El Reinado de Alfonso XIII (1902-1931): Crisis y Fin de la Restauración

El Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

El desastre de 1898 vino marcado por la subida al trono del rey Alfonso XIII al cumplir con la mayoría de edad en 1902, reinado que finalizó en 1931 con la caída de la monarquía y la proclamación de la Segunda República. Durante este periodo surgió una nueva generación de políticos y movimientos sociales, pero la alternancia de los dos partidos dinásticos mantuvo al margen estas nuevas fuerzas que, a partir de 1912, condujo a la decadencia y fragmentación del régimen.

Nueva Realidad Política y Social

Alfonso XIII mostró desde el principio un interés por participar de manera activa en la política del país, con lo que la alternancia en el poder de los dos partidos dinásticos pasó a depender de la voluntad del rey. El nuevo monarca se encuentra con un nuevo panorama por varios factores:

  1. Aumento de la inestabilidad política por la crisis del turno de los partidos. La situación provocó que hubieran muchos gobiernos que sólo duraban algunos meses en el poder.
  2. Los partidos republicanos, los nacionalismos y el movimiento obrero.
  3. La oposición intelectual, que criticaba el sistema caciquil y se mostraba preocupada por el nivel de vida de las clases más humildes y por su educación.
  4. La guerra de Marruecos.
  5. El problema social, con continuas huelgas y protestas.
  6. El problema del terrorismo, con varios atentados con bombas y numerosos muertos.

El Gobierno Largo de Maura (1907-1909)

Maura captó la necesidad de afrontar cambios, con lo que promovió una serie de acciones que pretendían transformar el sistema político liberal. Las reformas más importantes fueron:

  • Ley de Administración Social, para ampliar la autonomía municipal y acabar con el caciquismo.
  • Ley electoral, estableciendo el voto obligatorio.
  • Ley de descanso los domingos.
  • Ley de protección de la industria nacional.
  • Regulación de la huelga.

La Semana Trágica (1909)

En el reparto de los territorios del norte de África, a España le tocó El Rif, zona montañosa del norte, habitada por tribus que atacaban continuamente a las tropas españolas. En 1909, una importante derrota en el Barranco del Lobo obligó al gobierno a aumentar el número de soldados con reservistas, lo que provocó una huelga general con protestas y enfrentamientos graves, llegando a quemar 80 centros religiosos. La represión del gobierno fue muy dura, incluso con 5 penas de muerte. Terminó con la dimisión de Maura y el traspaso del gobierno a los liberales.

El Gobierno de Canalejas (1910-1912)

José Canalejas formó un nuevo gobierno liberal con numerosas reformas:

  • Ley del Candado: prohibiendo nuevas congregaciones religiosas.
  • Servicio militar obligatorio en tiempos de guerra y Ley de Mancomunidades.

En 1912 fue asesinado y al año siguiente estalló la Primera Guerra Mundial, donde la neutralidad de España hizo que aumentaran sus exportaciones, pero al dedicarse gran parte de la producción a la exportación, los precios dentro del país subieron mucho, pero los salarios no se movieron. Esto creó un hondo malestar en las clases medias y en los obreros, que desembocó en una huelga en 1917.

La Crisis de 1917

En esta situación convergen 3 problemas:

  • La protesta militar: se debe a dos motivos: gran número de oficiales con respecto a los soldados y desigualdad en los salarios. El descontento ocasiona la creación de las Juntas de Defensa, asociaciones de militares que reclamaban ascensos por antigüedad y aumento salarial.
  • La protesta política: una representación de diputados de la oposición se reunió en Barcelona para reformar el sistema político, acabando con el turnismo, y la descentralización del Estado, con la solicitud de autonomía para Cataluña.
  • La protesta obrera: con la subida de los precios, los sindicatos y el PSOE convocaron una huelga general, reclamando el final de la monarquía y el paso a un sistema republicano. Se produjeron incidentes en las grandes ciudades y el gobierno mandó al ejército para parar la protesta. En los años siguientes el sistema político de la Restauración entró en su crisis definitiva.

La Crisis Definitiva del Sistema (1917-1923)

Estos 6 años constituyen la etapa más conflictiva e inestable del reinado de Alfonso XIII. Los partidos dinásticos se fragmentaron en grupos con lo cual era imposible reunir mayorías para constituir gobierno. El fin de la Primera Guerra Mundial acabó con la bonanza económica, lo que inició una crisis que acarreó el cierre de empresas, el aumento del paro y el estallido de huelgas, a lo que se sumó la subida de precios pero no de los salarios. En Barcelona se suceden atentados terroristas, al mismo tiempo que se radicalizó el nacionalismo en toda Cataluña, y en Andalucía se producen ocupaciones de tierras y peticiones de radicalización.

A todos estos problemas se sumó una grave derrota militar en Marruecos, con 15.000 soldados muertos, que provocó que el prestigio del rey quedara seriamente dañado.

Conclusión

La Restauración se mostró incapaz de solucionar los múltiples problemas de España, por lo que se extendió la creencia de que se necesitaba una autoridad fuerte para coger las riendas del gobierno. Así, Primo de Rivera dio un golpe militar en 1923. Alfonso XIII dio el visto bueno y le dio a Primo el gobierno, que duró más de 6 años pero que terminó en un rotundo fracaso.

En 1931 Alfonso XIII, al no contar con apoyos, se vio obligado a abandonar España, proclamándose la Segunda República.

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