El Régimen Franquista en España: Evolución, Fundamentos y Legado (1939-1975)

El Franquismo (1939-1975)

1. Introducción

Tras la victoria del bando nacional en la Guerra Civil, el 1 de abril de 1939, se instauró en España un régimen dictatorial conocido como franquismo. A lo largo de 40 años, el régimen se fue adaptando a las circunstancias nacionales e internacionales, configurando diversos contextos políticos. El franquismo se puede dividir en décadas bien diferenciadas. El régimen acabó en 1975 con la muerte de su fundador, Francisco Franco.

2. Fundamentos Ideológicos y Apoyos Sociales

El franquismo no se basó en una ideología precisa, sino que fue una consecuencia de la Guerra Civil. Nació con la mentalidad característica de los vencedores, marcada por una fuerte influencia militar y religiosa. El régimen resultante fue una dictadura muy personalista en la que Franco acumulaba todo el poder y, según se decía, solo respondía ante Dios y la Historia.

2.1 Fundamentos Ideológicos

A. Autoritarismo: Franco concentraba todo el poder y su autoridad era indiscutible.
B. Antiliberalismo: Rechazo al parlamento y al sistema de partidos; solo existía uno, FET y de las JONS. Se desarrolló la idea de “democracia orgánica”, lo que implicaba que la representación política no la tenían los individuos, sino las unidades orgánicas de la sociedad: las familias, los sindicatos y los municipios.

En cuanto a la economía, su idea era una mezcla de principios liberales sobre la propiedad y los controles sindicales, laborales y políticos del fascismo.
C. Nacionalcatolicismo: Franco se veía como un hombre elegido por Dios para salvar a España. Defendía la religión y la moral católicas. Además, el apoyo de la Iglesia favoreció la integración de las masas en el régimen.
D. Anticomunismo: Este factor fue clave durante la Guerra Civil y, más aún, después, pues le valió al régimen para ser aceptado internacionalmente. Se promulgó la «Ley de represión contra el comunismo» (1940).
E. Centralismo: Idea centralista del Estado; los Estatutos de Autonomía fueron suprimidos. El concepto de nación constituía una unidad histórica y de destino.
F. Tradicionalismo: La idea de España que defendió el régimen se basó en raíces históricas: la Reconquista, los Reyes Católicos y el Imperio.

2.2 Los Apoyos

Fue un gran factor que justifica la duración del régimen.

2.2.1 Los Apoyos Institucionales

Los tres pilares del franquismo fueron la Falange, la Iglesia y el Ejército.

La Falange: Franco no fue verdaderamente falangista, pero la utilizó en su provecho y la incorporó a la ideología del régimen, al menos hasta 1945. Con el Decreto de Unificación de 1937, la Falange (FE) se integró y formó FET y de las JONS. A partir de 1943 se le conoció como “Movimiento Nacional”. Siempre hubo falangistas en el gobierno de Franco. Aunque nunca llegó a ser un partido único en el sentido estricto, sus miembros se integraron en las instituciones del Estado.
La Iglesia: España se definió como un Estado católico. La Iglesia apoyó siempre al régimen y recibió a cambio apoyo económico, protección y facilidades para la práctica religiosa. A su vez, la Iglesia se convirtió en el instrumento más eficaz para propagar la ideología del régimen.
El Ejército: Se convirtió en la columna vertebral del régimen, especialmente entre 1939 y 1945. Siempre se contó con el apoyo del Ejército, aunque no fue usado para mantener el orden. Hubo ministros que eran militares.

2.2.2 Los Apoyos Sociales

Grupos sociales que apoyaron la sublevación: grandes terratenientes, empresarios industriales, financieros, pequeña burguesía provinciana y campesinado católico.
Grupos sociales que crecieron con el desarrollo económico de los 60: clase media numerosa, obreros apolíticos, pequeña burguesía enriquecida con el proteccionismo, empresarios y funcionarios.

2.3 Bases Fundamentales del Régimen: Leyes Fundamentales

Las instituciones del régimen respondieron a acontecimientos exteriores y presiones de quienes querían la continuidad del franquismo en España. Se fueron aprobando leyes según la necesidad, ya que se evitó redactar una constitución que recordaría al periodo liberal.

Fuero del Trabajo (1938): Articulaba las relaciones del mundo del trabajo y establecía los fundamentos sobre los que se organizaba la economía del Nuevo Estado. El sindicato único obligatorio se encargaba del encuadramiento laboral.
Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Aconsejada por la evolución del conflicto europeo, que empezaba a decantarse hacia las democracias occidentales. El régimen convocaba a “la participación del pueblo en las tareas del Estado” mediante una cámara representativa, compuesta por 500 procuradores: 25 asignados por Franco y el resto de oficio, provenientes de jerarquías del sindicato, la Falange, obispos, rectores de universidad y miembros del gobierno.
Fuero de los Españoles (1945): Terminada la Segunda Guerra Mundial, se publicó como una “operación de maquillaje” del régimen ante las exigencias democráticas de los vencedores. Su apariencia era la de una declaración de derechos. En realidad, el texto proponía un sistema político autoritario de carácter confesional, con derechos limitados y aprovechables solo por los que apoyaban al régimen.
Ley de Referéndum (1945): El Fuero de los Españoles fue completado con esta ley. Establecía que los españoles podían ser consultados, únicamente por decisión de Franco, para cuestiones de Estado.
Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Fue sometida a referéndum, con un gran pucherazo. La ley declaraba a España un “reino”, de acuerdo con su tradición monárquica, y a Franco se le hacía jefe vitalicio del Estado, reservándose el derecho de nombrar al sucesor.
Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Esta ley suponía la incorporación sustancial de la doctrina falangista y el reconocimiento de FET y de las JONS como único partido. En ella se establecían los principios en los que se basaba el régimen (religión, familia, patria), junto al máximo respeto a las Leyes Fundamentales. Se promulgó sin la deliberación previa de las Cortes.
Ley Orgánica del Estado (1966): Simulacro de actualización de su entramado legislativo, elevada a referéndum en diciembre de 1966. Introdujo algunas novedades, como la separación de los cargos de jefe del Estado y presidente del gobierno. España se designaba como una monarquía limitada por las doctrinas del Movimiento Nacional (monarquía autoritaria). A las Cortes se les confería la potestad de aprobar leyes que no fueran en contra de los Principios Fundamentales del Movimiento.

Conclusión

Durante el franquismo hubo diferentes décadas, en las que se promulgaron leyes conforme a la situación nacional e internacional, pero respetando la ideología del régimen. Las décadas de 1940 y 1950 fueron épocas de pobreza, tras las cuales comenzó un gran crecimiento económico. El sucesor de Franco, Juan Carlos I, inició la Transición a la democracia en España.