Después de los sucesos de 1917, España entró en una etapa revolucionaria durante la cual se consumó la descomposición del sistema canovista. Entre 1917 y 1923, se revivieron años de intenso malestar social, manifestado en huelgas. Se lograron ventajas laborales como la jornada de 8 horas y los salarios fueron fijados por comisiones mixtas compuestas por empresarios y trabajadores. La afiliación a la Tercera Internacional fue rechazada tanto por la CNT como por la UGT y el PSOE. Como consecuencia de dicho rechazo, un grupo minoritario proveniente de las Juventudes Socialistas fundó el Partido Comunista Obrero de España en 1921.
Dos hechos vinieron a agravar la situación política: el asesinato del jefe del gobierno Eduardo Dato, y el «desastre de Annual» en la Guerra de Marruecos. Tras el golpe del 13 de septiembre, Alfonso XIII encargó a Primo de Rivera que formara gobierno, instaurando un régimen autoritario. El dictador suprimió el sistema parlamentario, la constitución de 1876 y disolvió las Cortes. Terminaba así con el sistema de la Restauración.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
La dictadura primoriverista no fue mal recibida. Tuvo el apoyo de la «masa neutra», del ejército, de la Iglesia y del propio Rey. En la evolución de la dictadura se distinguen dos fases:
- Directorio Militar (1923-1925): Se caracteriza por la consecución de la paz social, del orden público y de una ordenación de la Administración central, provincial y municipal. Pero, sobre todo, porque se consiguió terminar con la guerra de Marruecos y sus consecuencias. Para ello contó con la ayuda de Francia, que colaboró en el desembarco de Alhucemas.
- Directorio Civil (1925-1930): Primo de Rivera decidió perpetuar el sistema incluyendo en el Gobierno algunos políticos civiles. En esta fase destaca la figura de José Calvo Sotelo.
Logros de la Dictadura
La dictadura primoriverista se justificó siempre por sus realizaciones:
- Ámbito Social: Los Comités Paritarios, integrados por obreros y patronos, fueron un eficaz instrumento en la regulación del empleo. Contaron con el apoyo del PSOE y con la colaboración del líder socialista Largo Caballero.
- Economía: Para superar la crisis de la posguerra, la dictadura emprendió una política económica intervencionista, aumentando la protección arancelaria y fomentando la producción nacional. Se emprendió una decidida política de obras públicas, creando una magnífica red de carreteras, mejorando los ferrocarriles y abordando el problema del agua, para lo que se organizaron las Confederaciones hidráulicas. También se favoreció el incremento del turismo.
- Política: Se intentó establecer un partido único de clara influencia fascista, la Unión Patriótica, así como elaborar una nueva constitución. La imposibilidad de llevar a cabo este objetivo significó uno de los mayores fracasos de Primo de Rivera.
La Caída de la Dictadura y la Monarquía
El cambio de coyuntura económica, iniciado con la Depresión de 1929, afectó a la economía española. Empezaron a cerrar las empresas, apareció el paro y todo se tornó en críticas. Pesó también en el ánimo del monarca el fracaso en la elaboración de una nueva constitución. Primo de Rivera se encontró solo ante la crisis y, desmoralizado, presentó la dimisión a Alfonso XIII el 30 de enero de 1930 y se exilió en París, ciudad en la que moriría.
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encarga formar gobierno al general Dámaso Berenguer («dictablanda»), con el propósito de restablecer la normalidad constitucional. Berenguer, inseguro, gobierna por decreto y dilata la convocatoria de elecciones. Los políticos republicanos, socialistas y catalanistas de izquierdas firman el Pacto de San Sebastián para terminar con la monarquía. Casi al mismo tiempo se organizaba la Asociación Republicana Militar y los intelectuales se unían en una agrupación que integraba a personas tan prestigiosas como Ortega y Gasset. Berenguer fue considerado un déspota y se vio obligado a dimitir en febrero de 1931.
Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante Juan Bautista Aznar, que organizó un gobierno «de concentración». Se convocaron elecciones municipales para abril, cuyo resultado fue interpretado como un triunfo de los republicanos. En Éibar y Barcelona se proclamó la República. El Rey, aconsejado por Romanones, cesó en sus funciones y se exilió en Cartagena.
Conclusión
La originalidad del régimen primorriverista estribaba en el hecho de que una dictadura pretendiera convertirse en un régimen estable y con fundamentos constitucionales. Muchos españoles vieron la dictadura como una época de paz social, de prosperidad material y de buenas carreteras. Se puso fin a la guerra de Marruecos, se logró un equilibrio presupuestario y se planificó una reforma tributaria. Pero la dictadura no supo atraerse a amplios sectores y no consiguió detener el proceso de deterioro político y social que condujo, a corto plazo, al final de la monarquía y, a medio plazo, a la Guerra Civil. Tras la dictadura de Primo de Rivera llegó la Segunda República española, recibida con entusiasmo por muchos españoles, esperanzados en la regeneración y modernización de España.