El Régimen Franquista: Rasgos Totalitarios y Control Social

Institucionalización: Estructura Legal del Estado Totalitario

Las Leyes Fundamentales

Las Leyes Fundamentales, promulgadas entre 1938 y 1967, pretendían dar una apariencia de legalidad al régimen franquista. Sin embargo, estas leyes establecían un Estado autoritario, concentrando el poder en la figura de Franco, quien podía nombrar cargos en los altos organismos del Estado y promulgar leyes en casos de urgencia.

En 1945, tras la derrota de las potencias del Eje, se promulgaron nuevas Leyes Fundamentales para ocultar el carácter dictatorial del régimen y aparentar que los ciudadanos gozaban de libertades políticas.

La Democracia Orgánica

El franquismo rechazaba la democracia basada en la voluntad popular y la separación de poderes. En su lugar, se inspiró en el Estado corporativista italiano, organizando la participación popular a través de la familia, el municipio y el sindicato.

La representación popular en las Cortes se reguló mediante la Ley Constitutiva de las Cortes (1942). Los procuradores dependían del poder, ya que incluían ministros, miembros del Consejo Nacional del Movimiento y de la Organización Sindical. El tercio de elección municipal estaba formado por alcaldes designados por gobernadores civiles, y el tercio familiar por candidatos autorizados por el régimen.

Las Cortes eran una cámara de resonancia de Franco, que aprobaba todo lo que éste presentaba. Carecían de poder legislativo real, ya que el gobierno decidía qué proyectos de ley podían pasar a las Cortes y cuáles eran aprobados directamente por decreto-ley.

Encuadramiento de la Sociedad y Control Ideológico

El régimen franquista intentó disciplinar y educar a las masas a través de la Falange y el Movimiento Nacional, el único cauce de participación en la vida pública española.

Todos los productores fueron encuadrados en el Sindicato Vertical, una organización sindical única regida por principios de verticalidad, unidad, totalidad y jerarquía. Dirigida por miembros de la Falange, el Sindicato Vertical no defendía los intereses de la clase trabajadora, sino que era un instrumento del Estado.

Además, el régimen creó otras organizaciones de masas dependientes del Movimiento: el Frente de Juventudes, la Sección Femenina y el Sindicato Español Universitario (SEU), encargadas de la formación y adoctrinamiento de la juventud, las mujeres y los universitarios, respectivamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *