El Reinado de Alfonso XIII: Crisis y Fin de la Restauración

Panorama general del reinado de Alfonso XIII

Intentos de modernización. El Regeneracionismo. Crisis y quiebra del sistema de la Restauración. La Guerra de Marruecos.

En 1902, Alfonso XIII es declarado mayor de edad, lo que pone fin a la Regencia de María Cristina. Durante el reinado de Alfonso XIII, España vive en una situación de permanente crisis política. La muerte de Cánovas y de Sagasta llevó a los partidos del turno a una lucha interna que facilitó la aparición de nuevos partidos (socialistas, republicanos y nacionalistas). Se producen los primeros intentos de revisionismo político; se trataba de cambiar el sistema desde arriba.

El desastre del 98 había levantado a los regeneracionistas, como Joaquín Costa o Santiago Alba, que querían acabar con el caciquismo y el fraude electoral. Desaparecidos Cánovas y Sagasta, van a ser sustituidos por Maura, en el Partido Conservador, y Canalejas, en el Partido Liberal.

El Gobierno de Maura

Bajo el gobierno de Maura, se aprobó una amplia legislación laboral, con medidas que dificultaban el fraude electoral. Los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona provocaron su dimisión. Desde la conferencia de Algeciras, España ejercía un protectorado sobre el Norte de Marruecos. Miembros de algunas cabilas próximas a Melilla atacaron a los trabajadores de compañías españolas y Maura decidió enviar tropas reservistas. Ante esta situación, socialistas y anarquistas convocaron una huelga general. Después llegó la represión: las detenciones, los procesos y las condenas a muerte. La condena a muerte y ejecución del fundador de la Escuela Moderna, Ferrer Guardia, sin pruebas y tras un proceso muy irregular, promovió tales protestas dentro y fuera de España que Maura tuvo que dimitir.

El Gobierno de Canalejas

La victoria de las elecciones de 1910 fue para el Partido Liberal. El gobierno, presidido por Canalejas, reguló el trabajo infantil y femenino; estableció la jornada de 9 horas en las minas; eliminó el impuesto de consumos; reformó la ley de Reclutamientos; aprobó la Ley del Candado; y tramitó la Ley de Mancomunidades para Cataluña. Su asesinato pone fin al periodo reformista.

La Crisis de 1917

El estallido de la Primera Guerra Mundial desvió la atención de los problemas políticos. La guerra estimuló la economía; la producción industrial aumentó. El estallido definitivo de la crisis se produjo en 1917 cuando el gobierno se vio amenazado desde tres frentes distintos:

  • El ejército había creado unas Juntas de Defensa que manifestaron al gobierno su malestar. El gobierno de Dato exigió a las Juntas que se disolvieran, pero estas se negaron.
  • Una parte de los partidos parlamentarios exigió al gobierno que se reabrieran las Cortes, pero el gobierno se negó, y los parlamentarios convocaron una Asamblea de Parlamentarios en la que pidieron cambios en el gobierno, pero los asistentes a la Asamblea fueron disueltos, y el movimiento no tuvo continuidad.
  • Los sindicatos UGT y CNT convocaron una huelga general para protestar por la represión ejercida sobre los ferroviarios de Valencia.

La crisis política se agravó. Se produjo una gran inestabilidad social. Se sucedieron 13 gobiernos incapaces de dar solución a los problemas. Con el fin de la Primera Guerra Mundial, la situación económica empeoró. Entre toda esta situación, destacan los asesinatos de Dato y del líder anarquista Seguí.

La Cuestión de Marruecos y el Desastre de Annual

A la crisis social se sumaba la cuestión de Marruecos. Tras la Conferencia de Algeciras, España obtuvo el reconocimiento definitivo de sus derechos sobre el norte de Marruecos. La población rifeña estaba dividida en cabilas que querían mantener su independencia. Las cabilas rebeldes seguían al líder Abd-el-Krim.

El general Silvestre decidió atacar a Abd-el-Krim en una expedición suicida que terminó con una terrible derrota, el desastre de Annual, donde todos sus hombres fueron masacrados por los rifeños. En Madrid, el parlamento pidió responsabilidades y se inició el expediente Picasso, que nunca llegó a verse por el golpe de Primo de Rivera.

La Dictadura de Primo de Rivera

Miguel Primo de Rivera proclamó el estado de guerra. El rey se negó a destituir a los sublevados, y el gobierno dimitió. Alfonso XIII entregó el poder a Primo de Rivera, consumándose el golpe de estado. La constitución de 1876 quedaba suspendida y se abría un abismo entre la monarquía y la clase política que la había sostenido.

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