El régimen que surge tras la Guerra Civil fue una dictadura personal, un nuevo estado basado en los llamados principios del 18 de julio: estado fuerte, caudillaje militar y unidad de España. El nuevo estado autoritario se fue organizando durante la Guerra Civil en la España dominada por el bando nacional. Las bases ideológicas del nuevo régimen fueron: algunas doctrinas fascistas, el anticomunismo y el catolicismo. Después de 1945, tras el fin de la IIª Guerra Mundial, el anticomunismo y el catolicismo continuaron siendo pilares fundamentales.
1.1.- Aspectos políticos
El nuevo estado se configuró como una dictadura personal. Franco fue jefe de Estado, jefe de gobierno, cabeza del partido único y generalísimo de los ejércitos. Por tanto, el nuevo estado se caracterizó por:
- Concentración de todos los poderes en una persona.
- Rechazo de los principios democráticos.
- Restricción de las libertades de expresión, asociación y reunión.
- Ausencia de Constitución escrita y lentitud en el proceso de institucionalización.
La legislación era fundamental para dar la apariencia de un estado de derecho, ya que este había surgido producto de una guerra civil. Carecían de representatividad, porque sus miembros, llamados procuradores, eran designados y solo en 1967 una parte de los procuradores serían elegidos por los cabezas de familia.
En 1945, se promulgaron importantes leyes:
- El Fuero de los Españoles: aparecía enunciada la declaración doctrinal oficial del régimen y recogía los derechos de la persona, no garantizados en la práctica, ya que su ejercicio no podía cuestionar los principios fundamentales del estado totalitario. Sin embargo, no se definía la forma de Estado.
- La Ley de Referéndum: establecía el procedimiento para que algunos textos legales de extraordinaria importancia pudieran ser ratificados por el pueblo.
El año de 1945 fue un año intenso en la elaboración de leyes. El final de la guerra había dejado a España en una mala posición y esta legislación quería dar una imagen democratizadora, de ahí la aprobación del Fuero de los Españoles y la Ley de Referéndum. Estas previsiones sucesorias dieron lugar a la creación de dos nuevos Consejos: El Consejo de Regencia (asumiría los poderes de la jefatura de Estado en caso de interregno) y el Consejo del Reino (asistir al jefe de Estado). La administración pública, la universidad y la enseñanza fueron depuradas de sospechosos (Ley de Responsabilidades Políticas, Ley de Depuración de Funcionarios, Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo y Ley de Seguridad del Estado).
La evolución de la política interior estuvo muy relacionada con la política exterior durante este periodo. Después de la entrada de EEUU en el conflicto en diciembre de 1941, la situación empezó a cambiar y cuando en 1943 se vio la posibilidad real de que vencieran los aliados, España volvió a la neutralidad, disolvió la División Azul y se dieron facilidades a los americanos. No se le admitió ingresar en la ONU y la Asamblea General de la ONU aprobó en 1946 varias resoluciones condenando al gobierno de Franco, considerado una amenaza para la paz mundial y aconsejó a sus miembros la ruptura de relaciones diplomáticas. España no se benefició de la ayuda americana (Plan Marshall) y solo permanecieron en España los embajadores de Argentina (Perón), Portugal (Salazar) y el Vaticano. Este aislamiento se intentó evitar con algunos cambios que intentaban dar una imagen democratizadora hacia el exterior: es el caso de la publicación del Fuero de los Españoles y la Ley del Referéndum. En ese mismo año se firmó con el Vaticano el nuevo Concordato, en el que se reconocía el poder de la iglesia sobre la educación y la enseñanza. En 1955 fue admitida en la ONU y en 1958 en el Fondo Monetario Internacional.
1.2.- Aspectos económicos
En ese mismo año se creó RENFE y se nacionalizó toda la red ferroviaria española.
La política autárquica favoreció los intereses de aquellos grupos sociales que habían contribuido a la victoria de la Guerra: latifundistas, grandes empresarios y alta burguesía financiera.
Esta política autárquica provocó:
- El descenso de la renta per cápita.
- El retroceso de la producción industrial debido a la falta de materias primas, capitales y maquinaria, que solo podían conseguirse a través de la importación.
- Una elevada inflación provocada por la excesiva emisión de moneda para financiar la deuda estatal.
- Déficit comercial provocado por la nula competitividad.
- Descenso del nivel de vida, bajos salarios y hambre generalizada.
- Aparición del mercado negro o estraperlo.
B.- Recuperación y apertura económica. Plan de estabilización
A principios de los años 50 comenzó una fase de pequeña recuperación económica, especialmente a partir de 1953 con la ayuda financiera norteamericana y con el cambio de política económica manifestado en el decreto de libertad de precios y circulación de artículos de 1952.
A mediados de los 50 el crecimiento, especialmente en el sector secundario, se aceleró; Sus objetivos eran abandonar el sistema autárquico y modernizar, liberalizar, racionalizar y sanear la economía nacional.
Estas disposiciones fueron:
- Devaluación de la peseta para fomentar las exportaciones.
- Limitación del gasto público y congelación salarial.
- Incremento de impuestos.
- Concesión de facilidades a la inversión de capital extranjero.
Este plan de estabilización tuvo a corto plazo efectos beneficiosos como reducir la inflación y salvar al país de la bancarrota, pero también tuvo efectos negativos como la disminución del nivel del consumo y crecimiento del paro.
1.3.- Aspectos sociales
La dictadura contó desde un principio con el apoyo entusiasta de:
- Los grandes propietarios, la burguesía industrial, la aristocracia financiera y los eclesiásticos.
- Pequeños y medianos campesinos del norte y centro de España.
A estos grupos se unieron una vez asentada la dictadura: un nuevo tipo de burguesía formada por empresarios y especuladores nacida durante la época de la autarquía y al amparo de las concesiones, proyectos estatales y mercado negro. Y un número importante de las clases medias urbanas (captadas por la Falange, la iglesia católica -cuando la influencia falangista decayó- y el propio ejército), unas clases medias que veían en la tranquilidad política una forma de progresar pues los empleos públicos a los que accedían estaban socialmente considerados.
Los sectores obreros, los más críticos con el régimen, sin reconocimiento de libertades de expresión y de asociación, dejaron de ser conflictivos.