos se cedían el poder periódicamente no por un cambio del electorado, sino por un acuerdo mutuo, se engendraba así un fraude en las elecciones: el partido encargado de formar gobierno y de convocar las elecciones resultaba siempre ganador. El ministro de la Gobernación realizaba el “encasillado”, es decir, decidía los diputados que iban a ser elegidos. El gobernador civil de cada provincia manipulaba las elecciones, previo acuerdo con los caciques comarcales y municipales. Además de  estas medidas se recurría al “pucherazo” (aparecían más votos que electores). Existía pues un desfase entre la España oficial, la de la legalidad constitucional, y la España real, la de la oligarquía y el caciquismo. Fenómeno propio de una sociedad mayoritariamente rural, subdesarrollada y analfabeta. El caciquismo, germen de la crisis del sistema canovista. En 1885, al morir el rey Alfonso XII, merced al llamado Pacto del Pardo entre Cánovas y Sagasta, se aseguró la continuidad del sistema por medio de la regencia de María Cristina. Pero el caciquismo y la farsa electoral eran inmorales y pronto sería señalado, sobre todo a partir de 1898, como uno de los “males de la patria”. La corrupción (influencias, enchufismo, padrinazgo) se convirtió así en una práctica normal en todos los ámbitos y niveles de la sociedad.

5-Política española durante el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina

Cánovas procuró llegar a un consenso con los principales poderes fácticos de la nacíón: el ejército y la Iglesia. Alfonso XII fue un “rey soldado” que asumíó la jefatura del ejército; y el ejército abandonó la práctica del “pronunciamiento”. El civilismo o poder civil se impuso al militarismo o poder militar. La Iglesia y el Estado también se reconciliaron, al restablecerse la confesionalidad de este último, la Iglesia recobra su antiguo prestigio e influencia, sobre todo en la enseñanza. El posibilismo de Cánovas permitíó la libertad de cultos, no obstante el anticlericalismo se intensificó en ocasiones. Las empresas fundamentales del sistema canovista fueron la terminación del Tercera Guerra Carlista y la pacificación de Cuba (destacada actuación del general Martínez Campos, que consiguió la paz en 1878, merced al Convenio de Zanjón). La labor legislativa llevado a cabo desde una concepción centralista de la organización del Estado, con la Ley Municipal y Provincial; Citar la Comisión de Reformas Sociales que desarrolló una labor de información acerca de las condiciones de vida de las clases trabajadoras.

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