El Reinado de Fernando VII: Entre el Absolutismo y el Liberalismo (1814-1833)
T.3 Sexenio Absolutista (1814-1820)
El Sexenio Absolutista comienza con el fin de la Guerra de la Independencia y la firma del Tratado de Valençay en 1813, que supuso la paz con Napoleón. Este tratado se firmó en un contexto en el que Napoleón estaba siendo derrotado por Rusia, Prusia y Austria, y necesitaba retirar tropas de España. A cambio de la paz, Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España, con la condición de que, una vez acabada la guerra, las tropas españolas no le atacaran.
Las Cortes liberales, reunidas en Cádiz, enviaron una carta a Fernando VII para que se dirigiera a Madrid a jurar la Constitución de 1812. Sin embargo, esto chocaba con los deseos absolutistas del rey, quien evitó ir a Madrid. Fernando VII no estaba seguro de contar con los apoyos necesarios para reimplantar el Antiguo Régimen, ya que desconocía el sentir de la población española. Durante su viaje hacia Valencia, encontró apoyo popular, aunque en realidad este apoyo no se debía a un respaldo al absolutismo, sino a un rechazo a la reimplantación del régimen señorial. En Valencia, Fernando VII recibió el «Manifiesto de los Persas«, un documento en el que un grupo de diputados absolutistas solicitaban la restauración del Antiguo Régimen.
Política: Dentro de las Cortes, había un grupo que estaba reservando el poder absoluto para Fernando VII, con la intención de que lo retomara a su regreso. El rey percibió que las Cortes no eran un grupo unido y que podía beneficiarse de esta división.
Militar: Fernando VII dirigía un ejército mercenario, al que se unieron civiles. Al pasar por Valencia, recibió el apoyo del Capitán General. Todos estos apoyos le dieron la seguridad necesaria para reimplantar el Antiguo Régimen. La España revolucionaria había desaparecido. En mayo de 1814, Fernando VII firmó el Decreto de Valencia, que disolvía las Cortes y toda su obra legislativa, incluida la Constitución, como si nada hubiera existido. Regresó como monarca absoluto, dejando únicamente la abolición de las técnicas de jurisdicción, que restaban poder a los nobles.
Con el regreso del absolutismo, volvió la Inquisición. Sin embargo, los problemas se mantuvieron:
- Crisis económica: La guerra había dejado al país en una situación precaria.
- Aumento de los gastos e impuestos: Esto llevó a un déficit considerable. Hubo un intento reformista por parte de Godoy, que proponía que los nobles pagaran impuestos. Estos se rebelaron y el rey lo destituyó.
- Guerra de emancipación de las colonias: Durante la Guerra de la Independencia, comenzó el proceso de independencia de las colonias americanas, lo que conllevó más gastos y menos ingresos. El comercio quedó interrumpido, dificultando el gobierno de Fernando VII.
Estos problemas provocaron inestabilidad y continuos cambios en el gobierno. La presión sobre los liberales, que seguían aspirando a un régimen liberal, era constante. Muchos fueron juzgados y ejecutados. Su única salida era el exilio o la clandestinidad. Así comenzaron las conspiraciones para acabar con el absolutismo y hacer que Fernando VII se convirtiera en un rey constitucional. No iban contra el rey, sino contra el gobierno. Los militares y los civiles eran, en su mayoría, liberales, lo que provocó una serie de golpes de Estado con pronunciamientos. Hubo seis golpes de Estado, pero ninguno triunfó. No tenían la fuerza suficiente, pero sí provocaron inestabilidad. El gobierno de Fernando VII fue, por tanto, inestable.
Fin del Sexenio y comienzo del Trienio: En enero de 1820, el teniente coronel Rafael de Riego agrupó tropas para ir a América. Reunió a un ejército para llevar a cabo un levantamiento. Su ataque fue el pistoletazo de salida para otros levantamientos, pero inicialmente no tuvo éxito. Durante dos meses, Riego y sus hombres permanecieron en la costa de España, pero se empezaron a producir numerosos levantamientos que crearon inseguridad en Fernando VII, quien finalmente juró la Constitución.
Trienio Liberal (1820-1823)
El Trienio Liberal se caracterizó por un importante desarrollo práctico. Sus características principales fueron:
1) División de los liberales: Las diferencias entre los liberales se hicieron evidentes. Eran pocos y, al estar divididos, no conseguían agruparse eficazmente.
- Moderados: Partidarios de reformas no radicales. Preferían llegar a un acuerdo con la Corona y los sectores privilegiados.
- Exaltados: Defensores de reformas radicales. Querían aplicar el régimen liberal rápidamente.
Fernando VII nombró como presidente del gobierno a los moderados, lo que provocó la rebelión de los exaltados, dificultando el gobierno de los primeros. Después, nombró a los exaltados, y viceversa, lo que beneficiaba al rey.
2) Reformas: Se volvieron a aplicar las mismas reformas que en las Cortes de Cádiz. La abolición de la Inquisición fue definitiva.
3) Problemas:
- Hacienda: La situación económica seguía siendo precaria.
- Soluciones: Se implementaron impuestos sobre el pueblo, se recurrió a la deuda pública (que dependía de la seguridad del gobierno y servía para obtener dinero a corto plazo) y a préstamos, cuyas condiciones las ponía el pueblo, al igual que la deuda pública.
4) Contrarrevolución: Los absolutistas crearon conspiraciones, como la Regencia de Urgel. Consideraban que el rey no era libre y se rebelaron. Se solicitó ayuda exterior a la Quíntuple Alianza. Fernando VII seguía siendo rey, pero estaba bajo la amenaza de la Constitución.
Acciones del rey:
- Intento de retrasar las cosas: Fernando VII intentó obstaculizar la labor legislativa.
- Veto: Podía hacer lo que quisiera con las leyes.
- División liberal: Se aprovechó de la división entre los liberales y la fomentó.
Fue el propio rey quien pidió ayuda a la Alianza para frenar la revuelta. El pueblo era mayoritariamente absolutista por miedo a que le quitaran sus tierras.
Intervención extranjera: La Quinta Alianza, reunida en el Congreso de Verona (1823), decidió que Francia debía intervenir para acabar con las revueltas liberales. Francia, que también era absolutista, envió tropas conocidas como los Cien Mil Hijos de San Luis. El gobierno y las Cortes se trasladaron a Cádiz, llevándose al rey. En esta ocasión, no hubo guerrilla y Gran Bretaña no apoyó a los liberales. Se llegó a un acuerdo para que los liberales liberaran al rey. Los liberales se rindieron y firmaron un documento en el que Fernando VII se comprometía a no ejecutarlos y a realizar cambios más liberales. Cuando Fernando VII se vio fuera de peligro, volvió a ser un monarca absoluto y se olvidó de todas sus promesas.
Década Ominosa (1823-1833)
La Década Ominosa se caracterizó por el regreso del absolutismo y la represión. Fernando VII expuso el cuerpo muerto de Riego para intimidar al pueblo. Los liberales estaban reprimidos y solo les quedaba la opción de llevar a cabo levantamientos y conspiraciones, pero todos fracasaron. Fernando VII aprendió del Sexenio y no quería volver a perder el trono. Tenía una hija y decidió eliminar la Ley Sálica, instaurando la Pragmática Sanción. Sin embargo, su esposa se quedó embarazada de nuevo y, como no sabía el sexo del bebé, volvió a la Ley Sálica. Finalmente, nació otra niña, por lo que volvió a cambiar la ley. Fernando VII falleció en 1833.
T.4 Emancipación de las Colonias Americanas
1) Orígenes y Causas
- Principios del siglo XVIII. Reformismo borbónico: Los americanos empezaron a tener cierta autonomía en el gobierno debido a la gran distancia que los separaba de España y al retraso en la llegada de las leyes. Cuando llegaron los Borbones, quisieron controlarlo todo. No permitieron que los americanos tuvieran autoridad. Al frente de las colonias, pusieron a nobles españoles para que cumplieran las normas del rey. El rey tomaba todas las decisiones, provocando malestar en el grupo social de los criollos (hijos de españoles nacidos en América). A partir de este momento, lo que contaba era el porcentaje de sangre blanca que se tuviera. El color de piel lo marcaba todo.
- Supeditación a los intereses de la metrópoli: Las colonias ya no tenían voz ni voto. España mandaba, aunque les perjudicara. Hasta el siglo XVIII, los americanos podían intervenir. Todo esto creó un gran malestar en las colonias.
- Extensión de las ideas ilustradas: Los criollos eran como la burguesía. Las ideas de la Ilustración empezaron a llegar poco a poco. El desarrollo era lento. No hubo sublevación porque las ideas eran superficiales, ya que tardaban mucho en llegar.
- Influencia de la independencia de Estados Unidos: España ayudó a las colonias británicas a independizarse, lo que fue un error. Fue un ejemplo que dejó huella en los criollos, ya que el país resultante no se hundió, sino que salió a flote. Recuperó el comercio con Gran Bretaña, pero de forma independiente. Los españoles en América desarrollaron una conciencia nacionalista y se sentían más americanos que españoles, planteándose la idea de la independencia para desarrollarse (criollismo). La Guerra de la Independencia (1808) hizo que los americanos dieran el paso, facilitando las causas de la independencia.
2) Fases y Etapas
- 1808-1815: Abdicaciones de Bayona, José I rey de España. Se produjo un vacío de poder. Los americanos creían que iban a estar controlados por Napoleón y el Imperio francés. Se crearon Juntas de Defensa (movimiento independentista). También había patriotas en América. Esta fase fracasó debido a la descoordinación de las Juntas, la falta de líderes y la escasa ayuda de Estados Unidos (Gran Bretaña no intervino).
- 1816-1824: Fase definitiva y contraria a la primera. Apareció una organización clara. América era grande y compleja, lo que implicaba un gran esfuerzo por parte del ejército. Surgieron liderazgos como el de Simón Bolívar, gran ideólogo de la independencia, junto con militares como Sucre y San Martín. Entre ellos se coordinaron y asignaron sus objetivos. Cesaron las guerras con Napoleón, y Gran Bretaña y Estados Unidos ayudaron a España. Fernando VII pidió ayuda a Gran Bretaña para acabar con la independencia, pero a esta no le interesaba. Gran Bretaña ayudó de forma indirecta, permitiendo el comercio de armas y facilitando el comercio a los soldados. Gran Bretaña ayudaba facilitando las cosas porque no quería implicarse en la guerra con España. El resultado fue la victoria después de varias batallas. La batalla final fue la de Ayacucho (1824). Los ejércitos españoles se retiraron.
3) Consecuencias
- Para España: Dejó de ser una potencia imperial. Solo conservó Cuba, Puerto Rico, Filipinas, algunas islas del Pacífico y otros territorios en Sudáfrica. Pasó a ser una potencia de segundo orden. En el siglo XIX, no hubo política exterior, solo interior. La economía se retrasó cada vez más, ya que solo se disponía de lo que se producía dentro del país.
- Para América: Al conseguir la independencia, surgieron dos ideas de organización:
- Bolívar: Copiar a Estados Unidos (una sola nación).
- Creación de estados independientes (triunfó).
- Fronteras: Guerras que hicieron que el ejército tuviera un papel muy importante. Tenía el derecho y el deber de actuar cuando lo creyera conveniente (los jefes de gobierno eran militares).
- No hubo revolución: La independencia no trajo consigo cambios económicos ni sociales. Los nuevos países seguían dependiendo de las potencias. No hubo industrialización.